Page 105 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

miento a lo. necesitados El doctor don Antónlo Palla

y el doclor Juliim Canales eran 105 que llegaban una

quo otro vez a vel' enfermos de algún cuidadp El se· gunclo de éstos: vino (!compaÍlcmdo a los fílibusteros, quedélndoso aquí cuando la desocupacl6n de sus (om· pañeros Se ((156 con doña Dolores Mondragón y muli6 mucho tiempo después

El hospital sigui6 rigiéndose según el decreto legis. lotivo del año 1851, estando a cargo de la Junta de CClFidad, compuesta del Cura Párroco, elel Sínelico ele la

N\unicípolidod, de un médico o cirujano y de dos veci· nos del lugar Estas Juntas tlabajaron con :la mayor

actividad, a fin de mejorar la precaria situación por

que otravesabba aquel centro de caridad El año 1862

fue nombrada una Junta que tuvo fama de activa y

rloglesístu, proponiéndose allegar fondos a todo trance

para mejorar la situación del hospital Esta era com~

puesta de los señoles clon Benjamín Barillas, don Mi–

gu.1 Viii!, don Dolores Gámez, y presidiela por el doc–

tor don Antonio Falla. Las disposiciones que dictó me .. Iccielon el aplauso general, disponiendo la extensión del local pOlo mejolar de manela más amplia' los apar· tomentos del servicio interior Se estableció el cuidado

ele los enfer mos de manera más eficaz, poniénelolos bao jo la atención asíduo y desinteresaelo elel doctor Folla

Ya se podía entonces tener una botica, y se procedió a establecerla lo melor que se pudo, de manera que no

faltase nada, poniéndola en la esquina donde está aho–

ro lo oficina de telégrafos

'867 .. El año 67, Imtcllorlo 01 hospital en éste lugar, nos visit6 por tercero VeZ el cólera, siendo esta más benig· n" que las anterior es, pues de personas nota!?I.es s610 murieron don Cfodomiro de 1'1 Rocha, la señorllto Dolo– res ChClmorro, don Ag<Jstín Gómez, don CClyotClno Corea,

varios niños, entre estos FernanditQ ChQmorro y personas

del pueblo, el1 corlo número El méelico amerlccmo, cloc– tor ~.Clfl Flin presló muy buenos servicios, lo mismo que los doctores Falle¡ y CCIOcdes. Est" último fué manelodo

(j Masaya pOI a asistir a los atacados, pagándosela cien ¡,enos diqtics El dOttof Cana'~$ ero cubano, y vino al

servicio de los filibusteros. En esta Ílpoca se presentó 01 presielente don F"rncmdo Guzmán un méelico inglés que ofreció ir o Masaya O asistir a los enfermos, sin re·

ti ibución ninguna con tal qua le dieran el grado da Co. ronel, y o los pocos elías de su llegada e¡ Mosaya mu– rió del cólera. Los estragos que hizo lo "pidemio el'

esa ciUdado fu"ron "spantosos

Don Miguel GmClY fué nombraelo Contre¡lor elel es·

tablecimiento, era persona honrada, de mucha actividCld, seria, y que sabía dar la importancia que merecen el

01 den y la dicip/ina A la muerte de éste, le sucedió en el puesto su hermono don Mateo, quien desempeñó

su empleo a satisfacción de la Junta .

Las obligaciones del Controlór clan: Ja odtninjstra~

ción económica iniel iOl del establecimiento, mantener surtidcl la botica de todo lo indicado por el mQdico, vi~

gilw el orden y estricto cumplimfento del serviéio en los departamentos de enfermos, cuiQando de que se con– servase todo con el moyor aseo, lo mismo que la exis–

teneier de provisiones, ropa y elemás útiles del hospiterl El Contralor estaba baío la dependencia dei Vocal en·

COligado ele 1" supervigilancia, puesto que era servido por turnos, entre los miembros ela lo Junto, dondo (uen. to Cl ésto en los sesiones qlJ$ coda mes c&lebrQba, de

7

torlo lo concerniente a lo ocurrido en ,,1 int",valo Esto

organización dJó msultado, pOl q\Je todo marchqba bien,

haciendo cada cual lo que humanamente podía, pOla que fuero el servicio 10 n,ós eficiente

Antes de lel llegada de las hermanas do la caridad, las plim~ras que se hiciclon venir pOla encargarse del servicio, se 5ucQdieron val íos Controlares de ambos se~

xas, prestando servicios relativamente buenos, pala por·

senas que no tenían la menor idea del manejo de los

centros de caridad, pero que ponían su contingente con la mejor buencl voluntad

A don Maleo Garay le sucedió en el puesto, don

Víctor Coztillo, quien tenía el oficio de procurador iudi~

cial, declarándose incompetente al poco tiempo, y se retiró pOlO eiercer de lluevo su profesión luego vino don Ado(fo Zambrol1o, el Presbítero l!ttloislao Gordo,

don Ignacio Umaña, cloi'lQ Carm'tm CcstiilQ, doña Patricia

Romero, Sor Francisca Adolina, doñ" Indaleeia v. de Me...

tus, sefiorifQ Pacífica AJvnroz Lejarza, doña Maria Luisa Mongolo, señoritl1 Dolor~s Rosales, dafia Jacinta AIva–

rado y doña Resa Espinoso de BendClña

Se notará que una de estas encargadas del hospi– tal era Sor Francisca Adelina, la que había sido religio~

so, y se retiró ele ler Comunidad por motivos de salud;

er'lfonces se ofreció ella a regentar el hospital por algún tic:tnpo y allí estuvo dando' :sus servidos con el mayor

gusto

Así pasaron algunos años en un selvicio que no poclla considerarse como eficiente, pero que estaba en relación con las difíciles circunstancias por que atravesa–

ba el poís, ya pobre ele por sí, y extenuaelo por las convulsiones políticas, ele tol manero, qu" las obras el" progl'eSo hon v"nido elesarrollándose muy lentamente y

con mayor retal do que en lC5 otl'OS estados de la Amé~

Iica Central

1 875

El Cll'O 1875 hubo una Junta que inició la nueva era para nuestro hospital, he¡ciendo un llamamiento a la socieelad ele Granada, a fin de ver lo que podía he¡· cer'se paro mejorar sus condiciones Esto Junte¡ dEl Co· l'idCiel, como se llamaba entonces, estaba compuésta por los siguiel1tes caballeros, flr~.I,J:(;nte doctor Antonio Fa–

fftlj Vito el seÍlol' don José Pasos~ Soc;re:fclrio el Licencia– do don Félix Pedro MClrtínez, y Secretario el sefíor don Eduardo MOlltic/. Por supuesto que, conforme lo ley dEl lundaci6n de los hospltoles, f0li11óba parte neceso, ia· ménte ,,1 cura de la población, paro completar la Junta, en ce¡lide¡d de supervigilante dEl Ie¡s disposiciones de

ésta

las ProtedoTClS

El Vicepresidente don José Pesos present6 un pro– yecto a la Junta, que fuá unanimemente aceptado el

que se contraía a la fundación de una junta de Señoras

y Señoritas, que IlevalÍa el nomble de "Protectoras" Esto Junta, no sólo se encal garó de recaudar fondos, sino que también darían por turnos sus servicios perso–

nalmente en el recinto del hospitol

Fué designada Presidenta de esta Junta, la distin– guida matrona doña Virginia P. de Cuadra, a quien le fué participada su designación por secretaría, en los

términos siguientes:

"Pres"ntando a Ud mis mayores cumplimientos, de ord&n de lo Junto m" doy el honor dlil comunicarle

Page 105 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »