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y mira a

pobles niñas que estudian piano sinClonizall el ambiente con sus almas

Las notas del piano ,'uelan como insectos. El Gran Lago, iuconsciente, se baña a estas hOlas y los cocotelOs tiemblan hacia luna '

persona llega a tener ,éxito en su vida, sino que en el paso particular de Joaquín constituye un rasgo esen– cial de su personalidad

Su propia juventud, parece, estaba llena de un sentimiento de amargura que se proyectaba en una actitud poco seria, por lo menos en muchas ocasiones, hacia la poesía y la literatura De ahí lo mucho de broma, juego, burla e ironía que se trasluce en muchos de sus poemas que, consecuentemente, salieron per– diendo, y la super ficialidad que al mismo tiempo nota– mos en ellos Tampoco es por azar que, sin haber viajado nunca -más que uno vez a El Salvador y otra o Costa Rica- haya escritos poemas de viajes sólo por tener espílritu viajero como todo nicaragüense y haber sido inspirados literariamente por algunos represen– tantes de la nouvelle poésie francaise No vivió, pues, lealmente sus "Poemas de un Joven que no ha viajado nunca", como los vivieron, por ejémplo, los autores de

Poemas por un riche amateur, Westwego y Ouvert la

nuii Con el inglés que sabía casi por instinto pudo traducir mucha poesía, mas se limitó a escribir unos cuantos "Poemas de un Joven que no sabe inglés" En sus "Poemas de un Joven que no ha amado nunca", a pesar de lo falso del título, el amor de Joaquín no se concretiza en una mujer, es ideal, abstracto Lo mismo puede decirse de los personajes de ';Misterio Indio" son puros abstraciones mentales, producidas pOI el representante de un grupo social determinado que ignoraba lo realidad del indio

En resumidas cuentas su actitud poco seria ante lo poesía restó solidez y fuerza a su obra Fue, por lo que vemos, uno deficiencia grave, un defecto que, cuando tenía que encontrarse con sí mismo, tuvo que olvidar y prescindir Los poemas que tenía planeados in:nediatamente anterior a su muerte -el "Coral de los Conquistadores" y el "Coral de la Santa Misa"– indican que comenzaba o dejar de ser joven, que iba o tomar lo poesía, ya definitivamente y no en forma ocasional, como una cosa seria, muy seria

El sentimiento de amargUla de que hablamos lo encontramos sobre todo en el primelO y último verso del poema "Nosotros" "estamos desamparados en el mundo hediondo", verso violento de donde se origina–

I á cierto tono de la poesía inicial de Roberto Cuadro, sentimiento que se explica por un cambio decisivo que tuvo en su vida de una infancia holgada de niño rico y mimado, pasó a ser un joven pobre, necesitado de dinero Este cambio fue la causa del tono humorísti– co e irónico de los poemas "Perrito" y "Criterio de Joven Burgués", escritos durante su primero fase Creadora, entt e algunos otros Mucho de humor hay pOI lo tanto, en la "Oda a Bruno Mongalo", en "y~

tengo un ter nerito", "Canción de PlOveedurío", "Oda a los Literatos de mi Tierra", "Oda al Buen Ladrón", "Pasión y Muerte", etcétera, y también mucho de ni– ño mimado, especialmente en "Por, en, sin, sobre, tra, las palabl as" Pero donde veo claro su sen– sación de fracaso es en los dos últimos versos de "Ce– menterio"

En la tiella abullida de los hombles que 1011can se hizo piedl a mi sueño y desllllés se hizo {loho

2 -PRESENCIA INICIAL DE GRANADA

Nacido en Granada el 14 de mayo de 1914, Joa– quín Pasos se educó en el Colegio Centroamérica has– ta bachillerarse en ¡ 932 Antes había estudiado parte de la primaria en la escuela de la conocido maes– tra Carmela Noguera, a la que dedicaría uno de sus poemas de adolescencia "La era de la Carmela No– guera" Hasta un poco antes de entrar a la juventud

el ambiente que respiró, pues, fue granadino, ambiente que está retratado con fidelidad en sus primeras com– posiciones/ algunas de las cuales no recogidas en Poemas de un Joven Escribió una trilogía de poemas en fas que describe la ciudad a "Las Diez de la Mana– Ila" cuando

un señal sentado

leyendo los peliódicos del día yesos arbolitos de mi patio pel fectamente silenciosos,

después del aguacero que ha bañado las calles para darnos la imagen de uno niña con dos pollitos, un bar– quito de pap;el, banderolas de colores -elementos to– talmente infantiles-, alcaravanes, máquinas de cos– tura, flores, naranjas, etc En el segundo poema des– cribe la misma ciudad, vista con su ojo poético de niño, a "Las 6 y pico de fa tarde" en el que le dice a Pelusa, su novia

aquí en Gl anada hay un palque con una pila y ,un kiosko

donde se acm '¡¡ica el sol todas las hu des

Mil a .• illira . Los Pá}alOS blincan pOl que son de hule

(¿ qlllcn le dl(l pCllllISO al tren para hacer pu ptiú

(a estas horas?) una 10comotOla en la punta del muelle POl eso le tiemblan sus patitas rechonchas cuando la lancha se apresura a b aer la pl esa

y en el tercelo hacía lo mismo a "Las Doce la Noche", hora en lo que el fuego, el auto, los hombres se han perdido y

Las casas han cellado los ojos y las bocas y el aile e11 lemolinos quiele mOlderse su propia

(coja

Lo que más le atraía de Granada era precisa– mente el Lagó (esbozado nocturnafmente en el poema anterior) a cuyo muelle (del cual se conserva una ex– celente pintura de un granadino de ese tiempo que guarda, entre otras personas, don Luciano Cuadra) iba o pasear, a ver Id arrimada del vapor "Victoria" (tal como le sucede a Pedrito Ortiz, uno de sus heteróni– mas) y desde donde probablemente se le ocurrió escri– bir la "Odeta al Arco Iris" a los quince años "Canción" a los diecisiete y el poema en prosa "Amu~rela" a los dieciocho, composiciones ricas en ingenuidad que dan

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