This is a SEO version of RC_1967_11_N86. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »En el teairo no, señor. Lo hice de orden superior al llegar al cuar-tel.
Muñoz fenía lisio un resguardo para acudir a la Es.l:ación a cuidar al señor Mena porque zna dijo que feLlía noflcia de que querían asesinarlo. No Juvo fiempa de realizar su propósito pues al llegar del teatro donde se daba "El Loco Dios" lo desconoció la guardia y le dije que m.e -entrega– ra su arma. La guardia procedió así porque ya el sefior Moneada le ha– bía noHficado la destitución y mi nombramiento, según he dicho a Ud.
y con que objeio capturaban a Muñoz¡ no bastaba destituirlo? No señor, rae dijeron que era partidario del señor Mena y que dispo– nía de am.igos resuel.J:os en el cuarlel con los cuales ialvez podría oponer– se a la m.edida.
Cuando el Coronel Alvarez llegó enlregué la Dirección y lne refiré.
EN BUSCA DE AUDIENCIA
XVIII
Para obtener el sentir del señor Presidente Díaz en relación can los sucesos del 8 solicilé una audiencia varias veces.
Prim.era, por m.edio del Secreiario Privado Dador don Benjamín Cuadra.
Segunda vez - Por m.edio del m.ism.o Secretario señor Cuadra. No habiendo recibido contestación, la pedí por
Tercera vez - Dirigíle esta tarjeia:
Estirn.ado señor Cuadra: Estoy esperando su telegrarn.a relativo a la audiencia que soliciié del señor Presidente para el asunto de mi. libro. Le recuet"do su prorn.esa. Creo que por olvido no ha curn.plido U. Atenta– ¡nenia - Franco. Huezo.
En ninguna de esas ocasiones obiuvo respuesta.
Busqué enionces al señor Cuadra en SU residencia del Gran Hotel. Después de varias ii'1fruc±uosas ten±a±ivas, logré verlo.
Vea U. -rn.e dijo- nada le he conie!?tado porque el Presidente no quiere hablar de esos asuntos. Juzga que no es oporluno porque los áni– mos no están en calma.
Observe· U. -le contes:l:é-.- que 12. relación ingenua y sencilla de 1a$ . cosas a nadie puede ofender. ¿Acaso es prohibido revelar la verdad? ¿Cuando vamos a conocerla? Todo rn.orn.ento es oporl1..lno para hablar de ella. Los sucesos del 8 Henen gran significación en la hisioria política del país. Resuelto el prqblema en la forrn.a que lo hizo el destLTlo, desde es.e rn.orn.ento entró de lleno el parlido conservador a ejercer la hejemonía pú-
blica en Niearagua. ¿No lo cree U. asi'? -
-Estamos de acuerdo; pero ¿qué quiere U.'? El señor Presidente no quisre hablar del asunio.
y nos separarn.os: él, fumándose un :tabaco perfum.ado con anillo dorado¡ yo, con m.is cuariil1as y los femas de la "in±erview" en el bolsillo.
Transcurrieron diez días y volví a la intriga o 13- la carga, corno di– cen en la técni.ca ndlitar.
Entonces le hablé al Secrelario bibliorecario señor Mar±ínez. -Con mucho gusto, señor, con raucho gusro, daré al Presidente su recado.
y una vez, y dos, y tres, cuatro y cinco. ¿Cuándo le dijo a Ud. que podía yo llegar?
Todavía - todavía.
y se iba con su paso rápido de agente de negocios. Hasfa el día.
Hasia el día no, precisamente, sino hasta la víspera del día en que rn.e resolví a buscar la audiencia pública para hablar con el señor Díaz.
Fué en la mañana del jueves 6 de Julio.
ESPERANDO AUDIENCIA
Después de dar rn.i nombre en el rn.acizo parl6n de bronce del Carn.po de Marte, que se afianza en dos poderosas columnatas de piedra a
27
This is a SEO version of RC_1967_11_N86. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »