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« Previous Page Table of Contents Next Page »en la sociedad nicaragüense. Corral había dejado ya percibir a Walker que no estaba reacio a trqtar; pero resultaba sin duda más ventqjoso paro éste hacerlo en Granada que en el Tránsito, a p¡;¡sar de ser la poses ion de esta vía intrínsecame,nte dé mayor importancia que la de una ciudacl situadá a cu(;uenta o cincuenta mirlas del camino qve otraviesQ el Istmo Por esta razon Wal– ker no tenía 01 principio el proposito de ocupar a Gra– nada de modo permqnente y miraba esta ocupacion ton solo como un medio de. obtener de Corral bvenas con– diciones, siempre que f~era posible negociar un trota· do
Por consigl¡iente, tan pronto como se restablecio
el orden se dieron pasos para entrar en comunicacion con Corral Los individuos del ayuntamiento visitaron a Walker para pedirle que asumiese la presidencia de !a República y éste declino el ofrecimiento, pero insi– nuando que si después de que los partidos beligeran· tes conviniesen en justas condiciones de paz se le con– fiaba a Corral el poder ejecutivo, Walker se haría caro go de mantener el orden en el país con el carácter de comandante en jefe La ciudad nombro entonces ca· misionados para que fuesen q Rivas y se empeñasen en hacer ver a Corral la conveniencia de hacer un arre– glo entre los dos partidos en que estaba dividida la República Los principales comisionados fueron D Hi·
lario Selva y D. Rosario Vivas; yola vez que éstos iban el hacer el viaje por tierra, D Juan Ruiz, ministro de la guerra en el gobierno de Estrada, y el Honorable Mr Wheeler, ministro americano, debían salir en el va· por San Jorge para trotar también. el asunto con Corral. Los mismos legitimistas instaron a Mr. Wheeler para dar este paso Las familiqs granadinas se empeñaron en que debía ir con Ruiz, suponiendo, que por su posicion importante podría influir en el ánimo de Corral para que éste tratase con Walker y poder deshacerse así de los odiados leoneses
Mr Wheeler tomo el vapor y se fué a Rivas acom· pañado de D. Juan Ruiz Al llegar allí supo que Corral se había marchado al norte en la tarde del 14 y que don Florencia Xatruch, amigo y compañero de Guardio– la, mandaba las tropas legitimistqs del departamento Meridional Xatruch hizo custodiar al ministro y su se· cretario durante dos días por una guardia, y tan solo consiguieron fugarse~porque de fuga se puede califi· cor su partida- gracias al ánimo y resolucion de Mr. Wheeler Al llegar o La Virgen, de regreso de Rivas, el ministro recibio una carta de Corral, fechada el 17
de octubre en; su cuartel general, manifestándole que no podía responder de la seguridad de su persona y
que había informado de su conducta al secretario de Estado Mr Marcy y a los periodicos de Nueva York El ministro regreso a Granado sin haber visto a Corral,
y D. Juan Rui:z, faltando a su palabra, huyo a Costa Rica
. Selva, Vivas y demás comisionados que fueron por
tierra se encontraron con Corral cerco de Nandaime,
y~ndo éste de paso para el norte Desde ese rugar es– ,cribieron a Walker que era imposible hacer que se alla–
~ase a tratar en ningunas condiciones; pero a la mo– nona siguiente recibio Walker una carta del coman– dc: nte legitimista Se quejaba en ella dé que unos de– mocratas hubiesen hecho fuego sobre una partida de su.s. tropas, encontrándose en su campamento los co– miSionados que pedían la paz. Y no habiéndose pac– tado ni siquiera propuesto ninguna cesocion de hostiJj·
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dades como paso preliminar a las negociaciones, la carta de Corral delataba su ansiedad de entablar co– rrespondenCia y de esto Sil deducía· su deseo de en– trar en arreglos con Walker. Este le man'ifesto en su respuesta que no habiendo conVenido en ningún armis– tiCio, seguiría guerreando tan vigorosamente como pu– diese, y no obstante qlJe esta respuesta no necesitaba de contestacion, el general legitimista escribio que di– fíCilmente podía Walker tener la esperanza de hacer la paz sobre la base de los principios proclamados y sos– tenidos por los democratas del país que estaban en su campo No es menester deCir que a esto no se dio respuesta y cesaron las negociaciones hasta que otros sucesos las llevaron rápida y felizmente a término El 17 de octubre llego a San Jven el vapor Uncle Sam trayendo al coronel Birkett D. Fry, a Parker H
French y unos sesenta americanos más destinados al servicio del gobierno provisional Todos tenían sus ri– fles y estaban bien provistos de municiones Al de· sembarcar fueron organizados en dos compañías man– dadas respectivamente por los capitanes S C, Asten y Chas Turnbull Edward J Sanders desempeñaba el cargo de mayor, y French, sin estar autorizado para ello, había prometido a Fry el grado de coronel. En el vapor se consiguio un cañon de bronce de a seis con algunas municiones, luego marcho Iq tropa a La
Virgen por el camino del Tránsito-gran disparate si se considera que el enemigo estaba en Rivas~y en la Virgen encontro el vapor que estaba esperando a los pasajeros de California para conduCirlos al raudal del Toro French insto a Fry para que lo tomasen dejando los pasajeros a bordo con el objeto de ir a San Carlos y quitar este fuerte al enemigo Era un disparate ener– me, si no criminal, llevarse a los pasajeros en el barco destinado a semejante expedicion, y no se podía espe– rar nada bueno de una empresa que comenzaba así Al llegar frente a San Carlos vieron que las fortifica~
ciones eran demasiado fuertes para la gente que lleva– ban y de pronto notaron que la provision de fulminan– tes era insuficiente Procediendo con juicio, el vapor
La Virgen viro de bordo y se vino a Granada Los re– clutas de Fry desembarcaron y los pasajeros que se di· rigían a los Estados del Atlántico volvieron a la Virgen Dadas las CircunstanCias hubo que cerrar los ojos sobre lo hecho por Fry y French La conducta del últi– mo no causo mucha sorpresa a Walker; pero de parte
de Fry esperaba un comportamiento más discreto y se– rio, por las opiniones que acerca de él había oído emitir a otlOS Su reputacion militar la había adquiri· do sirviendo en el regimiento Voltigeur durante la gue– rra de México, y los amigos de la cauSa nicaragüense residentes en California consideraron a Fry como una valiosa adquisidon para la empresa De modales ama· bies y sentimientos honrados, poseía muchas cuqlida– des que lo hacían digno de estimadon; pero por falta de firmeza y resoluCion cedía con demasiada frecuen· cia a las insinuaciones perversas e irreflexivas de otras personas Como salio de California en la creencia de que se le daría el grado de coronel, éste le fué confe– rido Sanders, de carácter mucho más enérgico, fué nombrado mayor al mismo tiempo. A French se le dio el cargo de comisario de guerra con la esperanza de que su actividad resultara útil y de que estando con· trolado por otra persona se podría daño con sus imprudencias, para no defectos más graves.
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