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misma Institución Llevó también a varios semina– ristas nicaragüenses, pora que se formaran debido– men en el Pía Latino, de Romo, junto a lo Cátedra de San Pedro, bajo las miradas solícitos de las Sumos Pontifices y saliesen bien empapados en la sana doc– trina de lo Iglesia Católica

La actividad incansable en promover la glol io de Dios y la salvación de las almos, que todos admiraban en ello

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provenía de su unión con Dios Esta unión nace y se alimen1a mediante la oración en que el alma se pene en comunicación con el Supremo Hacedor Dios es la fuente y el manantial de donde procede todo cuanto hay de bueno en las el ¡aturas y por eso cuanto más unida esté el alma con Dios, tanto más grande es el caudal de gracias que recibe de El Doña Elena era una olmo entel am~nte consagloda a Dios desde su juventud Dios era lo aspiración d8 su alma pura Oigamos lo que nos dice su sobrina Julia l/Desde que comienzo mi vida, es decir¡ el mundo de

mj~ prime¡os reeue/dos¡ la figura de Mama Elena se de$taea muy c1aromente en mi memorial va unida a todos mis recuel dos como que forma parte de mi vida mismo¡ pues ella me enseñó o rezar¡ me llevaba con–

~igo cuando iba a visitar los enfel mes O asistía a las funciones de iglesia C6mo dormía en su mismo CLIarto, siempre que me despertaba de noche lo veía arrodillado en el suelo, (nunca, ni en las iglesias usa– ba el reclinatorio), alite su· mesa donde tenía un CI u– cifijo y una calavera Se alumblaba con LIno lámpa– ra tubular, con la cabeza íncl,inada y las manos juntas hacía la oración Yo creía que así pasaba la noche, pues nunca la vi acostado¡ por supuesto que sería que yo me dOlmía muy templano Con lámpara me ha– cía levantar y me llevaba a la primela misa, Habla– ba de la santa misa con gran unción¡ decía que el a un tesoro de valor infinito que teníamos en nuestra mano La Cuaresma la pasaba imitando la penitencia y soledad de Nuesl ro Divino Redentor en el desierto de JLldá Ayunaba todos los días de la semana, excepto los domingos Se encellaba en su casa y no admitía visitas de sociedad¡ sino únicamente admitía a las pel–

sonas que reC1lmente necesitaban tratar algún asunto con ella POlO ello tenía (Ivisada a la sirvienta que cuidaba d~ la puerto que preguntase el asunto que

tI oía, y si era LlIlicamente una visita de cortesía le dijese que Doña Elena estaba en letiro y que le había avisado que nadie lo visitase Ella misma suprimía durante toda lo Cuaresma toda visita o parientes y conocidos poro únicamente atender a los obras del es– píritu Repartía todo este tiempo de Cuaresma entre oración, meditaciól1, lectura espiritual, trabajo manual y asistencia a las funciones de la iglesia Con la es– tancia de los Podres de la Compañía de Jesús había aprendido a meditar y tener oración según el método enseñado por Son Ignacio de Loyola Cuando éstos H.elon expulsados del pais, aprovechaba el tiempo de CUOI esma para hacer los Ejercicios de Son Ignacio con el libro que le proporcionó el Padre Cardella que, como hemos dicho, era íntimo de la familia Arellano

dejór en libertad al poder de las tinieblas, a pesar de

todos los esfuerzos en contlorio, lIevaró a cabo sus

obras de inquidod, orrajándolos del país, con gran

sentimiento de todos los corazones rectos y sincera–

mente católicos

, Los Jesuitas, dispersos por la República, fueran concentrados, unos en Corinto y otros en Granada Doña Elena trató de suavizar las molestias de la con–

centración licenció los alumnas que estaban ,en el

Colegio para dar asilo a los 19 Jesuitas que lIégaron, y allí fueron atendidos con solicitud maternal por Doña Elena Sufrogó todos los gastos que ocasionó lo per– manencia de los sacerdotes durante un mes, esperan– do el vapor que' debía llevarlos fuera de Nicaragua El día 8 de Junio de 1881, reunidos los 19 Jesuitas en el muelle, en medio de uno inmenso muchedumbre de pel sanas de todos los categorías, que de diversas ma–

neras hacían demostraciones del más vivo dolor, fue–

rOI1 conducidos 01 vapor "Coburgo", que los llevó fue–

ro de Nicaragua

Uno vez salido de Nicaragua, el P Cardella no se olvidó de la familia Arellano ni de los granadinos Destinado o ocupar uno cátedra de filosofía y letras en lo célebre universidad de Fordhbm, de Nuevo York,

mantuvo frecuente con espond9ncia con poñQ Elena

y la familia Arellano, y aquellos sobrinos, Narciso, Da– vid y Germón, a quienes corrigió más de una vez en Granada, porque rezaban el rosOI iD demasiado epr ¡so, cuando Doña Elena lo dirgio en familia, los tUVO de discípulos en su aula, y uno de ellos alcanzó el ser ins– crito en el Cuadro de Honor de lo Universidad' como uno de los mejores comentadores de los autores clási– cos gllegos

La Iglesío es la contínuadora de la obra. de Re– dención que Jesucristo trajo a este mundo Por Ella y en Ella nos vemos libres del pecado y nos incorpora– mos a Jesucristo mediante la divina gració en, lo ti e– "'a, pára reinar luego con El por eternidad de eterni– dades en el cielo La Iglesia se pérpetúa por medio del Sac. amento del Orden, cómo se perpetúa lo espe– cie humana, por medio del matrimonio

Para recibir el Sacramento del Orden se rrecesita ser llamado por Dios a esta digridad "Nadie debe ejercer el oficio de Aarón sin ser lIán"lodO pOI Dios Lu necesidad de los sacerdotes en lo Iglesia de Dios es esencial, porque sin ellos no puede subsistir Doña Elena, que tenía y sentia hondamente el espíritu cató– lico, procuró por todos los medios ayudar a aquellos que sentíanse llamados por Dios al sacerdocio, Tan pronto como sabía que algún nifío de b\lenas cualida– des pretendía ser sacerdote, le anímaba a seguir la

vocación divina, y si veía que tenía dificultad para

sufragar los gastos necesarios paro su instrucción, le

oyudClba económicomznte Varios de los sacerdotes

que ejercitaron y actualmente ejercen los ministerios

sacerdotales, se lo deben en gran parte a Daña Elena En los viajes que hizo a la Ciudad Eterna, Roma siempre con fines piadosos y apostólicos, llevó un con~

siderable número de jóvenes de ambos sexos, nicara–

güenses, para las caSas de formación que se hallaban en Italia El año ,1897, acompañada de ·su sobrino N, ciso Seque ira, que ingresó en la "Institución Sale– siana", llevó a otros 11 ovencitos que ingresaron en la

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MUJER SANTA Y VIRTUOSA

DE ORACION

SU ESPIRITU