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Extensión y riqueza de la antigua Reserva Mosquita, después Departamento

de la República, con las Comarcas y Distritos adyacentes

La Resel va Mosquita estaba constituida por un territorio en forma de paralelogramo, que se exten– día desde el curso del Río Hueso, que va de la mon– taña al mar, en el Norte, a la altura de Sandy Bay (Bahía de Sandy), hasta el curso del río Rama (dis– finto al afluenie de ese nombre del río Escondido), en la parte sur del llioral y más abajo de Punta Gorda, donde está Monkey Poini (Punta del Mono); y entre el mar Caribe y el paralelo 84 y 15, longi– tud oeste del meridiano de Greenwich, en un total aproximado de siete mil millas cuadradas, según cálculo del geógrafo Levy, que escribió un libro muy detallado sobre Nicaragua en 1873. (1)

El litoral Atlántico de Nicaragua se completa con las que fueron Comarcas del Cabo de Gracias a Dios, en el extremo septentrional, y de San Juan del Norte, en el extremo meridional.

La aniigua Reserva, que se encerraba enire lí– miles que permanecieron imprecisos a pesar de ha– ber quedado demarcados por el Tratado de Mana– gua, formó después el Departamento de Zelaya, in– corporado definilivamente a la República. Años des– pués el Departamento cambió de nombre y se lla– mó de Bluefields, y últimamente ha vuelto a su anti– gua nominación.

El territorio posee en la parte quebrada del inte– rior, ricas minas de oro, algunas explotadas por pro– cedimientos modernos.

Las montañas de la costa Ailániica están cuaja– das de maderas preciosas, de las que se hacen gran– des cortes, para su exportación. Las irozas bajan al mar por la corriente de los grandes ríos, donde son cargadas por barcos de regular tonelaje.

Las tierras para el cuHivo del banano en la vega de los ríos, son extensas y feraces, y se siembra en grande ese frUÍo tropicat para la exportación a los mercados de Norteamérica.

Los hulares silvestres crecen en gran cantidad, formando bosques inmensos, que son explotados pa– ra la exportación del hule, y que ú1±imamente están dando el máximun de su producción, que supera grandemente a la de otros países.

La pesca es abundante en los cayos e islas del liforal, sobre todo el de las codiciadas tortugas de carey, que tienen tan buen mercado en el exterior.

La an:iigua Reserva, con las Comarcas ya dichas y con los aniiguos Distritos del Siquia y Río Grande,

(1) Publicado en los Nos. 59 a 63 de Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano.

forma aC±ualmente el Departaluento de Zelaya.

Grandes ríos van de la montaña al mar. Apar– te de los ríos que corren en el territorio que detenta Honduras, son afluentes del mar en la costa oriental de Nicaragua, entre airas muchos, el río Coco, el Río Grande, el Prinzapolca, el Escondido y el río San Juan, desaguadero del Gran Lago de Nicaragua.

El Río Escondido, que se forma por la afluen– cia de ires grandes ríos caudalosos del interior, ba– ja al mar y es una grandiosa arteria privilegiada del sistema hidrográfico de Nicaragua.

Bluefields (Campos Azules), la ciudad cabece– ra, da al mar y al río Escondido y fué ceniro de la epopeya de la Reincorporación, comunicada con el Rama, que era el Cuartel principal de la República, en los difíciles días en que se puso a prueba el pa– triotismo nicaragüense.

El archipiélago de San Andrés y Providencia, frente al liloral, pertenece por derecho histórico a Nicaragua.

Los puertos principales del litoral son Bluefields (Campos Azules), con su atalaya del Bluff, donde es– tá la Aduana; Laguna" de Perlas, Prlnzapolka, Río Grande. En el ángulo norte del territorio se halla el puerto de Cabo Gracias a Dios, y en el extremo sur el puerto de San Juan del Norte.

Puerto Cabezas, en la mitad septentrional del Departamento, torna su nombre del nombre del pa– ladín que decidió la Reincorporación de la Mosqui– tia a la completa soberanía de Nicaragua, en memo– rables sucesos del mes de febrero de 1894, hace pre– cisamenie medio siglo.

En la primer década de este siglo, se anota un plausible esfuerzo de la Administración Publica, pa– ra la construcción de un ferrocarril que uniese la costa del Gran Lago con el liforal del mar Caribe, en un intento de comunicar con rapidez las regiones del Pacífico con las del Atlántico.

y en el presente, la Administración Pública está entusiastamente empeñada, con la ayuda generosa del Gobierno Norteamericano, en la construcción de una carretera moderna que comunique las regiones del interior con el Rama, que es como decir con el Atlántico, porque desde ese puerto fluvial sobre el Escondido, existe servicio rápido de vapores con Bluefields, el puerto marítimo principal del Depar– tamento. Sin duda alguna, la vialidad vendrá a desempeñar un papel importante en el perfecciona– miento de las comunicaciones enire las costas occi– dental y orienial de la República.

FIN

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