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fundidad y estaba en camunicod6n con un hoyo Menor

e irregular de; Aundimiento di Swr.

Al O de esos hoyos se extendía el fondo peque;;o lB 170 m I del verdadero cráter occidental Unos restos del ,fondo más aAtiguo y mucho más extenso del cráter

occidental- representan unas termsas 01 N Y SE

Había en 1899 varios _solfataras y fumarolas en las faldas de los cráteres occidental y medio como en el fon<:lo,del gran hoyo de hundimiento Una grieta larga concéntrica se hllllaba cerca del orlo NE del cráter medio

al interior

lapili, escorias, cenizas y bombas, a veces grandes,

componen principalmente los diferentes cráteres, mien–

tras que la parte más antigua de la circunvalación al

Sur de la bacía mediQ consiste en roca viva

En la falda exterior del cráter occidental existe una

cuchilla dirigida hada el SO Muchos trozos de lava,

que incluyen pedaz05 angvlosos de otras lavas de otro

c<>lor y de consistencia más c.ompada, se hallan :frecuen·

temente ,en la falda occidental del cerro En la terrosa, que es la superficie cOAservada de la basa del Turria/–

ba e Irazú, observé uno pequeña colina, que talvez es

de origen volcónica ,Ademós existen en ella 2 logos

chiquitos, que las Señores Putnam y Fernández Peralta

consideran como cráteres

~a roca es and~síta de pyroxeno

Durante la serie de temblores que dfligió la Repú· blicd de Co~tarrico en el m~s <:le marzo de ¡ 9;24, se habló en el pais de varias erupciones, v gr del Po6s, de/ Volccín del Congo, o el de Herradyra. Pero resultó que no ha habido tdl erupción El Pací. y el Congo, co– mo también el antiguo maar de' la Laguna del Misterio al Norte de dichos voicanes se mantuvieron completa–

mente tranquilos, mientras que el Cerro de Herradura no e$ volcón, sinC,l \,Jn cerro de roca eruptiva mós antj~

gua, que no tiene la estructuro de un strotovolc.6n, co~

"10 he poe;Jido averiguor, cuando visité el cerro en 1924

en compañía del Ingeniero Don Ricordo Fern,ández Pe– ralta

7. EL VOLCAN DE CHIRIQUI

A gran distancia de los volcanes costarricenses se levanta ya en territorio panameño enteramente aislado

el volcán _de Chirlqul ,a 3374 m A consecuencia de su

situación en una región anteriormente poco accesible el

voicán ha sido poco atendido por geólogos Solamente M Wagner ha c!edicado en el año de 1858 ¡ 9 dí,a,s a la explora~ión del vol~án y de sus alre<:le<:lor,e,s; él q:ms– truy6 tombién el primer mopa b~ena de )0 provin~io

de Chiriquí; pero no logró llegar hasta la ~úspide del

volcán,. porql,le él, como numerosps otras e~pediciones,

habla hecho el ensayo ce ascenso al lado accidental, donde cuchillas intransitables parecen hocer(¡, impasi·

ble En vista de e~tas experi~nciqs ens9yé el O$c;;enso

del SE (del Halo de los Lambere. cer~a Boquete) di llegar en la vecindac del voicán en 1889, PQSa01<:1o por las ",\,omas" del voicán, y logré mi fin haci!'01do dos veces uso de un bivac a ,2340 m.

Por desgracia na he po<:li¡:Jo C!edi~qr más que 5 día. di voicón colosal, qu,e de~pu.és fu_á visitado, por Pit– tier, Lut~, Mac Danalc;! y otros Por cOO1siguiente tengo qu,e recurrir"a lo cescripción de M Wag01er, Este inves– t\gac!or in~onsoble dice; "El grqn voicán de Chirlqul, el cerro mó~ alto, c!'¡l pdls, qU,e formo sólo, un grupo de cerros rnós a menos coniformes,y ~e ,<:lrrim<:l ,q ,(<:l falqa

