Page 117 - RC_1966_03_N66

This is a SEO version of RC_1966_03_N66. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

menguado hospi±al a orillas de éstas en– tonces metrópoli, al que agregó, a ~oco,

oratorio y escuela. La fama de su candad y su ascetismo que, sólo son de comparar a los de San Francisco de Asís, lo ha so– brevivido de generación en generación, sin trazas de extinguirse nunca. Y lo que la tradición popular conserva y cuenta de su gesta apostólica, es cosa de pasmo.

Testigo involuntario, cierta noche, de la muerte airada del apuesto seducior de la hija de un calderonesco hidalgo, a la n"lañana siguiente llamaba a la puerta de su humilde hospital la cui:J:ada doncella, que, por ciego amor, había dejado de ser– lo. De hinojos frente a él, a punto de per– der el juicio, le narró la trágica hisioria: los amantes, descubiertos por el padre hidalgo, quien con su propia tizona, sa; bidora de soles italianos y flarnencos, a111

lLlismo dió al galán muerte ins±antá~ea! y a ella, la mancilladora del hogar hnaJu– do, que podaba suntuosas ropas y aun guardaba albo delantal de batista en– sangrentada con la sangre del amado,– a cuyo cuerpo se abrE¡'~,ó, arrosirando .la ira pa±erna,- la arroJo de la casa, 1n– flexible y justiciero. Pidióle al Hermano encierro elerno en su convenía, pero an– fes, ¡iierno anhelo de enamorada! que la acompañara al sitio en que los criados sepultaron el cuerpo para regar unas flo– res frescas como úHimo adiós ... Junios sa– lieron la rnoza noble y el varón evangéli– co, pero en vez de enderezar sus pasos rumbo al mercado y centro de la villa, con$igo la llevó él, a campo traviesa y cn~­

zando las ondas diminutas de El Pensal1– vo, hacia el preciso punto del sepelio clan– destino. Llegados allí, la dama lloró sin consuelo y enjugaba los terciopelos de sus ojos eón el delantal ¡nanchado. Y el delanial, de golpe, se colmó de clave– les!. ..

6 DE SYEUF-T¡¡~MBR¡¡:

Alrnuerzo en la finca de "Jauja", muy concurrido, con bailoteo de poslres, bajo las centenarias frondas.

Luego, hasta San Juan del Obispo, en pleno Volcán de Agua. Ojeada a delicio– sa "bombonera" mandada edificar por doña Bea±riz de la Cueva, la ambiciosa segunda consorte de nuestro "Tona±iuh", el Sin Miedo y Sin En±rañas, fundador de la célebre urbe de Sanliago de los Caba– lleros que los volcanes de Agua y de Fue– go habían de reducir al triste estado que hoy guarda, matando, por añadidura, a doña Beatriz, aquel mismo año de 1541

en que ambos fallecieron: don Pedro de Aiva-rado, de resulfas del golpe que su– frió al caerle encima el caballo del es– cribano Montoya en una cuesia de Nueva Galicia¡ y doña Beatriz, víctima del espan– foso ferremo±o que acabó con la ciudad.

1 Lástima que iodo me 10 eche a perder don N. N., con inoportuna e insulsa char– la ieosofisia!

Por la noche, frente a nuesiras ven– tanas ya cerradas, serenata de marim– bas con que nos regala la colonia rnexica– na de La Antigua y que mucho ha de con– irariar a las autoridades locales.

8 DI!: SmlPTIEMBRE

Invitado por el joven abogado don Vicente Aceña, lindo paseo de diez leguas en su buggy, hasta Chimalienango, capital del Depadam.en±o de su nC?rn.bre, con u.nos

3,000 pobladores. Nos fUImos, a la l?-a, por San Luis de la:3 Carretas, El TeJar. -donde estaba de fiesta: indios, cohetes y Inúsicas,- y finca de "La Alameda", en que ahnorzamos. El regreso fue por Jziana, Parramos, y de nuevo San Luis de l~s Carretas. Ebrio de oxígeno, de mon– tes, campo y precipicios, vuelvo después de anochecido.

9 miE S!:P'¡¡"iIEl''iiBlrlE

A nuestro día de campo en "El Por– ial", adonde llegamos en tropel de ca– rruajes, caballos, carretas, risas y ale– gría. El club fernenino "La Huelga", in– tegrado por nutrido grupo de bellez~s é,tn–

figüeñas, es el orge.nizador del agasaJo que se prolongó hasta bien entrada la noche.

110 DE SEPTlllEiMEl!.tE

Excursión hípica, con la fresca de la mañana, hasia "El Pintado".

A la larde, visila al Colegio y a la Casa de Alvarado; y a lo úliimo, en la tienda de afalLlado anticuario, donde realizarnos algunas cOn'lpras precursoras de nuesÍra partida préxim.a.

lll! l\Dil: S1f:l?TliEM~RE

El día en±ero, en el ingrato ajetreo de liar báriuloG.

La tertulia de la noche, por ser la postera, concurridísirna. Despedida de esta excelente fmLlilia de Pedro Cofiño, que tan cariñosmnen±e nos dió albergue cordial e inolvidable.

112 ll))E SlEi?TlllE~Jii!rn¡~lr.

A las 4.30 de la tarde llegamos sa– nos y salvos, aunque 1LlUY cansados, a la casa de la legación en Guaf.emala.

En cuanio mírome dentro de sus mu– ros, la impresión invariable: ansias de marcharme definitivarnen±e de este país de dolor y despolismo, y no porque no rne aten a él porción de sinceros cariños que por ac:l:iva y por pasiva me lo hacen muy caro ¡quiá!, sino porque de ver y comparfir sus sufrilnienios, siéniorne pri– sionero y desdichado.

20 DE SEPTlE~RE

Muy grave la situación política, nue-

42

Page 117 - RC_1966_03_N66

This is a SEO version of RC_1966_03_N66. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »