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EL FILffiUSTERO DE LOS DOLLARES

Comelio Vanderbit

LA GUERRA

El drama de la guerra centroamericana contra Wal– ker y sus filibusteros es el mayor que ha vivido ]a his– toria de Centro Amérioa.

Cuando tuvo lugar la invasión filibustera de Nica– ragua (1855-57) se libraba UD duelo a muerte entre EE.UU. e Inglaterra por la primacía en la construcció.n del Canal Interoceánico, obra para la cual Nicaragua ofrecía entonces las más seguras perspectivas.

Era pues, una lucha que podríamos llamar mun– dial por tratarse de las grandes potencias europeas dis~

putándole a los Estados Unidos el predominio sobre las rutas principales del Comercio Universal. El gran pe~­

sador y novelista ingles, \VaUer Scott lo había predi~

cbo: "Centroamérica es la llave de los mares. Quién la posea será el dueño del C9mercío Universal".

Mientras tanto, en la insaciable mente de William \Valker su pensamiento cardinal llegó a ser el de for– mar aquí, al ser de los Estados Unidos, una vasta na ción o imperio militar, con los cinco países de centroa– mérica, algunos estados de México, Cuba y las dos ru– tas interoceánicas de panamá y Nicaragua. Todo esto para estar listo a la orden de los Estados del Sur cuan~

do se iniciase la lucha a muerte de esos Estados escla– vistas y separatistas contra los abollcionistas y defen· sores de la unidad nacional y total de los estados del Norte.

Este célebre multimillonario descargó sobre Walker

J

que le había quitado sus concesiones

de Nical'agua, el golpe de gra–

cia, a fines de 1856, al pl'opor~

cionarle a Jos costarricenses el

medio de privar a los filibus–

teros de Jos barcos del río San Juan que los proveían Inagota– blemente de reclutas, armas y

recursos bélicos de toda clase.

Vanderbllt, en efecto, había citado durante muchos meses en correspondencia con los Presi· dentes de Centroamérica tostán–

dolos para que se le uniesen

contra el enemigo común; y aho– ra que ya todos los gobiernos habían salldo al campo de gue– rra y los filibusteros se enCOD–

traban estreohados, comprendió que había llegado la hora de su

venganza.

Ya se podía contar entonces con las enfermedades, el ham– bre y los aliados para un rápi. do derumbamleuto del régimen fUlbuslero.

WALKER DESEMBARCA EN RIVAS