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a ese olvido? Nada importa: la conciencia de los pueblos, que es la conciencia de Dios, justa e iDcon~

trastable, ha consagrado el 14 de septiembre, como uno de los mejores y más hermosos días de la pa

M tria.

Vosotros no lo habréis olvidado el país jemía bajo la más odiosa esclavitud: una larga y sangrien– ta guerra civil, seguida de una extraña domlna· ción, tan tiránica como salva3e, le hablan reducido

a la más triste y lamentable situación pobre, dé– bil, casi impotente, solo de Dios, por la virtud de un milagro, pareela esperar la reivindicación de su libertad Pues bien: unos pocos de vosotros fal~

tos de todo, pero ricos de 90razón. de entusiasmo acaudillados por un viejo soldado de la República' tan valiente como sufrido, luchando contra lo má~

escogido del ejército invasor, uno contra tres al– canzabais, en la memorabl'e jornada de ese' día uno de los más gloriosos triunfos de la causa de ]a

independencia nacional Al anuncio de esa victo– ria, llevado en alas de la fama, y al aspirar el hu– mo de ese combate, esparcido por el viento de las llanuras de San Jacinto, el país, sacudiéndose de la postración en que yacía, se levantaba como un so–

lo hombre para reconquistar, en sangrienta lucha su libel tad, su hogar, su religión y cuantos objetos calaS le habían sido auebatados

Por eso se ha dicho, con sobrada razón, que la

gloriosa batalla de San Jacinto, decidió de la liber– tad de Centro América.

Fecunda en portentosos resultados, al lustre y

gloria que daba a las armas de la República, a la gran importancia polltica que hacia alcanzar al pats, un res~ltado no menos importante producla, a saber, el heróico ejemplo que, triunfando en lu– cha tan desigual, presentaba a todos los pueblos oprimidos, enseñándoles de cuantos prodigios es ca– paz de obrar el amor de la libertad y la indepen– dencia

Gloria eterna a los que tan grandes cosas hi–

cieron. ¡Loor eterno al ínclito General Estrada

J al héroe del 14 de septiembre La patria le debe

una inmensa deuda de gratitud: nada significa que por uno de esos azares de la suerte, él, que tanto como el que más, contribuyó a volver a los nica– ragüenses su perdida patria, haya ido, hace más de cuatro años, a mendigar un asilo en patria estra– ña: ella no puede ser responsable de los eflores

Ó aberraciones de un partido, porque un partido no e5. nunca la patria; y si aquel en el calor de las contiendas civiles, suele con frecuencia olvidarse y

hasta recriminar al hombre patriota, que dió a su

país todo cuanto bueno habla recibido de Dios, esta en recompensa prepara siempre una corona para sus sienes

SOLADOS! ¡Viva Centro-América! ¡Viva Nicaragua!

Isidro Urteoho.

Granada, septiembre 14 de 1867.

EL PRESIDENTE GUZMAN, EL GABINETE Y

EL GENERAL ESTRADA CELEBRAN LA BATALLA DE SAN JACINTO

El 14 Y 15 fueron dies dedicados a regocijos

públicos en esta capital

El primero en honor de la célebre victoria de San Jacinto ganada por el Gral. don José Dolores

Estrada sobre los fiUbusteros el 14 de septiemble de 1856

Al amanecer, salvas de artillería y diana. Al medio día, visita de los cludallanos de todas las con– diciones al mismo Gral. en su casa de habitación A las 4, palo de cucaña, en donde los muchacho~

hicieron de las suyas. En la tarde, banquete en el Palaoio Naoional¡ ofrecido por el Señor Presi– dente al señor Gra. Estrada.

Concurrieron: el señor Presidente el señor Gral Estrada, los señores Ministros. Lcdo don Ber– nabé Portocarrero, don Anselmo H Rivas y Dr don Teodoro Delgadillo, el Subsecretario 'de Ha– cienda don José Jiménez, Dr don Máximo Jerez Lcdo don Francisco ZamOla, Senador don Federi~

co Soló1Zano, don Sebastián Gutiérrez, el Secreta– rio de la Comandancia general, don Gonzalo Espi– Doza, don Felipe Wiser, y el que escribe

Estuvo espléndido y muy animado Los brin–

dis fueron todos alusivos a ·la circunstancia. Sen– timos no recordar más que dos. El uno del señor PI esidente, quien brindó:

Upar el honor que le habían hecho los ciuda– danos que le acompañaban en esa ocasión, con el objeto de felicitar al General Estrada por su victo~

ria que contribuyó a salvar nuestra independencia amenazada por los filibusteros".

El otro del sefior Lcdo Zamora

J

quien dijo: "Brindo por la restauración de la Independencia en los campos de San Jaclnto, por el modesto republi~

cano y esforzado caudillo, Gral. Estrada, que tuvo

la gloria de dar su nombre a aquella jornada me– ffiOlab1e-Brindo, sefíores, por S E el Presidente de

la República, porque hace justicia al mérito"

En la noche, iluminaci~n y fuegos de artificio

Tomado de la uGaceta de Nicaragua", Mana–

gua, sábado 19 de septiembre de 1868 Páginas 298 y 299

IN MEMORIAN

Ayer se cumplió un año del fallecUmento del General don José Dolores Estrada. El Gobierno haciéndose eco de los sentimientos de los nicara· güenses, quiso dar un testimonio de estimación a la memoria del gI an ciudadano, mandando celebrar una Misa FúnebIe para el descanso de su alma, en esta Santa Iglesia Parroquial, a las diez de la ma~

fiana .

La ciudad de Managua, a quien tanto honra de haber visto nacer en su seno a ese insigne pa– triota, fué representada en la ceremonia por un gran número de sus vecinos

También estaban presentes: los señores Minis~

tros, de Gobernación, de Guerra, de Hacienda y Fo– mento y el Comandante de la GU31dia de los Supre– mos Poderes ti. la cabeza del Cuerpo Militar El señOl Ministro de Gobernación y Guerra, pronun– ció un sentido discurso, el mismo qeu corre im– preso en el presente número

Algunos amigos particulares del finado, en la mísma mafiana le habían hecho celebrar otra misa de requlen

El' pabellón nacional estuvo enarbolado a me– dia asta durante todo el día, y el cafión disparaba de hora en hora

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