Page 62 - RC_1966_03_N66

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NICARAO es un subgrupo pipil, que acompañ6 a eSÍos en su mi– gración y que se instaló en Soconusco por varios siglos.

Dice el etnólogo alemán Wa1±er Krickeberg: "Es±a vanguardia su– reña de los nahuas se designa en su conjunto con el nombre azteca de pipilies que significa, ían±o "Prinoipes" (es decir clase gobernante) como "hijos" o sea descendientes del pueblo principal en el Noríe. Emigraron a sus lejanas moradas en diversas etapas de las segunda mitad del pri– mer milenio después de Cris±o".

Wal±er Lehmann encuentra una ligera diferencia entre el idioma hablado por los aztecas y el idioma hablado por los pipiles. Dice que el idioma de los primeros debe llamarse NATULT, porque esos pueblos pro– nuncian muy bien la terminación de los vocablos en "TI". En cambio los pipiles, en su expresión han suprimido la "1" por lo cual piensa que su idioma debe ser llamado NAHUAT.

Los NICARAOS eran un sub-grupo de los pipiles. Krickeberg dice en su obra, "Las antiguas cul±uras mexicanas": "La lengua azteca es hermo– sa, melodiosa y rica en formas; carece de los sonidos guturales del maya y hace poco uso de los sonidos explosivos tan frecuentes en esta última lengua. .. Su gramática se caracteriza por la gran riqueza de sus formas verbales y por la capacidad de crear conceptos abs±raC±os. Se habla hasta la fecha, con pocas al±eraciones, en muchos lugares de la meseta central y en los valles del sur; en el siglo XVI, era, al lado del maya y del que– chúa (inca), una de las pocas lenguas ,literarias de la América antigua. Entre los muchos y valiosos monumentos literarios aztecas, se encuen– ±ran algunos himnos a los dioses, poemas épicos, obras históricas, prover– bios y ejemplos de una retórica floreciente, pero desgraciadamente no se han conservado dramas, que deben haber existido antaño al igual de los otros dos pueblos de alfa cul±ura. Un úl±imo resto de los juegos dra– máticos celebrados en épocas pasadas en ocasión de las fiesías sagradas de Tenochi±lán y de Cholula, se conservó hasta - el siglo pasado en– fre los Nicaraos, la tribu nahua más meridional; es una comedia llama– da, debido a sus autores principales, "los Güegüenses" la comedia de los vieji±os" (huehueízin en az±eca). Los nicaraos eran una rama de lospipi:' les y dieron su nombre a Nicaragua"; residían entre el Océano Pacífi– co y el mar de Nicaragua".

De modo que el nombre de Nicaragua eS nahua y no de proceden– cia suriarla o antillana. Los etnólogos modernos escriben: "Nahua", no nahoa, y su acentuación es grave como todos los vocablos nahua±l.

Me parece correcta la interpretación que hace el Dr. Alejandro Dá– vila Bolaños del término "Nicarao". Nican-aquí; y nahua: Nica-nahua. Aquí están los nahuas. La mutación de la "n" en "r" se debió producir posteriormente con el contacto choro±ega o después de la Conquista.

La migración nicarao desde el altiplano mexicano hasta el Is±mo de Rivas, es seguida paso a paso. El padre Fray Francisco Bobadilla in±e– rrogó a los pipiles de Nicaragua en 1528, de dónde procedían: "No somos naturales de aquesta ±ierra-dijeron-e ha mucho tiempo nuestros predecesores vinieron de Ticomega y Emagua±ega, por que en aquella fierra tenían amos a quien servían y los trataban mal". Es±os amos a quien se referían eran los ±ol±ecas contra los cuales se sublevaron en el siglo 59 después de Cristo. Vencidos, se ven obligados a emigrar con la masa del pueblo pipi!. Irrumpen sobre las pacíficas poblaciones mayas de Gua±emala. Los Nicaraos se establecen en "el despoblado de Xoco– nusco". Lehmann localizó las poblaciones de Ticomeya y Emagua±ega en las actuales poblaciones m:exicanas de Ticoman y Miahua±1an. "El cambio de la terminal en "ega"-dice Lehmann-se debe a la influencia de las lenguas vernáculas de Nicaragua".

Los nicaraos viven alrededor de cuatro siglos en Xoconusco "6 a 8 vidas de viejos" como decían los pipiles.

Cuando se derrumba el Imperio Tolteca bajo el empuje de los na– huas recientes, el pueblo quiché retorna a Cen±roamérica. Las peripecias de este viaje de regreso es descrito en el manuscrito ca±chiquel de Tec– pan Ati±1an. Los nicaraos de Xoconusco vuelven a caer en la servidum– bre de sus antiguos amos.

Nuevamen±e se ven obligados' los nicaraos a emprender una nue– va, y esta vez definitiva migración hacia Cen±roamérica que eS relatada por Torquemada. En mi obra "Cultura e His±oria precolombina del iSÍ– mo de Rivas", está escrita con todo detalle esta historia.

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