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« Previous Page Table of Contents Next Page »Cl Panamá en la Sto Mary's; que el resto del ejército y los ciudadanos fueran también transportados a Pana– má vía Tortugas y Puntarenas, después de entregarle
el ¿I
sus armas, conservando los oficiales sus espadas. REspondíle que el entrar usted a considerar esta propo– sion, dependía de que se convenciese de haber evacua–
dó Lockridge y su gente el río de San Juan, por cuanto el' motivo principal que usted tenía para defendel a Rivás hasta el último instante, era el temor de Lockridge llegase Y se encontrara con la c.iuda~ en poder del enemigo; que en cuan~o a ser la slh¡aCIOn de USTed de– sesperada, era cierto que no le sería posible mante– nerse en Rivas mucho más tiempo, por falta de provi– siones; pero que usted podría abrirse paso por entre las líneas enemigas y marchdr en cualquier direccion en el momento actual; que si usted llegaba a debilitar– se todavía más, siempre podría abritse paso al Pacífi– co y embarcarse en San Juan o en algún otro punto de la costa en su goleta Granad(l, que tenía a bordo dos cañones de seis y un almacén de armas, cartuchos, per– trechos de artillería, polvora y plomo Acerca de esto el capitán Davis observo que debíd informarse desde luego que su resolucion inquebrantable era no dejar salir del puerto la goleta Granada, así como tomar po– sesion de ella antes de zarpar de San Juan del Sur, lo cual· iba a tener que hacer dentro de pocos días; que es– taba procediendo en virtud de instrucciones de su supe– rior, de su comandante en jefe; 1 que después de habel terminado el gobierno anterior en Washington, se ha– bían recibido instrucciones del nuevo, sin haber en ellas
\"Ioclo <lIJe p\Jdien:l o.\tem~ lo. línea de conducto. que ét
se pi oponía seguir; pero que preferiría que yo tomOla todo esto como si no se hubiese dicho, y que usted con– siqerase que él estaba procediendo bajo su sola res– ponsabilidad Observéle que su resolucion era de su–
mo impol tancia y que probablemente provocaría un paso definitivo; por [o tanto le pedí que me repitiese de– libelddamente si tenía la firme determinacion de apre– sar la goleta Granada. Contesto que estaba invariable– mente resuelto a no permitir que la Granada saliese del puerto de San Juan y a apoderarse de ella antes de ha– cerse a la vela Respecto de la evacuacion del río de San Juan por el coronel Lockridge y su gente, dijo que estaba enteramente convencido de la certeza del hecho, así por las averiguaciones practicadas por su temiente McCorkle, como por haber leído un contrato de pasajes petra los Estados Unidos, firmado por Scott y los ofi– ciales del escuadron británico, además de atlas pruebas que confil maban e[ hecho Observé que podían haber– le engañado con documentos falsos y le pregunté si C J Macdonald, agente de la Compañía del Tránsito, cu– ya experiencia hacía que su opinion fuera inapreciable, compdltía sus convicciones El capitán Davis contesto que MI Macdonald se había convencido del hecho me– diant? el informe dado por el teniente McCorkle; pero que el, Davis, con plena conciencia de la responsabili– dad que asumía garantizaba la autenticidad de la no-
1 El comandante en jefe aludido ela plOl¡ablemente el comod0.ro Mervine. Este ela, según se le ha dicho al autol,
~ aJ.ltlguO e íntimo amigo del secretario Malcy, y ambos,
lS ervlDe y Davis, fuelOn enviados al Pacífico en enelO de baf7 Los dos. l'ecibi~lon induda?lemente instruc<;iones ver– cri: s nmcho mas pleClsas y termmantes que sus ordenes es– te das'N Poco después d~ llegar Davis a Panamá dhectamen– a 1 e teya YOlk, tomo el mando de la Sto Mary's y se hizo , a ve a pala San Juan del SUl. N del A.
ticia POI consiguiente consentí en comunicar a usted esta conversacion y en someterle las siguientes proposi– ciones del capitán Davis, únicas que tienen probabili– dad de ser aceptadas, y son, a saber; que usted y diez y seis oficiales de su eleccion, con sus armas caballos y
bagajes, saldrán de Rivas para embarcarse en San Juan con destino a Panamá; que Rivas y su guarnicion se lendirán al capitán Davis; que los soldados entlegarán sus armas y, junto con los oficiales, empleados públicos y ciudadanos, serán transportados por otra vía a Pana– má, acompañándolos un oficial de los Estados Unidos
y bajo la garantía de la bandera americana A las 2 a m del 19 de mayo regresé a Rivas, habiendo prome– tido la lespuesta de usted para las 10 de la mañana
y volver personalmente si no se rompe la negociacion" En las proposiciones sometidas por Henningsen no se decía nada de los nicaragüenses hijos del país que estaban en Rivas Walker informo a Henningsen que no firmaría ni convendría en nada si no se daban am– plias garantías tocante a las personas y propiedades de los nicaragüenses del país. De suerte que al regresar Henningsen a las 10 a m del 1 9 de mayo con el bo– rrador de un convenio que debían firmar Walker y Da– vis, este documento contenía una cláusula para la pro– teccion de todos los naturales de Centro América que se encontraban en Rivas El convenio sometido a Da– vis y que éste firmo dice:
"Rivas, 1 9 de mayo de 1857
"El general William Walker. por una parte, y el co– mandante H Davis de la marina de los Estados Uni– dos, pOI otra, han celebrado un convenio en que se estipula lo siguiente:
"Primero, el general William Walker y diez y seis oficiales de su estado mayor saldrán de Rivas con sus espadas, pistolas y bagajes personales, garantizándoles el capitán Davis de la malina de los Estados Unidos que no serán molestados por el enemigo y se les per– mitilá embarcarse a bordo del barco de guerra de los Estados Unidos Sto MClry'S, en el puerto de San Juan del Sur, obligándose dicho capitán Davis a transpor– tarlos de modo segUlo a Panamá en la Sto Mary's "Segundo, los oficiales del ejército del general Wal– ker saldrán de Rivas con sus espadas, bajo la gOlantía y la ploteccion del capitán Davis, el cual se obliga a hacer que se les transporte de modo seguro a Panamá, al cuidado de un oficial de los Estados Unidos
"Tercero, los soldados y los individuos ·de clase, los ciudadanos y empleados de las oficinas, heridos o ile– sos, se rendirán con sus almas al capitán Davis o a uno de sus oficia,les, quedando bajo la proteccion y el man– do de éste, el cual se obliga a hacer que se les trans– porte de modo seguro a Panamá, al cuidado de un ofi– cial de los Estados Unidos, en distintos bOlCOS que los desertoles y sin que se les ponga en contacto con és– tos
"Cuarto, el capitán Davis se obliga a obtener la ga– rantía y por el pi esente la da él de que a todos los na– turales de Nicaragua o de Centro América que están ac– tualmente en Rivas y se rindan ba¡o la proteccion del capitán Davis, se les permitirá residir en NicOlogua y
se les garantizarán sus vidas y haciendas .
"Quinto, está conven"ido que a los oficiales que tengan sus esposas y familias en San JlJan.del Sur, se les permitiiÍá quedarse allí bajo la ploteccion del con-
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