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LAS MUJERES

EN LA CONFERENCIA DE LA HABANA

HORAClO ARGUELLO BOIJUíOS

Julisconsulto Nicaragüense Delegado

a In COnfel encía

Hoy ha culminado la seslon plenaria de la VI Conferencia con un debate feminista que aboga por la igualdad civil y política de la mujer La doctora Zaldivar, con estilo fluido y elegante ha dejado oí'r sus frases llenas de gallardía y elocuencia para clavar en el recinto respetable del Aula Magna de la Universidad el pabellón de sus parciales A los cuatro vientos se pregonó la doctrina de la feminocracia y la tienda de campaña que se instaló en principio con debilidad, pe– ro sin miedo, está convirtiéndose en baluarte poderoso con el lema de la igualdad

y a decir verdad, la mujer reclama cosa que le asiste No ha venido ha suplicar, sino a demandar un derecho que ni la obra unida de las repúblicas ame-ricanas puede arrebatarle ' Quizás sea Nicaragua unas de las pocas nacio– nes en donde la igualdad civil está perfectamente difinida y en donde, sin necesidad de llenar cum– plidamente requisitos indispensables, puede la mujer contratar y ejecutar cualquier acto de libertad sin cor– tapizas ni obstáculos de ninguna clase Desgraciada– mente el avance de principios modernos no vinieron a determinarse en nuestro legislación sino hasta hace unos veintitrés años, tiempo relativamente corto para concluir con la limitaciones perdurables de los matri– monios contraídos conforme el Derecho Civil anterior La doctora Zaldivar ha pedido en conceptos claros e impregnados de principios jurídicos, el recono– cimiento expreso de América para su sexo, ha recla– mado el lugar correspondiente en la vida privada, enalteciendo la condición a que se haya reducido, desea que la democracia se atreva o romper las puer– tas del hogar para cobijar o la mujer con la misma igualdad que al hombre, aspira en fin a convertir en realidad legal la frase de Kranklin "América será libre porque lo quieren sus mujeres"

La exposición de motivos para el logro de los de– rechos civiles fue seguido por la argumentación cen– tral a que, con toda seguridad, van encaminada Requieren además derechos políticos de modo pleno, intervenir en la organización política de los países, to– mar parte en las luchas electorales, ser personeras de la soberanía que reside también en ellas como partes integ rantes de lo nación

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y ES allí a donde desean llegar Lo primero tal vez no ha sido un pretexto, pero sí un medio poro abordar lo segundo

"Cuando el binomio Hombre y Mujer -dijo:- se convierte en la ecuación perfecto, entonces quizás el hombre deje de amarla como lo hace hoy, casi sin es– timarla, como a su objeto de placer y de lujo, exacta– mente igual que o un diamante, a su caballo preferido, o o su mejor perro, como a uno eterna incapacitada, como o su propiedad animada, pero entonces la ama– rá seguramente con un amor más grande, más noble, más perfecto y definitivo que el otro y por encimo de los beneficios de la utilidad, del placer momentáneo y fugaz que pueda proporcionarle su posesión actual" Los delegaciones todas, en profundo recogimien– to, escuchaban el más clamoroso grito de independen– cia femenina y cuando la culta oradora examinó la obra destructora de la esclavitud colonial, de lo escla– vitud de la rozo, logró impresionar o los rígidas efigies continentales con la sublimidad de hacer cesar lo es– clavitud de su sexo Frases conmovedoras amasadas

con cerebro y lágrimas, es la tradicional manifestación de la rebeldía femenina

y como es justo que ellas no quieran permanecer en bodega, rezagadas de libertad y privadas de sus derechos, han intensificado la gran revolución social que iniciara Abigail Adams cuando apenas se formu– laba (a Constitución de los Estados Unidos

Fuera de que las actuales Constituciones de América han sido promulgados con expresa declara– ción del derecho de igualdad y que, por consiguiente, es absolutamente imposible dictar leyes que se opon– gan a tan elevado principio, en algunas de ellas como la nuestra, que considera ciudadanos a los nicaragüen– ses sin distinción de sexos, implícitamente otorgan a las mujer derechos políticos Aun cuando la ley electo– ral, que es posterior pero ordinaria, prive o la mujer del sufragio, en sentido estricto, jurídico y legal no podremos asegurar sino que se ha dictado una ley sencillamente inconstitucional (1)

La lucha está empeñada La presión en que se ha mantenido a la mujer dará físicamente mayor fuer– za o la explosión

Aunque no quel ramos los partidos políticos serán sustituidos por los partidos de sexo

(1) Fíiese que desde 1933. año de 111 Conferencio de la Habnnn, ell Dr At'güello Bolaños ya ptcveía este elror Nota de la Redacción

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