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JAIME INCER

(biólogo nicmagüense)

NUESTRO

GUAPOTE

Los Guapotes y tv\oiarras que existen en los ríos y

lagos de Nicaragua pertenecen Ci la gran familia de

los CICHLiDOS, con más de 600 especies clasificadas des–

de Texas hO!ita Argentina

Casi todos pertenecen al género CICHLASOMA, y

corresponden sistemática y eeológicamente a otros gé.. neros que existen en Af,ica, en la India y Ceylón. Los Cichlidos se caracterizan por sus cuerpos más o menos aplastados, oios grandes, aletas continuas y

armadas con gran número de espinas. Las fosas nasa– les es~án constituidas por un simple par, y no son ocu– padas: para la respiracián sino como sentido olfatorio

y posiblemente gustativo.

Estos peces son de carácter agresivo y pendenciero, especialmente en las épocas de la reproducción. Desa– rrollan fuertes instintos paternales y gran aptitud para

la sociabilidad

Ofrecen coloraciones da lo más variadas, desde el

grin parejo, salpicado con puntitos claros, al bandada,

manchado y acebrado. Nuestro CICHLASOMA ERYTRAEUM

es de hermoso color roio Las mojarras pequeñas ofre– cen acentuados colores que los hacen muy apetecidos para acuarios y estanques.

Los grandes Guapotes merodean preferentemente

en el fondo del aguo, donde mimetizan perfectamente, con sus moti ces grises y salpicaduras, el color del subs– trato. Los que se desplazan entre aguas clal as y con vegetaci6n acuática, donde los rayos sQlares se quiebran en haces de luz, son banaados pera disimulor este efec–

to.

En general los guapotes buscan los sitios rocosos en el borde de los lagos o los ríos pedregosos que ofre– cen no solamente muchos sitios de protección, sino tam– bién lugar seguro paru desovar. El macho escoge el sitio más apropiado para este pro(J6sito, pero ambos padres se turnan en el cuidado de fos redén nacidos. En el principio deJ invierno, cuando las aguas se cargan

de ricos residuos orgánicos, es la estación más propicia para la reproducción.

Las formas pequeñas son de hábitos horvívoros y

prefieren las aguas y pozas tranquilas donde la vegeta– ción acuática de la periferia o de escaso fondo ofrece amplia alimentación. Los guapotes grandes son carní– voros, poseyendo para tal efacto dientes bien desarro– llados, cónicos y apuntados. Hacen presa de las pe– pescas, sardinas y íuJuminas.

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la localización de la tuesc se verifil':o con el auxilio de los ojos. Al respecto vale la pena aquí mencionar qua la inh'oaucción de la Carpa israelita en las aguas nicClragüenses, es ciertamente un gran inconveniente para los hábitos alimenticios de nuestros glandes guapotes, pues lo carpa busca su alimento revolviendo la arena

o el lodo de fondo enturbiando la visión de los guapo– tos

El guapote africano, TILAPIA MOSSAMBICA, ha si–

do experimentalmente introducido en nuestros aguas, porque ofrece la ventQja de reproducirse prolífieamente

y con gran rapidc:t. Aunque esporádicamente se en.. cucntrctn especímanes grandes, la gran mayorio no pe– sen las dos libras.

L~ TlLAPIA tiene un método curioso de criar. Los machos eXcavan con lo boca UI1 aguiero sobre 01 fondo arenoso o lodoso y tientan C1 la hembra para que de– soven en dicho aguiero. Una vez fecundados los hue– vos, la hembra los guarda en la boca, donde los

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em_ polla", emergiendo las crías do la boca a las pocas semanas, y hasta recurren a ella en busca de protec– ción cuando se sienten amenazadas.

La TILAPIA GALlLAESA es abunclantísima on el lago

Tiberíados, y hasta se le ha considerado el pez de re– producción milagrosa de 105 relatos bíblicos.

En ralación COil la necesidad de importar peces ex– hcmieros a nuestras aguas nativas, dicho sea de paso

que aunque en muchas partes del mundo tales introduc– ciones hcm sido exitosas (debido principalmente a que la especia importarla ha oncontrado un nicho ecolégico va– cio), en la mayorfo de 10$ casos estos peces extranieros han tenido que competir y desalojar a valiosos ospecies nativas. Por tanto, sería recomendable como primer paso por toda campaña pisicultoro, hacer un esludio mi– nucíoso sobre la ecología de los grandes guapotes no– cionales, pO!"(1 evitar dcs:lstrosas consecuencias. El más

grancle de nusshos Guapotes es el CICHLASOMA MANA–

GUENSE, que existe en la cuenca de nuestros lagos y

posiblemente en fodos los ríos de la vertiente del Caribe.

En su mayor longitud llega a alcanzor hasta 23 pulga– das ele largo, pesando de 6 a 7 libras. Manifiesta gran

vi:alidad, aun después de varias horas de sClcado del agua Se ha obietado contra la crianza artificial de este gron guapote, su lenta r3producei6n y prolificaei6n; pe– ro mientas no se conduzcan estos experimentus teniendo

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