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los animales se reunieron en consejo y dijo uno' -Hay que irlo a esperar al río donde tiene que bajar a beber

y se fueron. Pero tío Conejo, que poro esto tiene orejas grandes, oyó todo detrás de un zacatal y

se puso a pensar

Aynomás ya se había ido al pueblo y entró donde un zapatero, y en un descuido se le robó un zapatito que acababa de hacer Y se fue al camino real Poray venía un hombre de mielar (cortar jicotes) y con el calabazo lleno Entonces tío Conejo puso el zapatito en medio camino

El hombre pasó y vio el zapatito.

-Eh! ¡Ve qué bonito el zapatito! Si estuviera el par me lo llevara , jpero uno para qué lo quiero!

y siguió adelante .

Entonces tío Conejo en cuanto posó el hombre lecogió el zapatito y corrió y corrió más adelante, y vio que yo el hombre venía también Entonces puso otro vez el zapatito en medio comino

Aynomás llego el hombre y ve el zopatito -¡Si aquí está el otro! ¡Vaya ir a traer el que dejé atrás y completo el par!

y puso su calabazo de miel para ir ligero. Y salió corriente a traerlo ,

Eso esperaba tío Conejo Y apenas el hombre cogió de vuelta destapó el calabozo y se baño de miel todito

Cerquita había una montaña Y entaba todo el suelo cubierto de hojas caídos AHí sé revolcó tío Conejo y se le pegaron todos las hojas Entonces se fue al río

y fue llegando Los animales alzaban las orejas de ver aquel animal nuevo tan extraño Y le pregun– taron

-¿Quién es usté? . -Soy el rey de hojarasca!, dijo tío Conejo

y todos los animales se pusieron en dos filas y le rindieron honores mientras bebía

Eso fue lo moño de tío Conejo para beber agua y quedar libre

(Versión tomado directamente

de una mujer de Nandoime)

Tia TIGRE, TIO BUEY Y TIO CONEJO

Estero una vez tío Tigre Que venía en lo rondo de uno haciendo buscando qué matar. En eso un viento grande de huracán y bota un polo y le <ioe encima a tío Tigl e Y Quedo prensado ,

y tío Tigre empieza o gritar, en lo que paso tIa

Buey .

-jAy, tío Buey, sáQueme de aquí,!

-i No tío Tigre, usté es malo!

-Por Dios, tío Buey, le prometo ser bueno. No me lo vaya comer nunca

Entonces tío Buey, que tenía buen corazón, se acercó al palo

-Yo voy a levantar la roma porriba, yen lo que yo empuje, usté se safa, le dijo tío Buey

y así, fué. P~ro tío TIgre yo desprensado se olvidó de la promesa Y ya se quería comer al tío Buey. . . -Eso no es justo tío Tígre!

-Es que tengo hambre, tío Buey, decía tío Tigre

y en esa alegato estaban cuando pasa tío Co-

nejo

-¿Qué es la discutidera?

-Sirvo de Juez, tío Conejo, le dijo tío Buey -A ver! ¡Cuénteme el asunto!, les dijo tío Conejo, arriba de una piedra

y tío Buey le contó el caso.

-j No lo entiendo!, dijo tío Conejo

---Jesús, tío Conejo! le dijo entonces tío Tigre, sí está muy claro Y le conté también el pleito --No )0 entiendo, dijo otra vez tío Conejo. -Se lo vamos o explicar, le dijeron tío Tigre y

tío Buey Tío Tigre estaba bajo de esto roma que lo tenía prensado Vamos a hacerlo, pues, para que lo veyo, dijo tío Tigre

y el Buey volvió a levantar la rama y tío Tigre se puso debajo Entonces tío Conejo le dijo a tío Buey

-¡ Suelte fa rama, tío Buey!

y tío Tigre quedó otra vez prensado

-j Ese es mi fallo! -dijo tío Conejo- Usté tío Buey, váyase libre, y que tío Tigre se quede pren– sado por desagradecido

y ahí' se quedó tío Tigre más bre¡vo que una ha–

locica.

(Versión de una sirvienta de Granada).

TIO CONEJO, TIA ZORRA Y Tia ZaPE

I;stera una vez la Ha Zorra, yo muy vieja, ton

vieja que usaba anteojos Resulta que lo tía Zorro hqbía sido muy rica, porque cu,ondo era joven podio

robar en grande y se llevaba pollos y gallinos de todos los gallineros de la comarca y hacía su buen negocio Pero se le llegó su tiempo y yo andaba toda coereca.

Aunque siempre muy trabajadora. Todos los días se

iba a buscar qué robar, pero como le costaba mucho saca'rse aunque fuerd un huevo, pasoba todo el día en

el trabaío y no tenía tiempo de ver su casa Entonces buscó un criado y se le presentó tío Cqnejo

"Esta tía Zorra me debe muchas", pensó tío Conejo, "y anora me (as va pagar todas", Y muy de moñona se presentó donde ello

-Qué tal, tía Zorra? Aquí vengo a buscar ser– vicio, le dijo

-Pero tenés que trabajar duro -le contest6 fa tía Zorro

-Lo que usté diga, tía Yo estoy acostumbra– do a sudar de sol a sol

-Tenés que rajar la leña, comprarme en el mero cado los alimentos de los zorritos, cuidármelos como chino, cocinarme las cositas que yo como y borrerme lo casa, " -Jesús, tía Zorra! j Eso no es nada para mi.

-dijo tío Conejo

-Bueno, pues, aquí tenés la plato paro comprar-