Page 58 - RC_1966_09_N72

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bote con unos pocos adeptos, atraveso el lago en direc· cion a Segovia y de allí huyo a Honduras,

Fueron arrestados los principales legitimistas de Glanada y a Corral se le acuso de traicion y conspira· don para derrocar tll gobierno de Jo República, Se le mondo juzgar por un consejo de guerra, por no ha· ber ningún tribunal civil ante quien procesarlo Ade· más, como pertenec:ía 01 ejército, solo podía ser juzga· do con arreglo al fuero militar, según \0 dispuesto por las leyes del país El consejo lo compusieron, america· nos, porque de los oficiales que estaban en Granada, pocos no' lo eran Le¡os de recusar este conseio, Co– rral prefirio tener como jueces a nicaragüenses natura· lizados antes, que a hijos del país Lo presidio el co– ronel Hornsby; el coronel Fry hizo de juez letlado y French fué el defensor del reo Don Callos Thomas se juramento' como' intérprete del tribunal

El consejo de guerra se reunio el 6 y las declara· ciones recibidas fueron cortos, pero concluyentes. El acusado casi no nego los cargos, limitándose o pedir misericordia; Ante el consejo se alego, para apiadarlo, la situadon en que iba a queda, lo familia de Corral Este fué declarado culpable de todos los cargos que se le hicieron, en general y en particular, y se le condeno a "morir pasado por las armas"; pero el consejo, por unanimidad lo recomendo a la clemencia del comandan· te en jefe

Sin embOlgo, éste considero que usar' de miseri· cordia con uno en semejante caso, era cometer una in· justicia respecto de muchos Wcilker había jurado so·, lemnemente, hincado de rodillas y sobre los Santos Evangeljos, cumplir y hacer cumplir el tratado del 23 de octubre yero responsable ante el mundo y espedal– mente para con los americanos de Nicaragua, así como ante el trono del Altísimo, de la fiel observancia de su juramento ¿Como podía seguir teniendo el tratado fuerzo de ley si se deiaba impune su primera vio· (acion, cometida por el mismo que lo había firmado? Como acto l~gal y justo, fa sentencia del consejo de guerra era racionalmente inatacable, y Wafker, estimo que la cuestion política era tan clara e inequívoca ca· mo lo éuestion jurídica No 5010 el deber para con los americanos de Nicaragua pedía la ejeeucion del fallo, sino que era político y humano hater sentir a los ene– migos de éstos que en el país existía un poder capaz de castigar los delitos cometidos contra sus intereses y

que este poder estaqa resuelto a hacerlo El perdon de Corral equivalía a invitar a todos los legitimistas a ur– dir otras conspiraciones como aquélla y a meterlos en dificultades de que muchos consiguieron librarse Des– pués de hacer reflexiones de esta clase, Walker resol· vio confirmar la sentencia dictada por el consejo de gue· rra, y por lo tanto ordeno que el fusilamiento de Ca· rral se eiecutase el B de noviembre a mediodía Tan pronto como se publico la sentencia, las gentes manifestaron en todas partes compasion por el reo Su modo de sel, suave y afable, le había granjeado la amistad de las personas entre quienes había vivido lar· go tiempo En su partido le querían más que oCho· morro" el del carácter inflexible El padre Vigil, des– pués d,e atender a las necesidades espirituales del in. fortunád9 Corral, pi dio ql!e se mitigase el rigor de la sententid!; pero no tardo en convencerse de que la re. solución del general en jefe era irrevocable, desistien. do de un empeño claramente ¡nútil La noche anterior al día fatal vinieron a ver a Walke'r las hi¡as del reo;

acompañadas de muchas mujeres de la ciudad, y tra· taran de obtener con lamentos, ,sollozos y lágrimas lo que no pudo conseguir el sacerdote, Pero el que solo mira el dolor del momento y no divisa en lontananza las penas infinitas que puede caLi~ar una misericordia mal entendida, es poco a propositó, para el desempeño de cargos públicos; y como era difícil resistir a súpli– tos como las de las hijas de Corral, Walker les prome. tio tomarlas en consideracion y puso fin a la penosa entrevista tan pronto como se fa permitió un sentimien· to de lástima

Al dio siguiente se pospLiso para :las dos de la tar– de la ejecucion que debía hacerse a las doce y a la hora señalado se cumplio Jo sentenda baio lo direc– cion del jefe de día coronel Gilman l.

Los legitimistas permanecieron corto tiempo arres. todos y se les puso en libertad, con excepdon de D Narciso Espinosa Había alguna pruel:>a vaga y du– doso de (a complicidad de éste en la hamo fraguada con el fin de introducir tropas extranieras para derro–

car al gobierno; pero esta prueba no justificabd pro.

cedimientos severos contlO él Con todo esto, en vista de la situadon se creyo conveniente hacerlo salir de la República y se le envio a Nueva York en. uno de los vapores de la Compañía Accesoria. dei Tránsito La conducta observada por él en los ~\i¡tados Unidos fué la que podía esperarse de un hombre sin escrúpulos ni vergLÍenza

La vacante Cleada en el ministerio de la guerra por el arresto de Corral se lleno con D avenaventura Selva, quien ya había desempeñado el mismo cargo en el go· bierno de Castellon No obstante ser natural de Gro· nada y tener allí muchos deudos, ero uno de los demo· cratas más decididos Pertenecía a una familia muy numerosa y dividida en sus opiniones políticas Don Hilario era legitimista moderado; una de sus hermanas, casada con don Narciso Espinosa, figuraba entre los miembros más enCarnizados y violent6s del mismo par. tido Varios de sus hermanos, Pedro, Eugenio, Domin·

go, Raimundo y Gregario eran demotraters, y la madre de todos ellos, algo indecisa entre 10$ bandos del país, era firme en su amistad por los americanos y abnega– dd eh sus cuidados para con los enfermos o los que de su ayuda necesitaban Las divisidn~s de esto familia solo son un ejemplo de lós muchos casos dimanados

c;I!l las desgraciadas guerras de Nicaragua, y con dema– siada frecuencia se echaba mano de los partidos políti· cos para dirimir discordids de familia y saciar odios ca– seros

El ) O de nOviembre el ministro americano recono. cio el gobierno de Rivas Fué escoltado desde la lega· cion hasta el despacho del ejecutivo y al pasar frente a

1 El l'enombllldo novelista francés A1f1ed Assollant pu– blicó en la Revne des Denx 'Mondes, en agosto de 1856, un artículo intiLulado Walker en Nicaragua. Refiriéndose a la.

tlai~ión, y muelte de 'Corlal dice: "Es induda~le que COllál

hab~a Violado las leyes de la gucua al conspual' contlÍl un goblelno de que fOlmaba palte; pela traicionar al eneilligo de la pilo h ia, ¿ es acaso ti aicionar? Dejo a otlOS el cuidado

d~ le~ol,:,el1o Sin, embargo, debo confesar q1;1e nunca he po– dldo mdlgnalme SlnCelamente contra los saJones que en el campo de batallfl de Leipzig, en 10 más 1ecio de la pelea, volvlelon sus canones contla i1osohos :Y salv310n la indepen– dencil.l de, Alemania a costa de su honor militar. LQs trata· dos de Viena les han dado quizás remordimientos; pero cualquiera que sea, el hecho, el ciudl;ldano que en el fuero de su conciencia ha" cieído libértát a la patria encontrará

BU perdón ante la historia". N. del T.

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