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Ligo las uterinas y quito las La pérdida de sangre es

miehtras corto el tumor ligadUJas .0' ovisionales insignificante

He oraclicado bastante el tratamiento de las he–

Inonoides internas por medio de inyecciones, con muy

buenos resultados, lo que me permite recomendar ese método

En las heridas penetlOntes del abdomen si se en– cuentra en la op&ración que hay heridos de los intes– tinos y algo que se ha escapado de elfos, acostumbro hacer la toilette peritoneal con> gran cantidad de suero

fisiológico, seguido de sue.ro onti-peritonitis

En los operaciones por apendicitis acostumbro permitir al operado que se levante hasta el noveno dfa Y en las ooeraciones abdominales más serias hasta los quince dios

Así acostumbran muchos grandes cirujanos ame– licanos y europeos, con quienes hablé

En los .o' incipales ciudades de Nicaragua, hay

cirujanos competentísimos que han practicado un sin–

número de o.oel acianes de alto cirugía y de urgencia,

COll10, trepanaciones del cráneo, trepanación del pro–

ceso mostoideo, traqueotomías, apendicectomíos de

las más graves, colecistectomías, taifa hipogástrica,

esplenectomías, histerectomías, ovariotomías, opera–

ciones radicales .oor hernias de toda clase, enucleacio– nes de las glándulas de la garganta Operaciones de los ojos Sutura de los intestinos por heridas por pro– yectil o por puñalada, Operacián Cesárea, mejor dicho la círugía más difÍ'cil, de urgencia, en que no había tiempo que perder, que no podían salir al exterior, y,

sin embargo todas estas operaciones practicados con

éxito completo ¿No es uno verdadera injusticio e

inconsecuencia de parte de los nicaragüenses buscar

en el exterior que les practique operaciones que cons– tantemente se hoce aquí con toda garantía y perfec– ci6n? ¿Será razonable que abandonen al cirujanlil o

médico que les ha prestado servicios satisfactorios año ton oño, buscando en el extel ior lo que muy bien se

les puede hacer aquí? Son re/(;rl:ivamente raros las en– fermedades que exigf'n 0.001 otas que nosotros no t'iine– mas Por otra ,OOrte, el médico" el cirujano l'Iir:ora– gUense no es sólo tomo proff'sionol qUf' asiste a su .<10– fwmo es un 'sinCf'ro amigo rle s!J pOl;iente, C/Uf/ Sf'

pone en .cuerpo y alma pora salvarlo Se dedica de día y de noche al estudio de su cosq, y al lado de su

enfermo a observarlo Estos cuidados 1'10 se consi–

guen por ningún precio en el exterior

I

donde un ente/–

mo es un N úmero, nada más Reffexionen los nicara– glÍenses y estoy seguro que reconocerán la injusticias

que cometen con sus médicos o cirujanos

¿Cómo pueden estimular

Q Jos cirujanos a tloer

instrumentos o anofetes costosos con esa conducta?

¿Cómo puede pl~sperar la medicino o cirugía nícaro–

glÍense, si los abandonan?

Con todo lo exouesto creo haber contribuIdo efi– cientemente hasta donde me lo han oermitido mis facultades, al meioramiento y desOl rafia' de la Nledici–

na y Cirugía moderno en Nicaragua

Nacimiento

16

de 1868, hijo de doña Esmeralda Moya de Mar– fínez, nacida en Jino±epe. y de don Juan Jacobo Marlíncz, alem.án de nacirniepto, por adopción

nicaragüense. pele6 contra lqs filibusteros C04

rn.o coronel de artillería Por su afecto al Pre– sidente de la República don Tomás Marlínez, al

~er bautizado fom.ó ese apellido, y en el mundo

católico aparece con el nombre de Juan Jacobo

Marlínez

Alumno del Colegio de Granada

1276 Hice mi primaria en el entonces famoso Co– legio de Granada, 1876 a 1882. En Mayo de 1882 con mi padre embarqué en el vapor "Co– burgo" en el Lago de Nicaragua hasta San Car–

los, donde tomé una lancha hasta San Juan del

Norle Allí embarqué en el vapor "Don" de la Real Inglesa. Toqué primero en Colón, que

era eníoncez un foco de inmundicia, y donde la

fiebre alT\arilla, la disentería y el paludismo gravísi:rno, eran endémicos y modales. Después el vapor tocó en Jama.ica, Sanio Tomás y Bar~

bados, pennaneciendo el vapor en cada ~o da €Jsfos lugares el tiempo suficiente para bajar y

dar un paseo

Deseniliarqué en Plymouth, Inglaferra, y se–

g~í a Londres Después de unos días crucé el

e g na1 de la Manchq., desembarcando en Dieppe,

Francia, siguiendo d.irecfat"¡:1enie a Berlín Me hospedé en un Ho.~~l en el Unfer-den,.Linden frente al Palacio Imperial ~] primer domingo

,c;Iue pasé allí ví una rev~13ta. de elios oficiales

1)0 1.l.na de la~ ven±ana.s cae! Pa,lacio, el Empe–

l,adgr G1.1iller;rno 1 y Bisn1arclc;:, pb.s.en-aban dicl:\a lrf:lviola 1::11 seguida paB~

ª'

f'osó:n, plaza fu~r:te

d~ J?r~$iQ. c~rc~ 4~ la

;l"Ol1t~ra Busa, y q,e allí

~Jq.né ª

:S~b"ª4)0, ll.ls¡a·r .4\9 n¡;,\ci,mienfp de mi pa–

qr.,ª

P9COS qía~ ~~~pqéSp regre~é ~ Lontfre.s, ~

i:p,gve~~ q.l Sol\i.I,. ~~p.gi) P~q;~ CóUegG,~ GQ1~gjo

~~~:r QQJ1Q.e p~rt1"'~n~c¡ c;1!9 ¡aaz a :J.884 y ~u·

fri,enq.Q mi ªx~ep d~ Mwí~~~ T~·v~ qpor,.

il,1l"',..idag ele v~r d~ c;erc~ ~ l~ Jieilla VicJoti,a y ªl

Prh~qjp~ dE;! G~l~~, ~ :r.~gr,e:;Q de yp.a ~$,i..:t.r;l al

C""E)Qio de !>lpr¡ !;:n el ?a¡')¡;¡menio oí al ¡nejor

.6racl<pr ele enfollces: ~ Ci1~4stone

Ell Mayo de 1884 me trasladé a Nueva York

donde ingresé al Colegio de Medicina de la Uni– ,versidad de Nueva York

Graduación y triunfo universitario

:t007' Fuí graduado de Médico y Cirujano el 8 de

l/farzo de .1887 De los 152 graduados enlences,

snü entre los primeros 20, con las marcas más

altas, Jo que xne dio derecho a presen1anne al

Concurso para internado en el Hospifal Belle–

vue, de Nueva York, en cuyo Hospital, la Uni– versidad de Nueva Yorll; tiene la. opción para

cuatro iniernoB Elnuales De esos 20 que nos

preseniamos a la opción obtuve el tercer pues– to, 10 que me dip ~l derecho de entrar al Hos–

pjj:a¡ Ilª))¡¡vu¡, QqmO il')temp PPf do~ ajj.o~.