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El desarrollo político de Nicaragua se ha hecho por los cauces de las dos paralelas historicas en estos vaive– nes y fluctuaciones de la vida institucional de Nicara– gua. El paralelismo de los dos Partidos Historicos de Nicaragua dan lugar a un mejor funcionamiento de la Democracia. La historia nos confirma que solamente di– vergencias ocasionales han ocasionado la formacion de grupos políticos que no han tenido más que una existen– cia temporal' y pasajera. Los amigos del Gobierno en 1916, la Coalicion en 1920, la Transaccion, los Progre– sistas en 1924, no son más que ejemplos que debemos aprender y tener siempre presente. Aún la formacion de esas dos facciones que se llaman como los mismos Partidos Historicos "Partido Liberal Independiente" y

"Partido Conservador Nicaragüense" no significan más que la confirmacion de esta realidad, porque precisa– mente han adoptado las mismas denominaciones de los Partidos Historicos, -Conservador y Liberal- agregán– doles tan solo una diferenciacion que denota su carác– ter temporal. Los tratadistas de Derecho Constitucional hacen la distincion fundamental entre "Partidos Políti– cos" y "Facciones" y en este punto principal expresan que Partido Político es el que mantiene una organiza– cion estable y lo único que distingue a un Partido Polí– tico de una Faccion, iguales quizá en su contenido obje– tivo, es esa característica de la organizacion estable, pues el carácter de Faccion se lo dá precisamente la ausencia de esa organizacion estable, es decir, su tem– poralidad, su ocasionalidad.

Esa es la categoría de la cual disfrutan estas dos facciones llamadas "Partido Liberal Independiente" y "Partido Conservador Nicaragüense" y por consiguiente . no es necesario entrar en una diferenciacion entre esas facciones y sus Partidos troncos principales. La diferen– cia, si es que existe, no llega hasta la ideología de los principios, ni siquiera a la forma de gobernar, pues la única diferencia que puede encontrarse son posturas di– ferentes en cuanto a la estrategia de las campañas elec– torales para conquistar el Poder de la República. Pero hay otros Partidos de ribete socialista que de– finitivamente se apartan de esa ocasionalidad o tem– poralidad con que se ha venido desarrollando la polí– tica en Nicaragua. Son de tendencias nuevas en Nica– ragua. Estos Partidos cifran toda su esperanza de po– der crecer en Nicaragua en el fracaso de los dos Parti– dos Historicos, en el fracaso de las tendencias paralelas y en el fracaso del funcionamiento de la Democracia. El día que deje de funcionar y que fracase el paralelis– mo de los dos Partidos Historicos empezarán estos nue- '1 vos partidos a tener preponderancia en Nicaragua, en– traremos en una nueva etapa de vida institucional. En– tre estos nuevos Partidos, de tipo socialista, existen dos tendencias que claramente se deslindan, cada una de ellas, en cuanto a su objetivo. Los Partidos Democrata– Cristianos tienden a sustituir al Partido Conservador ca– pitalizando con el supuesto fracaso que éste pueda pro– ducir en las masas populares. El Partido Movilizacion Republicana, y otros de tendencia socialista más mar– cada, tienden a sustituir al Partido Liberal, cuando le llegue la hora de su fracaso. Especulan con la aniqui– lacion o el debilitamiento de los Partidos Historicos. Son como los buitres que están esperando comerse el cadá– ver que perece. Pero así como el Partido Conservador y el Partido Liberal tienen su diferenciacion más acentua-

da en Id forma de gobernar, y no en sus enunciados, estos dos Partidos tienen grandes semejanzas el uno con el otro en cuanto a sus tácticas y estrategias, en cuan– to a sus raigambres y organizaciones internacionales y hasta en sus objetivos y finalidades; y lo único que en realidad los diferencia son sus métodos, pues mientras el Partido Democrata-Cristiano tiende a sustituir al Par– tido Conservador, los Partidos Radicales o Socialistas tienden a sustituir al Partido Liberal.

Para poder lograr estas sustituciones, esos Partidos se presentan enseñando primeramente las apariencias de analogía entre el Partido que pretenden sustituir y ese Partido naciente. Por eso nos interesa dejar senta– do cual es la diferencia sustancial que existe entre el Partido Conservador y el Partido Democrata-Cristiano. La estructura política Democrata-Cristiana que aparecio en Alemania e Italia después de la última Guerra como reaccion al fascismo y al nazismo, tiene su base en el siguiente razonamiento: que habiendo fracasado el sis– tema burgués y capitalista vino como reaccion la ten– dencia Socialista y Comunista, lo cual tampoco ha dado soluciones a los problemas sociales. Se quiso implantar luego aquél dilema falso: o totalitarismo o comunismo:

y después de la última Guerra Mundial y del desque– brajamiento del nazismo y del facismo (nazismo signi– fica nacional-socialismo) nacio la estructura política De– mocrata·Cristiana que arranca del siguiente fundamento: que uno y otro sistema de los enunciados, es decir, el capitalismo y el socialismo, tienen algunas partes bue– nas, cada uno de éllos, y que se debe escoger la parte buena del sistema capitalista y la parte buena del sis– tema socialista. Esta mezcolanza híbrida es lo que se llama estructura política Democrata-Cristiana, cobijada bajo este rubro, sirviéndole de bandera de apariencia esos dos nombres indicativos de Democracia y de Cris– tianismo. Aquí en Nicaragua adoptaron el nombre de "Partido Social Cristiano" para enfatizar más aún la confusion con la Doctrina Social de la Iglesia, de la cual se aparta indudablemente, y la que, por otra parte, acoge el Partido Conservador. Para una mejor com– prension de esta diferencia de concepto bastará dar a sus términos los alcances que tienen en realidad y no los de sus propias palabras. Una diferencia muy clara sería la siguiente: Doctrina Social Cristiana es la ideolo– gía y Partido Socialista-Cristiano es la estructura políti– ca. Hay que llamarlo así en lugar de Partido Social Cristiano: Partido Socialista Cristiano, término híbrido que contiene y expresa la realidad. Esta tendencia po– lítica quiere lo imposible: Cristianizar el Socialismo y So– cializar el Cristianismo.

En Colombia el Partido Conservador no quiere ser clasificado como Partido Democrata-Cristiano. En Chi– le el Partido Conservador tampoco quiere ser clasificado como Partido Democrata-Cristiano. Igualmente en Nica– ragua el Partido Conservador tampoco quiere ser clasi– ficado como Partido Democrata-Cristiano. No queremos perder nuestra idiosincracia conservadora, nuestra moda– lidad conservadora, no queremos adoptar un nuevo mol– de que no llena las esencias del Conservatismo, que no las completa, que más bien las desfigura en su esencia y en su naturaleza.

,El Partido Social-Cristiano Nicaragüense tiene su ideología y su estructuracion, aquella que ha traído del Socialismo, que no puede ser aceptada ni acogida por

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