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y de su iglesia, edificios que se derrumbaron casi por completo, como todos los demás de la Ciudad, con los terremotos de 1773.

A consecuencia de éstos, fué la Capital trasladada en 1776 al lugar que actualmente ocupa la nueva Gua– temala; y con el elemento oficial y eclesiástico tras– ladóse tan:bién lo más principal de La Antigua, in– clusos caSI todos sus conventos, los que volvieron a edificarse en el valle de la Ermita.

El 5 de Abril de 1792, siendo Provincial de la Provincia de San Vicente el M. R. P. Fr. Carlos Cade. na, se puso la primera piedra del actual Convento de Santo Domingo en el lugar que el Gobierno para este fin concedió.En el Libro protocolo de censos y ren– tas del convento, al folio 94, dice así: "En dos de Fe– brero de 1776 el Superior Gobierno nos dió posesión del terreno para la nueva fundación de este conven– to, cuyo sitio se compone de trescientas varas de Sur a Norte, y cuatrocientas varas de Oriente a Poniente". Entre los Provinciales que ocuparon este elevado cargo durante la construcción del actual templo de Sto. Domingo, figura en primer lugar el M. R. Padre Fr. Carlos Cadena, que puso la primera piedra en

1792; este mismo año le sucedió en el cargo el M. R.

P.adJ;"e Fr. ~n Infante¡ siendo Procurador de la Pro– VInCIa el M. K' P. Fr. VIcente de Navas. Estos dos be– neméritos Religiosos, de acuerdo con la Real Audien– cia, nombraron arquitecto al Sr. D. Pedro Garciagui– rre, e ingeniero de esta magna obra al Sr. Capitán de Ingenieros D. José de Sierra, y maestro mayor de al– bañiles al Sr. D. Bernardo Ramírez.

La piedra que se empleó en la construcción del templo se extrajo de los inmediatos cerros de la ju– risdicción de Las Vacas; y para hacer la mezcla so– bre la que se hallaban asentadash las piedras d~ las paredes de la iglesia, según leímos en un manuscrito que se conserva en Guatemala, se empleó miel dé caña traída de la finca "San Jerónimo", y leche que venía de la ha,.cienda del "Rosario" (Amatitlán) se– gún lo acostumbraban los albañiles de entonces,' dice el manuscrito. Ambas haciendas eran propiedad de los Religiosos Dominicos; y sólo la de San Jerónimo produjo desde 1792 a 1808 un millón de pesos de 0.1'0

de sólo azúcar, que se emplearon en la construcción del hermoso templo de Santo Domingo, gloria de al'. quitectura hoy en Guatemala.

Suscitáronse distintos pareceres sobre la clase del techo que debía cubrir la iglesia: según el parecer de los Religiosos debía ser de bóveda hecha de bue- -na piedra, contra la opinión de la Real Audiencia, que deseaba fuese de madera y teja. Se dispuso es– tudiasen este asunto y diesen su dictamen los seño– res arquitecto e ingeniero d la obra, quienes dicta– minaron conforme al parecer de los Religiosos; ra– zón por la cual el Rey Carlos IX expidió la Cédula del

18 de Mayo de 1799, mandando fuese de bóveda. La Audiencia apoyaba su parecer en el gran pe– ligro que la bóveda podía ofrecer a causa de algún temblor: más el Provincial, que entonces lo era el M. R. P. Fr. Fermín Aleas, y el Procurador R. Padre Fr Bruno del Amo sostuvieron con valor y energía el parecer contrario. El tiempo se ha encargado de dar la razón a los Religiosos, pues, mientras otros edi– ficios han sido arruinados, en todo o en parte, por tem-

blores posteriores, principalmente con el terremoto de Diciembre de 1918, el templ9 de Santo Domingo, in– cluso su boveda, ha permanecIdo poco menos que in– cólume.