meríc;!ionol de C/a c"rdillera, ,es c"mpuesto de varias rQ– casAndesita de h"rnblenda parece haber contribuído la mayor pmte Las diferentes gradas del Petrera y 'Bo. quete consisten de las tobas que se ,habían formado

por las corrientes de lodo y erupciones de cenizas las lavas, que se han derramado de grietas laterales ,en

corrientes aventa liadas son lavas de oligodasa" Ilds muestras que yo traje de la cúspide mós alta y, del co–

nito central, determinó A. Bergeat todas como andesita

de hornblendo, igualmente mis muestras tomados de

una c0rriente de lo vecindad de Las Calderos, mientras que la corriente de lava, que pasa por Los Comenoes

hasta cerca de Dolega, es' basalto)

M Wagner sigue diciendo; "El cerro lleva su nom–

bre de volcón con 10da rozÓn y ninguno de los volcanes activ0s de Centroamérica exhibe una arquitectura, tan

variado y rica en formas, ac{emós restos más grc;mdio– sos de erupciones antiguas, consistentes en' bien m.arca–

dos corrientes de lava y lodo o campos de cenizas y 10–

pHi extendidos en forma de abanico, Visto desde las

gradqs del Suroeste, que son cubiertos qe sovanas'serra~

nos el volcón se presenta como una grupo de 5 conos

Lo cima del cono meridional princjpal es troncada con

lmo depresión marcada y parece que contiene el cráter

de erupción"

"Dos conos más pequeños troncados se arriman

del S y SO al cráter prin~ipal medio Muy notable son en la estructura del volcán los gradCls marcadas de las faldas del SE y SO ,La base de estas terrosas consiste

en ployectiles escoriformes, que se llaman lapili, mezcla– dos con ceniza polvorosa La descomposición de estos forma (primero una capa delgada tle hl!mus, que no

ofrece un suelo favorable a' las raíces de lo,s árboles sel–

váticos y por eso es cubierta de savonas serranas ric.as

en grama y arbustos baios, mientros que la demás del

cerro es revestido de selvos tropicales espesqs"

"Visto desde el lado SE, el "Boquet", donde no se

distinguen los con_os menores, presenta el volcán de Chi–

riquí un aspe~to enteramente distinto Allá, aparece di

ojo como una loma prólongado con varios cumbres, se~

meiante al Pichincha, pero no tan largo. Visto de este

lodo no se lo reconocería con seguridad como vokón por su formQ. si no su posición marginol casi aislado

con un eje de levantamiento de 550 a NNE fuertemente desviante de' la dirección de la cordillera, los contornos

muy aseriados de su cima meridional y de la péña ve–

cina, que se _ presenta en forma de ,círcQ, recordar6n cia–

ra y segu.amente 'o las ,estructuras de volcanes legíti-

mos"

!'Testimonios mós pre.cisos qe

$U Qctividad v.olc;án,i– ca larga dan .las corri.entes de los extensas lavas, qt:J-e

se han derramada de las grietas ,laterales, d,el cerro, ~o­

mo fajas continuas, espedq!mel)te .en los direcciones S

y SO, y de las cuales la más larga casi llega hasta el pueblo de Dolega, i l' casi ó milals geogróficas del pie

del cerro Igualmente se 'pueden considerar como ,se–

guros restos y testigos de la actividad volcánica larga de este cerro los depósitos de escorias y ceni~Qs ,yl<:ls tobas de antiguas conientes de lodo, que forman capas

gruesas y sQn d.escubiertos en I,os bprrancos ,de .erosjón,

que, han formada, los tonentes y ri,achu,elos proce<:lentes del volcán La ¡rqdición <:Iivu(gaqa "en' la provi01cia de Chiriqui ,confirma también la .actividad ¡gnea del "1101.

cán", que ta\v.ez lIeg6 hasta el primer¡ tiempo <:le la con· quista españota de, la Tierra, F,irrne" es 'deciLen la prime(Q m,itod del siglo XVI".