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Después de veintinueve horas de navegación mag– nífica,
Q las once de la noche, llegamos a El Delta del Río San Juan, donde está la Aduana nicaragüense, un cuartel de la Guardia Nacional en una loma bastante elevada, con 12 Guardias Nacionales bien disciplina– dos, bajo las órdenes del Teniente G N José Francisco Meléndez, quien arregló nuestro hospedaje con mu– cho gentileza ~ara pasar la noche Hay, además, Radio Nacional y media docena de casas pOI ticulares En la mañana, temprano, las lanchas y el remol– cador, tomaroll el río por el Coño Bravo paro llegar a la Barra del Colorado, mientras nosotros, en un pipante largo, equipado con un portátil de 5 H P Y r.eforzado, ndemás, con los remos seguimos por el San Juan Bajo, hacia el mar
Tres horas maravillosas de viaje, el brazo del río es muy ancho 300 a 400 me,tros, las orillas están llenas de ál boles centenarios, menos, loras, lapas, gri– tando y, de vez en cuando, se ve algún chancho de monte, tomando agua en la orilla, no hay tránsito del
todo, no se ve ni una alma y no nos cruzamos con nadie en el camino
1,500 metros antes de llegar al mar Atlántico, to– mamos el Caño del Coyol a la n;¡ano izquierda del río para llegar a la ciudad de San Juan del Norté, el Ca– ño es angosto y de poca profundidad, tenemos que meter el portátil en el bote y seguir a puro canalete, llegamos a Jo laguna que desemboca en el malecón de San Juan del Norte
Llueve o cántaros Hace más de una 110ra esta-mos trabajando febrilinenre ton los remos y dos estón achi',0I1do el d~Lia d81 pote, estamos completamente remo'iados, cuando sale el sol y cesa la lluvia, el den–
({ue que hacía sufrir 01 Dr Hécl'or Mena Guerrero, hacía VOl jos días con la buma empopada, desaparece cerno por arte de magia
El Portátil otra vez trabajo y su ruido alarma la ciudQd, todos, sin excepción, chicos y grandes, apare– cen al muelle de ra Aduana para recibirnos, porque ver un visilante en San Juan del Norte, es como ver un pájaro del Trópico en el Polo Norte
Vamos al hospedaje único del lugar la dueña es
\.\1"\0 grt\l"\ocino, \0 Sra Lupe Bus~os d~ Espin01:'o, lim– pieza, buena cuchara, aten~iones Pocos minutos después, recibimos la visita del Alcalde Aldrick Paul Beckford C, de raza negra y "sanjuaneño de naci– miento", quien empieza a guiarnos e informarnos con mucho gentileza
NOMBnES INGLESES Y CaSAS EN RUINllS
San Jvan gel Norte tiene actualmente 322 olmos, quedan habitables todavía como 40' cosas y otro tonto están en ruinas La ciudad ,bien trazada y los nom– bres de sus calles en inglés' "Calle Green~', "Calle Sheperd", "Plazó Kin~ Georªe" y "I'>\dza Pólmerston"
Tiene Radio Nacional y un Sargento con cuatro guar– dias nacionales, escuelas elementales para niños y ni– ñas
La Aduana estó representada por el Teniente
G N Servicio Especial, Sanlue! Wiltsaire, originario de Bluefields, de 77 años de edad, quien tiene 43 años de servir en lo Aduana En los últimos 40 años, no ha hecho ninguna póliza en este lugar No hay Unidad Sanitaria, pero el clima es benévolo, hay muchos per– sonas centenarios Iglesias Anglicana y Católica, sin pastor y sin curo, la Anglicana está en ruinas y la Ca– tólica en un poco mejor su estado
Hay una imagen de San Juan en la Iglesia Cató–
lica, de tamaño natural, traída de Italia, a primera vista se ve que es una obro de arte
La ciLldad es lerga, entre cosa y cosa hay man– zanas enteras desiertas, donde tranquilamente pastan {'obras, ganado vocuno y caballar El agua potable es la lluvia recogida, porque aquí todo el año llueve El Alcalde señala el lugar donde estaba lo Coso Pellas, las ruinas las compró el Gral Ramón O Bustos, quien construyó cuatro casas con su material En su propia casa d.~ habitación están las tres escalinatas de már– mol, de Carrara, importadas de Italia por el señor Pellas, quien empezó a hacer su fortuna en este puerto
El edificio del Hotel Pellos está en ruinas, el so–
lar en que se encontraba la coso de los Bingham, uno de ellos Cónsul Británico, está desierto, sólo quedó el tubo de pozo y la pila d,:d agua, oxidados El anciano Denis Malina, de 94 años, me cuenta que era emplea– do de MI" Bingham y recuerda bien a Id Melito Bingham, hija de su patrón, quien cas6 con un señor alemán de apellido Heinz El se refiere en su reloto a la señora Melito Bingham viuda de Heinz, quien vive en esta capital y es muy apreciada por la sociedad nicarar¡üense
, Vimos el solar donde estaba el templo masónico de la Logia de San Juan, de tres pisos de alto, visita· mos los CUClt ro cementerios católico, anglicano, ma– sónica y americano, tiene valiosos monumentos y láp'l– das de mármol traídas de Europa El cementerio americano quedo más retirado y para llegar tuvimos que abrir sendos con mochetes, pmque está completa– mente cubierto de montaña
Johmon y yo hemos trabajado varias horas para poder identificar algunas lápidas en ese lugar que está cercado con una verja de hierro de veinte por veinte metros, aproximadamente, en la puerta está forjada la siguiente inscripción "ERECTED BY THE OFFICERS AND CREW OF THE U S FRIGATE SABINE J 860",
y estón las lápidas del Capitán y un miembro de la tripulación con fecho de 1859, fallecidos frente al puerto Seguramente, después de enterrados los dos muertos, Id fragata retornó con las lápidas y Id verja para adornar Id último morada de ellos
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