El M. ~. '!'. Fr. Carlos Cadena fué segunda vez electo ProvIncIal en 1803, cuando ya estaba concluida la bóveda del templo, el que no tuvo la dicha de ver termi.nado.. por J:lab~rle ll~mado Dios nuestro Señor a meJor ,vIda el ~IgU1ente ano de 1804. Fué el que pu– so la prn~era pIedra del templo, y también el prime. ro que fUe enterra~o en .el Panteón de Santo Domingo. A su muerte fue elegIdo segunda vez Provincial el M. R. P. Fr. Juan Infante; y durante su provinciala– to se concluyó la parte principal del templo. Le su. cedió en el pri~er cargo de,la Provincia el M. R. P. Fr. Antonio Ibánez, septuagesimo segundo Provincial y último de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala, pues, siéndolo él, se declaró independien– te la parte de Chiapa de la de Guatemala¡ coincidiendo el año de este hecho de la historia domilllcana en Cen– tro América con el de la bendición del grandioso tem– plo de Santo Domingo de Guatemala. Esta tuvo lugar el día 6 de Noviembre del año 1808, celebrando a la vez con solemnidad extraordinaria la proclamación del reinado de Fernando VII. En este mismo día se estrenó un magnífico terno de tisú, el hábito de la imagen de nuestro Padre Santo Domingo y el velo del tabernáculo que sirve de expositor para la gran custo– dia de Santo Tomás de Aquino.

La Capilla del gran Patriarca de los Predicadores se terminó más tarde, siendo habilitada para el culto el 4 de Agosto de 1815. Continuóse después la cons– trucción del Convento, que se bendijo y estrenó el 6 de Enero de 1818.

En el manuscrito a que antes hemos aludido, se da cuenta del origen y detalles de los altares e imá. genes que se hallan en la iglesia de Santo Domingo, lo que por no alargarnos demasiado no reproducimos aquí. Con todo, no queremos dejar de consignar que se conservan .además de la hermosa custodia de San· to Tomás t~es como reliquias muy apreciables, que son las tres imágenes que fueron traídas del Con– vento de La Antigua: la artística de nuestro Padre Santo Domingo' el Cristo yacente algo restaurado en los pies y man¿s, y que es objeto de esp~cial venera– ción por parte de los guatemaltecos, qUIenes le han hecho construir artístico altar de mármol en hermo– sa capilla lateral e independiente; y, por último, la rica artística y devota imagen de Nuestra Señora del Rosario que es pudiéramos decir, como el ídolo de todos lhs buenos guatemaltecos. Esta imagen de la Virgen estuvo durante algún tiempo depositada en la casa del Ministro de la Real Hacienda, desde la que fué trasladada solemnemente al templo de Santo Do– mingo la víspera de la bendición de éste, o sea, el 5 de Noviembre de 1808.

Actualmente el templo de Santo Domingo de Gua. temala se conserva en muy ~uen estado, y con los arr~­

glos y reparaciones que en el se han hecho estos Ultl– mos años viene a ser el más atrayente de aquella Capital y por tanto muy concurrido de los fieles, de modo especial de los muchos devotos de Nuestra Se– ñora del Rosario.

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DEVOCION A LA VIRGEN DEL ROSABIO EN GUATEMALA. - SE ESTABLECE EN EL TIEMPO DE SANTO DOMINGO LA PRIMERA COFRADIA iDEL ROSARIO QUE HUBO EN CENTRO AMERICA.

Siendo el Santísimo Rosario devoción tan peculiar de la Orden Dominicana, nada de particular tendrá el que aseguremos aquí que esta tan bella devoción es tan antigua en Centro América como la llegada a esta tierra de los Religiosos Dominicos. Prueba de ello, aunque otra no hubiera, es lo extendida que en el día de hoy se halla dicha devooión por todo el territorio centroamericano.

Según que lo escribe el historiador Juarros, ya en primero de Noviembre del año 1559 se estableció la Cofradía del Rosario en la Antigua Guatemala. "Este día dice subió al púlpito de su catedral el Itrmo. Se–

ño~ D. Francisco Marroquín, y exhortando al pueblo a la devoción del Santísimo Rosario, dijo sería con– veniente se erigiese en la iglesia de Santo Domingo Confraternidad del Rosario, como la había en mu-

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