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Torné el fren para Buffalo y al Níágara sí–

guiendo después a Chicago, donde visité sus

Hospüales principales, admirablemente monta– dos con Salas de Operaciones que son la úlfima palabra en limpieza quirúrgica; vi algunas ope– raciones En seguida visité el Colegio de Ciru– janos Americanos con su lujosísitna casa con±i–

gua, obsequio de un ITlillonsrio que iuvo la originalidad de poner por condición que man– tuvieran iodas los cuarios amueblados canto él los dejara: era casa de habifación particular

Hay una Biblioteca inlnensa. y u anfiteatro de Conferencias con butacas cómodas y lujosas y

escritorio en frenie de cada bU±aca, dignas del Parhunen±o inglés, y preparado con muchos aparatos para ilusfrar las conferencias. Recuer– do que un. Lord inglés, Miembro del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra, al visitar esta Ins±ilución y conocer los requisitos para ser Mientbro de ella, manifesfó que ésta superaba al Colegio Real de Inglaierra. El edificio prin– cipal regalado por varios millonarios de Chica– go, está dedicado a la me:maria del gran Ciru– jano de esa ciudad, DI' Murphy. y ante la puerla

de entrada está su es±aiua

Hace algunos años hubo un Concurso en los Esfados Unidos para. averiguar quiénes eran los cinco mejores cirujanos arnericanos Obtu– vieron el mayor número de votos los dociares Carlos y Willia.n~ Mayo, Murphy, Osohner y

Crile. En ccnn1.ernoración de esle Concurso, en uno de los salones del Colegio de Cirujanos americanos, hay un cuadro al óleo en colores de los cinco cirujanos, tamaño natural, con sus to–

gas del Colegio

La Revista oficial del Colegio de Cirujanos americanos que se publica en ese Colegio, es la de Cirugía, Ginecología y Obsteiricia con abs– tractos Internacionales de Cirugía, cuya revista creo es la mejor Revista del mundo en. esa ma– teria.

Pasé a Rochester, Minnesoia, a la famosa Clínica de los Mayos Me presenté al Dr Harinl.ann a. quien había conocido e11 Nicala– gua; y luvo la ornabilidad de presel1tanne a los Dres Carlos y Williarn Mayo, de manera tan honrosa para nú, que ellos me dieron inIll.edia– famente cada blanca para ver de cerca iodo 10

que tlle inieresara tanto en la Clínica corno en los Hospitales Pronto me dí cuenta de que la

CUnica de los Mayos y de los Hospitales traba~

jan corno cronórnen-o Ea una Administración

y un Servicio admirables, creo, únicos en el mundo Antes de las siete de la rnañana reci– bía el BoleHn de la Clínica donde estaban es– pecificados, deiaUadamenfe, las operaciones que se iban a pracficar ese día, en qué Hospital,

a qué hora, y por cuál cirujano.

Así lograba decidirme por lo que rne in±Qre~

saba y ITIuchas veces pude presenciar como veinte operaciones en el día

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Nuevas Experiencias Profesionales

A las 8 de la mañana me instalaba en las Salas de Operaciones del Hospüal Sania María

y enire esa hora y las 12 m, en los veinte días que esfuve, pude ver a los Mayos practicar Colecis±eciomías, Espelneclomías, Apend;ceclo– luías, IU±ervenciones por Calcinoma del reclo, Gasrro-enieros±o:rnías, His±erecio:rnías, Nefreclo– lma, Hernias inguinales, Am.putación del pecho por cá.ncer~ etc., elc.

A arro habilísimo cirujano, Dr. Judd, lo ví

operar Colecisteclomías por Colecistiiis crónica con cálculos Resección de nódulos del pecho, los que examinados rnicroscópicamente resulta– ron cancero;;os y por 10 ianto procedió a ampu– tar totalmente el pecho Ovarofornías, Gasfro–

e~lleroslomía, NefreC±omía por tuberculosis del riflón izquierdo, operación por fístula vesico– vaginal y reC±o~vaginal

Al yenlo del Dr William Mayo. Dr. Balfour, gran c..:irujano y organIsra admirable, lo ví practicar resección parcial del estómago, por carcinol"na, y Gasiro-enierosion'1ía por obstruc~

ción pilórica Al DI' V. C Huní lo ví praC±icar hiz±ereC±ol1.1.ías abdo:minal Operación radical por hernla inguinal bilaieral Amputación ra– dical del pecho por carcinorna Al DI' J. de J PelTIbenoll., especialista eminente sobre las en– fermedades de la glándula tiroides y operador adn1.irable, lo ví practicar rnuchas operaciones sobre dicha glándula. Tarnbién ví opera.r al Dr

J C Masson, varias operaciones de las vías biliales, hex'llias y Colosfo:mías. Al Dr. Adson 10 vi operar ±urnores de la :médula espinal y del cerebro con una habilidad y precisión sorpren– dentes

En 6-1 Hospital Rahler ví varias Thoideciomías practicadas magistralmente por el Dr W. E

Sislruk por Bocio Exofiálrrlico y adenomas de la Tiroides A los Dres Lillio, Hempstead y S±ark, los ví pradicar más de cincuenia ionsilectomías

y adenoidecionlÍas En el Hospital Worrel ví al Dr. Benedic± extraer varias cafarafas. con su cápsula, por medio de la pinza de Rall. Vi también varias transfusiones de sangre practi– cadas por el Dr. Huffman, unas de brazo a bra– zo y otras con sangre cürafada. Al vento del

DI' Codos Mayo, Dr Wallrs, lo ví practicar va– rias operaciones de alla cirugía Es una gran esperanza para la Clínica Mayo.

Después de haber presenciado ll1ás de fres– cientas operaciones en los veifl..1e días que per– ITlanecí en ese adInirable centro científico, y de haber recibido especiales atenciones sociales pnra mí y mi esposa, de purle de los Dras. Wi–

llianl. y Carlos Mayo, en sus cesas particulares, y de los Dres Balfour y Harhnann, me despedí de todos los que :me habían guardado tanias con,sideraciones y :tomé el tren para Chicago Después de un día de paseo por esa admirable ciudad seguí para Washington, donde conseguí una larga conferencia con el Honorable Secre– tario de Esiado Mr ll\:e11og por :medio de unas