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kil6metro La cilcunvalaci6n plesenta al SE (La Casita) 1373 m., al E 1165, al O 1255 m En la margen sep· tentrional del c'óter se hallaban en 1898 muchas fuma· rolas de +

96,2' C; ademós de vapor de agua se ex– hal6 ~cido sulfhídrico, habiéndose formado en la ve·

cindo<;J c9sfros de azufl e, yeso, etc

La C~sita ofrece un peq~eño cráter tel minal de 100

m de dipmetlo y unos 30 m. de profundidad 0110

cróter pequeño observó el Dr lvIierisch al SSE del clóter principal, 01 occidente de la Casita y puede ser, que la falda semicircular al SE sea el resto de otro cróter muy destruído

En la falda oriental observamos a 1140 m unas fumarolas fueltes de +

94' C. Al NO de aquel punto y en al falda occidental de una cuchilla dirigida hacia el Sur a 1025 m habia otras exhalaciones de va pOI de agua de +

88' C

Las faldas septen" ionales del volcán no he podi– do ver

Al E de Chichig"lpa hay una depresi6n profunda ("Los Portillos") y al otro lado Ulla sierra semicircular

(Loma de M(lhagual, 804 m) que encierra una planicie

en forma de media luna, 620 m, aparentemente el lesto

de un cráter antiguo

Al E de la Loma de Mahi:Jgual se levanta un ma– cizo volcánico con restos de dos cráteres enterament~

abiertos hacia el O, La Loma de Lanza 648 m. (que K v Seebach llamó el Portil!o)

Hay en la vecindad unos Hervedelos: cerca de San Jacinto y Tisate

El Voleón de Yeliea 1038 m había sido muy aclivo en tiempos de Oviedo 11529) Pocos años mós antes, cuando casuCllmente en lugar de los aliseos soplaba el nortc; las cenizos habían causdclo mucho daño en los campos y las aldeas del Sur Es probable, que el cró– ter más occiqental el¡ aquella época había sido activo , Cuanclo Th Gage visitó la legión en 1637, lo octi· vidad ,era, solamente solfCltálico, pero cl,Jando Dampier .afligi6 León en 1685, arrojó humo y fuego. Rocktloh menciona uno erupción en 185Ó, pero era seguraménte ,equivo,oclO, pOlque J Floebel, que subió el volcón en 1851, no.sllbe nodo de tal elupCión . , Cuoncio Froebel visitó el "olcón; era la ~onfigurci'

ción lo misma conio cihol a cor) exc~pdón del cráter mós activo y más joven ~eptentr'ionol, que entorices era un embuC(O. pa,cial; Qlieritiás que K, van 5!>ebach en 1865 encontr6 yo una coldela cMr Circula-i de 20, m de ¡'""fun– didad con unas ligeros fumar.olas en 10 m.cil gen SO Cuando yo estuve en el volcón en 1897 y volví a estar ¡vnto con lvIierisch en 1898, aquel clóter era de unos 40 m de diómetro y 90 a 100 m de profundidad Lo rodeaban en 1898 {pero todavía no en 1897) muchos grietas concéntricos; en la pared NE hdbia fuertes exha– laciones de azufre, habiéndose formado en 1893 En la misma época murieron también los árboles existentes en el cráter más antiguo

Del todo hay tres cráteres en el cono terminal, el cráter mós antiguo (al Sur del cróter ya descrito más joven) tiene poca profundidad; el fondo es de 920 m sobre él nivel del mar, su circunvalación oriental es de 930 m. Ahora por uno explosión posterior fué des– truída lo mitad occidental de este cróter y en su lugar se formó un Cróter ovalado, cuyo fondo queda 70 m mós bajo; este cráter occidental es naturalmente más ¡oven que el resto oriental 'del cráter anterior, pero mós antiguo que el cróter septentiion91. Todos esos 3 eró-

teres pertenecen pues 01 cono terminal del volcán, cuya cúspide (1034 m) queda en la circunvalaci6n del crótel ocddental

El cono terminal es de formación relativam~nte jo· ven, haciéndose cuando se había hasladado el punto de erupC'ión hacia el Occidente, desde un cráter anterior:

el actual crátel oriental Su fondo, a 810 m sobre el nivel del mal, estó ahora llenado de una corriente de lava, que ha bajado la falda meridional del cerro Del cráter oriental la pOJed occidental es cubierta por el co– no telminal; pero la circunvalación antigua está bien conselvada todavía al N y E¡ su elevación es de 855 m, consiste de bloques de lava Había en 1898 unas pequeñas fumOJolas en la parte interior de la eminen· cia septentt ional

POIece que también este cléter oriental no se formó en el punto de erupción primitivo, sino que este era más oriental en La Hoyito, es decir, el resto del cráter pri– mordial del Telica con circunvalación oriental bien con– servCldo, que asciende 130 m sobre el fondo semilunar del mismo; lo miJad occidental ya no existe, habiendo sido cubielto por un cono, cuyo cráter había sido el actual oriental

Las rocas del ¡eliea y de Lo Hoyito son basaltos Al E de La Hoyito se halla una loma muy ancha con eminencias y deplesiones de poco importe, la Loma del liston 905 m, que al decil de los vecinos debe con· tener en su parte oriental un cráter grande, llamado La Hoya. Me d¡¡eron también, que existen fumaralas o fuentes thermoles I"Hervederos") al N del lisian cerca de Agua frío y otros cerca del Sonia Clara al pie orien– tal del Liston I"Helvedelos de San Jacinto")

Al NE del Listan ví ya en lo llanura 2 pequeños co– linos, que talvez son volcancitos ¡probablemente los "Cerros del Bosque" de la Comisión intercontinental) Ademós observamos Mierisch y yo en la falda NO del ¡eliea un volcón inactivo 721 m (el Cerro Agüero), en cuya cima hay un cráter poco profundo, abierto ha– cia el E Oh o pequeño volcán mol conservado existe entre el Agüero y el Y"-liea.

Al SE del lisian se levanta, sepálado por un pOI te· zuela profundo, el nel maso y regular cono de Santa Clára o San JaCinto, que solamente en sus faldas infe

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1 iOI es está ~9rtado por barroncos Según los informes y el cuadro de Oviedo hay que suponer que el volcán ha ar rajado mucho humo al principio del· siglo XVI, pe·

10 después ya no se ha oído de actividad Es cierto que después del terremoto del 29 de abril de 1898 Va· Ilos periódicos habían indicado, que se haya formado un Cl áter nuevo y que se haya derramado lava Pero cuando yo hice la ascensiÓn junto con el Dr Mierisch el 13 de mayo del mismo año resultó, que el volcán no mostraba ninguna actividad, y que su estado era abso· lutamente el mismo, como yo lo había encontrado en mi plimet ascensi6n en 1897 lo único que se ha podido observOJ dUlonte el terremoto ela, que se levantaban grandes nubes de polvo a consecuencia de la sacudida violenta; pero lo mismo se verificÓ no solamente en el Santa CIOIo en escala grandiosa, sino también en el Masoya, Momotombo, Asososco, Telica, E-I Viejo y Cosi·

güina.

Al ascenclér el volcón desde el portezuelo entre el y la Loma del Listan (600 m I se llega a una cuchilla es– piral, que se puede considerar como el resto de una antigua círcunvalaci6n cratérica. A 720 m de altura observamos una pequeña área plana, qUe talvez corres-

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