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por la gracia de Cristo, busca esa misma Luna poro entrar en la existencia del Coyote y humanizar su

fábula El Quijote siemore renace sobre la panzista concepción de un mundo' material, cruel e inhumano ¿Quién, cuando niño, ante la muerte burguesa del Coyote reventado, no sospecha que día vendrá en que sus ojos bendecirán la muerte cristiana y dulce de ese mismo Coyo~e enaltecido por la pluma de Miguel de Cervantes?

Nuestros a.oólogos dan al niño la lección realista del mundo que comienza a recorrer Y el niño que miró, con el Coyote, la luna del estanque, sabe bien que cuando hombre tendrá que huir de la terrible mo-

ralEVO del cuento de buscar el queso y encontrar la luna

Pero más tarde también sabrá que no solamente es malo traicionar la realidad. Que la traición al ideal es más negra y cobarde; Que es peor aún buscar la luna y encontrar el queso

Sólo así podrá. renacer la vida esplendorosa de lo Patria Cuando el Coyote venza 01 Conejo Cuando

el Coyote, convertido ya en Quijote, tome de nuevo su

lanzo y ordene al Conejo, convertido en Sancho, se– guirle por los caminos y por los cuentos de camino

PABLO ANTONIO CUADRA

LOS CUENTOS

Eslera una vez una viejita que tenía un sandilla "Sandillas" grandes de tierra negra Un día por ahí, se vieron tia Coyote y tia Conejo, y como estaba ma– durando el sandillal, se concertaron paro merendár– selo Tío Conejo cuidaba un rato y tío Coyote comia, y así, al revés Pero la viejita que estaba encariñada con su COmpito de frutas todos 105 días renegaba "Bandidos, ladrones, me las van a pagar"!

El domingo la viejita 01 salir de misa se fué donde el Señor Obispo y le dijo

-¡Señor Obispo, le vaya mondar de regalo una gran sandilfota, la más rica

y el Señor Obispo la bendijo

Pero tío Conejo estaba en el patio robándose unos lechugas y oyó o la viejito y ay nomás salió en carrero ande tío Coyote

-¡Tío Coyote, vamos a hacerle una bueno pasa– da a esta vieja renegono~

y se fueron hablando

A poquito llegó la viejita y ellos se escondieron

detrás de unas matas Y la viejita fue tanteando todos las sandillas, uno por uno

-j Esta es lo más hermosa! La voy a cuidar para el Señor Obispo y po que estos bandidos ladrones de frutos no la vean la vaya poner bajo estas hojitas de plátano

Tío Coyote y tío Conejo se estaban riendo y se volvían a ver Y cuando se fue [a viejita se fijaron dónde estaba la sandillo y diario lo iban o ver y la tanteaban

Bueno, pues, pasaron sus días y ya estaba bien madura la sandilla i Grande y hermosa, bien aseado!

y entonces tío Conejo le abrió un hoyito y con la pata le fueron sacando y se fueron comiendo todo el corazón hasta que lo dejaron vacía como calabazo

y después se cagaron los dos dentro de la sandilfa y (a volvieron a tapar dejándola a como estaba, bien disi– mulada

Al día siguiente llegó la viejito

-Que buena sandilla! Qué buen regalo poro el Señor Obispo!

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y fue a traer su rebozo y cortó la sandillo y se fue ligerita donde el Señor Obispo

-jAquí le traigo este regalito, mi padrecito! -¡Muchas gracias, mijita, Dios te lo pague

y cuando llegó la hora del almuerzo el Señor Obispo le dijo al Sacristán

-Andó traerme un cuchillo grande bien filoso, pues yo mismo quiero partir esta sandillo tan hermosa

y yo se puso o partirla Y pega el brinco

j Qué susto! i Estaba repleta de ñaña!

-j Bluff!, dijo el Obispo, y lo aventó de un lado–

j Esta vieja puerca ahora verá!

y mandó al Sacristán que se la fuera a llamar

La viejita llegó muy alegre, corriendo "Esto es que el Señor Obispo me quiere agradecer con algún regalo", pensaba Pero en llegando el Señor Obispo estaba furioso y le dio una gran regañada y le enseñó

la ñaña de lo sondillo y le dijo que se iba o ir al in– fierno por irrespetuosa

y se volvió triste Y le iba echando maldiciones 01 que le hubiera hecho lo trastada

-Me las paga el que sea, dijo. Y puso a la entrada de la huerto un muñeco de breía, (brea) El tío Conejo, que es fachento, llegó ese día al frutal y vio el muñeco que le cortaba el paso

-j Ideay, hombré? ¡Quítate de ahí o te quito! Como el muñeco se quedó callado ay nomás le dio un trompón y se le quedó pegado la mano en la breía -jSoltome o te pego! -le dijo tío Conejo

y como el muñeco se quedó callado le deia ir otro trompón y se pego de las dos monos. -Si no me soltás te pateo!

y le do una patada y se pega de las dos patas. Ya arrecho tío Conejo porque estaba forcejeando para soltarse, y dice otra vez

-Si no me soltás, bandido, te pego un panza so í y ónde le iba a responder el muñeco! Enton– ces -i Pás! -le da con la barriga y se pega todito En eso llego la vieja

-jAjá! ¡Conque vos sos, conejo bandido, el que me has hecho tantas carajadas! ¡Vas o ver! .

y cogió una red y lo encerró Y tío Conejo vela

que la vieja prendía las brasas de la cocino y ponía o calentar el asador al fuego

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