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Nueva York corno un enSayo ¡Lo qUe va de

entonces a hoy: La ciudad m.ejor iluminada en el mundol

Durante los cinco años que pennanecia en Nueva York oí varias veces cantar, a la incom– parable Adelina Patli, y ví representar a los lY1ás célebres irilgicos del mundo: Boo±h, ame–

1 icono; Salvini, italiano, y Sara Bernharl, dra– :rnálica francesa, y o~' al famoso orador sagrado Rev Henry Ward Beecher.

En Mayo de ese n-us;rno año (18891 embarqué para Europa desen'1barcando en Líverpool Visité Chesler, {aluoaa por su Catedral edifi– cada en 1095, y la. muralla que rodea la ciudad

y que tiene dos millas de largo Chester fue uno de los principales centros znilifares de los Romanos mientras permanecieron en Bretaña

En seguida pasé a WarWick a visilar su Castillo, al que ScoiJ: llama "el rnonum.ento más hermoso del esplendor antiguo que ha resistido el tiem-po".

Seguí a Sirafford-on-Ávon, lugar de nacimien–

fa de Shakespeare En la iglesia donde está enterrado vi el epitafio que el mismo Sha.kes~

peare dejó grabado en una losa. y que dice:

"Good freud, for jesus sake forbeare To digg ±he dus± enc10sad heare, Eles! be ye man y± spares thes stones And cursi be he y± :moves my bones".

Traducción del que fué mi querido amigo (qe p d) Dr David Arellano:

"Por amor de Jesús crucificado

J

Déjese en paz el polvo aquí encerrado:

i\ Dios suplico pretnie con su gloria. al que respete nU lápida mortuoria.

y sobre todo aquel que la remueva. Efenla maldición del cielo llueva".

Pasé en seguida a OxÍord a visilar su muy célebre Universidad que daia del año 1249, y

que tiene una de las Bibliotecas más grandes del :mundo.

Me detuve pocos días en Londres porque ya conocía basiante de esa gran urbe durante los dos años que estuve en el Colegio. pero ahora como médico le dediqué 01 mayor tiempo a los Hospifales, empezando por el King's Collega Hospüal donde trabajaba LisÍer. el gran sabio que revolucionó a la ciencia con su rnétodo antiséptico practicado estriciam.ente por él nús~

mo Los m.éfodos Lisier & Pasieur. los vi prac. ticados por ellos miSInOS, y son los que había usado, más o m.enos, en el Bellevue durante nU

intenlado Visité el famoso y antiguo Hospifal Guy. fundado en 1721, el Hospital Ofiáhnico, al Hospital San Bartolorneo y el de Santo TOInás. viendo operaciones en fados ellos y en los que combinaban los métodos anfiséplicos y asépti– cos Visilé el Colegio Real de Cirujanos, y tuve la oporlunidad de oir al Profesor Berkley Hill.

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una conferencia sobre enfermedades de la prós–

tata. Después visifé el Museo Pafológico del mismo Colegio Real. considerado el mejor del

mundo

Me dirigí a París, donde en ese año de 1889 estaba la Exposición Universal. cuando se inau– guró la. Torre del Eifel, obra de ingeniaria sor– prcmdenie Había un Pabellonsiio muy bonito de Nicaragua donde se exhibían sus productos nacianales Me agregué a la Comisión nicara– aliense, para hacerle los honores al Excrno Presidente de Francia M Francisco Sadi Carnof, cuando él visitó nuestro Pabellón

Todas las m.añanas las dedicaba a los Hospi– lales ülTIpezando por el Ins±iíU±o Pasteur. donde quería o\r del Inisrno, Pasieur sus teorías asép– ficas, y ver cóm.o las practicaba Una vez pe– netrado de la magnitud de esos principios y los incalculables beneficios cuando fueran univer– salmente comprendidos y puesfos esiriclarnenfe

en. la prádica, pensé que después de los in– 1nansos beneficios que Cristo dejó en lo :moral para la humanidad, seguía Pasieur como el hombre que mayores beneficios le diera a la humanidad en lo material.

Con Eminentes Cirujanos

Aproveché mi pennanencia en Pans por tres lueses para asistir a las clínicas del sabio CHARCOT en La Salpefriere y oir sus adnúrables lecciones, especialm.ente sobre el sistema ner– vioso. Daba sus conferencias rodeado de emi– nentes médicos para los exámenes especiales. que fonnaban un cuadro, como si fuera un Ero.· parador rodeado de su Estado Mayor. Vi ope~

rar muchas veces a Peán inventor de la pinza hemostática que lleva su nombre, el cirujano más desiseado de ese tiempo. habilísirno y rá– pido operador pero que no practicaba la Asep– sia ni tam.poco la estricta antisepsia Por otra parie Lucas Championniere, quien antes de gra– duarse había estado en el servicio de Lister en Glaskow, fue el que más hizo por introducir la

antisepsia en Francia, escribió un Manual de Cirugía Antiséptica en 1876, y pretendía que la asepsia debía combinarse con la antisepsia, tal como se practicaba en el Hospifal Bellevue de Nueva York Lo vi operar muchas veces en el Hoiel-Dieu-Terriere. fue ofro de los priIneros ci– rujanos franceses que cOnl.prendió el sistema asépfico y lo puso en práctica Al Profesor f'é~

lix Guyón lo vi operar muchas veces en el Hos– pifa1 Necker, y oí sus famosas conferencias so– bre su especialidad: cirugía-génifo-urinaria. Asisfí m.uchas veces a las adm.irables lecciones del Profesor DIEULAFOY. A las del Profesor Fournier en el Hospital San Luis, donde ense– ñaba adrnirablem.enie sobre las enfennedades venéreas, dedicándose especialmente a la sifi– lis En la especialidad de los ojos asisti a la clínica del Profesor Panás, y a la clínica de W ecker. En el Hospital N ecker vi trabajar a