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de los comisionados para redactar el proyecto de ley electoral y me refirió lo siguiente: "La discusión fué en un cuarto del hotel Lupone, separado por un tabiqOe del

que yo ocupaba. Comenzaro" por la lectura da un ar..

cuto en que se disponía que"mientras se practicaba las elecciones, la fuerza pública e~taria situada 6 "conve..

niente" distanda de las n\esqs eledoroles. El doctor

Madriz obietó "qua eso era mvy vago, que daba lugar

al aboso de los directorios y q~e era preciso fiiar lel dis– tancia á que debería situarse la fuerza pública.

FUERZA DE REPRESioN ELECTORAL

El Dr. Sansón recnazó aquella idea, sostuvo con calor

que se debía dolar al arbitrario el directorio la distancia

á que conviniera situar la fuerza para emplearla t0r- opor–

tonidad y declClró que el pClrtjdo liberal hClbía llegado al poder por la fuerza y que por la fuerza lo mantendria. El dodor BoniU", actualmente Presidente de Honduras, observó 6 su colega de la comisión, que 850 era anti– democrático, que no deblan fQtsearse tos principios y que convenía que la lay estuviera en consonancia con ellos aunque en lu práctica se procedierg como al parlido le pareciera mejor". Esto era mcí.s que Usíntoma": era la

enfermedad misma que se anunciaba de manera inequí– voca: la tiremia arrabujada con el manto de la democra–

cia.,

ELECCIONES DE DIPUTADOS

La ley electoral se publicó y conforme á ella fueron

practicadas las eleccionas. la prensa independiente exa–

minó aquel esperpento y descubrió y señaló en varios

puntQs la tiranía en ciern~$ á P&sot del manto democró... rico con que se había pretendido encubrirla. Las llama– das er~cciones dieron también much,o que decir. Todos los candidatos fueron libremente electos en el Palacio de Managua y de allí pasaron á las urnas, llevados en cado localidad por (as autoridades, salvando las apa– riencias de que el partido liberal, sin competencia, uni– do y compacto, había sacado triunfantes 105 candidatos de su predilección. Nadie pens6 siquiera en acercarse

á las urnas. Genuinos, progresistas y clericales, fueron espectadores del sainete liberal. Apenas en Granada tu.. vieron algunos la humorada de simular que disputaban

la elección; pero les cosIó caro la ~roma porque el Go..

bernador de Policía llevó él la cárcel ó los principales bro–

mistas como trastornadores dei ord~n público.

El clero fue excloído del derecho de ser electo y en

la prácticQ sólo se concedía derecho de "elegir" á los

que votClsen con la papeleta oficiClI. El resultado fué el que debía ser: triunfo á la redondaí pero no triunfo del

liberalismo, sino de 105 elementos heterogéneos, que, uni– dos por la ambici6n y otras pasionf¡ls, 50 habían apode..

rada del poder público. Proebo de eUo fué la Asamblea

que se formó, verdadero gl90te pplílico, sin cohesión, sin unidad, sin ideales, sin brújula, sin rumbo, s.in nada de lo que constituye una Asamblea nacional, ni siquie..

rd U~la Asamblea de partido; pero este asunto merece ca..

"hulo aparte.

LOS REVOLUCIONARIOS HONDl1RE~OS

t

NTRE los diputados á la Con.iiloyente fué electo el doct"r <;lon Pollcarpo BonillCl, jefe del partido liberal hon– doreñe¡ '1 pretendiente de la Presidencia de la República.

La Q~"te sensata censuró aquella elección _ como antlpo..

lítica, previendo qu.e el Gf;)bierno de Honduras la consí ...

derasa como un acto de hostilidad. Desde Sacasa, las

r~lac:iqne~ entre Honduras y Ni.caragua no e~an cordiales.

Con.el triunfo ele la revolución de Abril se había ate.

nuado' la tirantez, porque ~I at;fvenimiento de los conser~

vedares, amigos de lo ql.}ietud; era una garantía de paZ'

y pohía término 6 la constante amenaza de los emigra.. dos hondureños asilados en los pueblos de Nicaragua, fron1erizos (on Honduras. El ¡efe do esos emigrados había hallado muchas simpatías en Nicaragua, tanfo entre los conservodores como enfre los liberales; erQ pú–

bli<o qoe le habian facilítado algunos eleníentos de gue–

rra y recursos pecuniarJos para la última de sus tentati– vas y que desl>ués del fracaso se refugiaron en Nicara– gua, huyendo de la persecución del ejército vencedor. El triunfo de la revolución de Abril puso término .., esa anomalía y dejó á los emgirados hondureños sin espe– ranzas de obtener auxilio para una nueva intentona. Es– ta falta de esperanza en los conservadores, les ech6 en brazos de los liberales, se identificaron con estos y se lanzaron á la revoluci6n de JuUo con la formal prome– sa de que en caso de triunfo, se 'es daría apoyo para

derrocar al partido que dominaba en sú pairla. Esto era público, y más notorio se hizo después del trionfo porque los hondureños querían marchar Inmediatamen– te sobre Hondoras, se alistaban á la luz del día y na haclan ml.terlo del compromiso que (on ellos hobla.

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"El Centinela", (1) dIario de Managua, censoró lo que se estaba haciendo y llamó la atenclón de la Junta de Gobierno hacia ese acto de hostilidad para el Gobierno de Honduras con quien Nicaragua estabe. en buenas fe.. laeíones. La denuncia do "El Centlnele" hIzo contener el

movimiento, se recogieron 105 elamentos que tenían 10$

hondureños y se procuró calmar la inquietud que podio haber en Hondoras.

MILITARES EN PUGNA

Al efecto, el General Ortlz telegrafió al General Vózquez participándole el trlunfCl alcanzado por la

revolud6n y haciéndole protestas de amistad. Entre estos dos generales existían intimas relaciones des.. de muchos años antes y tan amigos se les creía, que,

cuando estalló la revolucíÓn encabezada por Ortiz, se

creyó en Granada que contaba con el apoyo eficaz de

Vásquez. También Gómez telegrafió á Vásquez en el tono familiar de antigoos amigos; le habló de las ma–

quinaciones puestas en juego para indisponerlo con la "gloriosa"; unos tratan como á comadres, le decía, po.. ra que choquemos, pero no somos niños para caer en

105 lazos", y concluía protest6ndole amistad. Este ardid tenía por obieto enervarle y adormecerle para que no diera crédito á la verdad que corría de boca en boca, evitar que se les anticipara y tener tiempo de preparar.. se para herirle con certero tiro, como posteriormente lo

confesó el señor Bonilla en un Mensaje dirigido al Con-

1) Direotor dé "Jill Céntiriela." era el hOy Generu José

MaTía Moneada.

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