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« Previous Page Table of Contents Next Page »LA CUESTION MOSQUITA ENTRE N!CARAGUA y LA GRAN BRETAI\IA
BREVJE: HISTORIA
"La firmeza y la perseverancia con que Nicaragua ha mantenido sus derechos en presencia de la poderosa Inglaterra, aun a riesgo de una guerra que pudo hacerla desaparecer de la lista de los Estados, son notorios; y Nicaragua puede gloriarse de deber a su energía la restauración a su dominio de la Costa de Mosquitos".-MA_ NUEL MARIA DE PERALTA.-LIMITES DE COSTA RIC'A Y COLOMBIA.-Ma_ drid, 1890.-Página 387.
CONSIDERANDO:
En uso de las facultades de que estoy investido,
RIGOBERTO CABEZAS, Inspector General de la Costa Atlántica,
El Histórico Decll'ello que Reincorporó de hecho la
Mosquilliia a !la Soberanía de Nicaragua
Rigoberto Cabezas
En realidad el ferreno estaba apropiado para una fácil conquisfa, pues denfro de la pequeña na– cionalidad, las rivalidades, la desunión y los cho_ ques armados, eran frecuenfísimos en una forma en– conada y feroz.
Corno un medio encaminado a evitar fanfo de– vasfamienfo se pensó y llevó a cabo el plan de limitar la fuerza del poder Ejecufivo, aplicando así un remedio contrario, puesfo que para combafir y
vencer la demagogia se requiere un gobierno fuerie.
Dos años apenas se daba al período de man– do y se dió gran ensan_ che a las garantías indi– viduales. Sólo se habla– ba de derechos del ciu– dadano, mas no de las obligaciones de ésfe, y
se creó un Comandante General de Armas con supremo poder militar. De manera que ha– bía un Ejecufivo sin fuerzas que quedó some– fido al poder milifar, pe– ro del peor de fados. Milífes obscuros e igno– raníes, sin principios, sin la menor idea de las nociones más rudimen– ±arias de la política, se– ñorearon el país, que materialmente iba a la
deriva.
Cieriarnenfe que se pensaba en Cen±roamé– rica en el resíableci– miento del Pado, mas no en forma pacífica si– no de violencia. Hubo choque de armas, y co-rno acababan de esiar unidas esfas naciones, no se defenían en el empeño de infervenir en los asuntos inlernos de las otras. Y corno Nicara– gua, en verdad, comefió este pecado, sufrió las re– presalias de El Salvador y Honduras; esto fue en 1844. Se sufrió fanfo en esa época, que Nicaragua no pudo olvidarlo jamás.
Ese fenómeno político fan frecuenfe en el mun– do, de que al nacer los pueblos, al conslituirse se ponen frente a frenfe los dos bandos: el del hom– bre de orden y el demagogo encuenira en Nicara– gua un ±eafro vívido de marcados relieves.
DECRETO:
POR TANTO:
Art. 1"-Ocúpase militarmente la ciudad de Bluefields, y
se la declara en estado de sitio.
Art. 2 Q -Se desconoce a las actuales autoridades de la Reserva. El Comisario de la República organizará, según lo crea conveniente, el régimen administrativo y político. Art. 3 Q -Ninguna embarcación podrá zarpar del puerto, si no es con previo permiso de este mando.
Art. 4 Q -Es prohibido formal' grupos y reuniones públi– cas, y la portación de armas.
Art. 5 9 -Los delitos que se cometan contra el orden y la seguridad del Estado, serán juzgados militarmente. Dado en Bluefields, a doce de Febrero de mil ochocientos noventa y cuatro.
Que ha sido negado a Nicaragua por el jefe de la Re– serva Mosquita, el derecho de poner fuerzas en su territorio: Que el mismo jefe, en nota dirigida al Comisario de la República, de la cual se me ha dado conocimiento, se opone abiertamente a la movilización de nuestro Ejército, amena– zando con captura y castigo a los soldados que porten sus armas:
Que la citada nota significa una negación categórica de la Soberanía de Nicaragua, y el desconocimiento de sus le– gítimas autoridades:
Que en la situación de guerra en que se halla la Repú– blica, todo acto que favorezca al enemigo exterior es un cri– men de alta traición;
El 30 de mayo de 1838 el Congreso Federal de Cen±roamérica declaraba libres a los Es±ados de la Unión para que se consfifuyeran corno quisiesen. sin más resfricción que la de conservar la forma de go– bierno popular y representativa.
Con un mes de anticipación ya había declarado Nicaraglla que se enconiTaba desligada del PaC±o Fe– deral. De manera que cuando se enteró de que ya no fendría ningún obstáculo, se apresuró a diC±ar su primera Constitución Política, corno nación soberana, y se firmó la Caria el 12 de Novbre. del mismo año de 1838. No pensaron jamás aquellos varones que la debilidad de la de– sunión tentaría la co– dicia de la Gran Bre– faña. Esfa poderosa na– ción, poco después de la ruptura del paC±o fe– deral, empieza a pro– mover dificulfades a la débil nación nicara– güense.
Principalmenfe en– dereza su acción contra la costa oriental de Ni– caragua y corno medio para ejercer presión, introduce reclamos por supuesta denegación de justicia a los Súbdi– fas brifánicos y exige además imperiosa y ca– prichosamenfe la parie que corresponde a Ni– caragua en la deuda federal.
An±es de haberse cumplido los prim.eros
diez años de la rupfu– ra de la unión, los di– reC±ores de la cosa pú-blica de Nicaragua han comprendido su gran
error y para defenderse de las continuas asechan– zas de la Gran Brefaña no encuentran más que dos recursos: el resfablecimienfo de la federación, o echarse en brazos de la gran nación Norieamerica– na que había manifesfado en la Doctrina l-Aonroe, el vivo inferés por la vida independienfe de las na– ciones de origen ibero.
Fueron fan graves las exigencias inglesas, que Nicaragua esfuvo a punfo de desaparecer de la lisfa de los Esfados.
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