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mayar reducción de la mortalidad, ocurren en las fa– milias de más baja capacidad económico, que consti– tuyen lo mayoría, los duros efectos de la pobreza, se pueden empeorar.

Lo anterior, agregado 01 crecimiento extraordina– rio de la urbanización o sea el movimiento migratorio del campo a lo ciudad, especialmente a la capital, que en sí es un buen fenómeno porque el desarrollo eco– nómico guarda relación con el grado de urbanización, viene o imponer la necesidad de tener industrias y ser– vicios que absorban eso nuevo población, paro evitar que la frustación que puede ocurrir al encontrar en la ciudad peores condiciones de vida que en el campo, los lance o caminos inconvenientes y escapes antiso– ciales. El día que nosotros hayamos aumentado lo productividad en la agricultura de tal manera, cama ocurrió durante la segunda guerra mundial en los Es– tados Unidos, que con menos gente y menos tierra produjeron bastante más alimentos y materias primas, y tengamos carencia de mono de obro en industrias florecientes, entonces esos movimientos serón útiles y sólo quedarla una torea de entrenamiento.

y hay otro fenómeno social de gran significado, que beneficia y acelera el progreso, como lo atestigua la experiencia de otras partes, cual es el surgimiento de una clase medio vigorosa Precisamente los ingre– sos obtenidos en estos años de prosperidad, las opor. tunidades dadas por las nuevas empresas de servicio y las nuevas industrias, han permitido a grupos de gente de otros estratos pensar en prepararse y ocupar posiciones de todo tipo que antes estaban casi reser– vadas. Esta clase medio inquieto, deseosa de apren– der, porque comprende que el saber es su mayor rique– za, impaciente por ver cambios estructurales, es una fuerza de progreso. Indudablemente estamos vivien– do una época de cambiantes circunstancias, de crisis y de esperanzas

Se comprenderó, en consecuencia, porque no podemos hablar ya de desarrollo económico sin pro– greso social No podemos invertir con sacrificios generales y producir mayor ingreso, sín procurar sin– ceramente su mejor distribución. La política econó– mica debe tender a evitar que el desarrollo sólo produzca el mayor enriquecimiento de unos pocos; y no es que en Nicaragua, dichosamente, como decia un agudo gobernador del Estado de Ohio "las utilida–

des sean una mala palabra'J, y' por el contrario, com–

prendemos que lo ganancia es el acicate mós efectivo para trabajar, debemos, sin embargo, preocuparnos de reducir las disparidades, de distribuir mós adecuada– mente la tierra laborable, de ver que haya mayor igualdad de oportunidades, si queremos estabilidad, justicia y paz social Debemos escoger el camino de la evolución en todo orden, para evitar la perturba–

ción

Porque los aumentos de la producción son indis– pensables para poder satisfacer las aspiraciones del conglomerado social y la producción tiene relación directa Con la educación, porque se necesítará cantar con líderes verdaderamente preparados y conscientes

para resolver problemas tan complejos, creo que de. bemos hacer un examen más cabal de nuestra actitud nacional hacia nuestras facilidades educacionales y terminar de una vez por todas con el criterio de que los desembolsos en la educación son gastos sociales y

no problemos económicos o inversiones humanos.

Se ha afirmado que en Centraamérica uno de cada dos niños elegibles se matriculan en las escuelas primarias Uno de cada cien completan la secunda– ria y sólo uno de cado mil llega a la Universidad Ese tos cifras indican que son muy grandes los esfuerzos que deberán hacerse en el campo educacional y que en nuestro pequeño mundo centroamericano integra– do, la relativa capacidad competitiva dependerá en mucho del nivel de educación

No obstante la urgencia de aumentar las facili– dades educacionales de toda especie y de que ha sido costumbre pensar que el énfasis debe ponerse en la escuela primaria, yo soy de los que se inclinan a pen– sar que el mayor rendimiento a más corta plazo puede lograrse dando preferencia definitiva a la educación superior. Sin perjuicio de mis convicciones democró– ticas, me parece que estos lugares relativamente atrasadas no pueden darse el lujo de esperar tantos años para que produzca frutos la escuela primaria. Según algunos técnicos, para duplicar el producto na– cional bruto sería necesario triplicar el número de es– tudiantes de secundaria y en las universidades Para el desarrollo Latinoamericano la educación superior representa un punto de partida

La Universidad Nacional Autónoma de Nicara– gua ha elaborado, por primera vez en su larga historia, un plan de desarrollo propio, que sin olvidarse de la cultura, tiende a producir la mayor parte de los profe– sionales, técnicos y peritos que en los próximos años va a requerir nuestro país Ese plan que da idea de procedimiento científico, de recopilación de datos y de reconocimiento de circunstancias para determinar la ruta a seguir, pone de manifiesto que esta Universi– dad nuestra ya es una institución moderna ,dirigida

con conocimientos y con brío

Esas metas, sin embarga, no padrón lograrse si la Unive' sidad no cuenta can la comprensión perma– nente de nuestros gobiernos ni sin el respaldo de 'la comunidad Este laboratorio humano, moldeador de ideologías, es tan importante para el futuro de la so– ciedad nuestra, de libre empresa, que creo en lo dig– nidad del individuo, que no podemos más permanecer aislados Debemos apoyar a la Universidad para fortalecer su independencia y para que sin perturba– dones y sin prejuicios, florezca en éfla por siempre la libertad

Señores Yo agradezco 01 Rector doctor Carlos Tünnerman B la oportunidad que me ha dada de es– tar con ustedes Ojalá que después, otros hambres vengan can mejores mensajes, para que ustedes los conozcan y para que éllos conozcan también a la Uni– versidad y a ustedes estudiantes, futuros dirigentes de lo Patrio