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« Previous Page Table of Contents Next Page »Además, se frafa de una cantidad casi insig– nificanfe (unos $ 250,000) cenfralizada en una sola casa de banco inglesa.
Las fenfativas de injusfa agresion hechas sobre esie país por la Inglaierra á fines del úl±imo siglo, y duranie la primera mitad del presenie, habian dejado amargos recuerdos, que van desapareciendo poco á poco, desde
1850, á consecuencia de relaciones comer..
ciales casi exclusivas con la Inglaierra.
Las exacciones de Walker y de los filibus– feros americanos no han sido bas:lanie para impedir que Nicaragua profese para la Re– pública de los Estados Unidos, la admiracion debida á esa gran nacion.
En fin la Francia es querida en esie país, como lo eS en todas las naciones de raza la– tina, de las cuales ha sido siempre la cabeza. Es±a simpaiía Se ha manifestado calurosa y universalmente en el país, duranfe la guerra franco-prusiana de 1870-71.
Esio en lo que ioca á las fres grandes po– fencias marítimas, quienes han siempre favo– recido á Nicaragua con su simpafía, ora co– lecfíva, ora individual, en la prevision de la
posibil~dad de ejecufarse algun dia, en esfa region, el canal inferoceánico americano y garanfizar su neutralidad.
En cuanfo á las demas naciones Nicma– gua tiene muy pocas relaciones con ellas, y, solo por memoria, mencionaremos á !faIia y España.
Pero esa simplicidad en los negocio¡; ex– franjeros no se entiende de las relaciones con las ofras Repúblicas vecinas. Aquí el caso es un poco mas complicado.
En fado Cenfro América, la division de los áni¡:nos en dos partidos, así como la he– mos visto en el capítulo: Hisforia, subsisie aun, p\,ro con forfunas diversas para uno ti,
afro lado. Si, por ejemplo, el parfido con" servad,?r esfá en el poder en Nicaragua, el parfido liberal, para intentar derribarlo con mas seguridad, busca apoyo en los esi<ldos limítrofes donde el partido liberal es dueño de la situacion. Esa parfe de la polífica ex. feriar, llamada política Cenfro Americana, consiste, pues, en buscar, por ±odos los me– dios posibles, un modo de hacer triunfar su pariido en fodas las demas Repúblicas, ó bien á derrocar en ellas el partido que le ha"
ce oposicion.
Sin embargo, esas exirañas ideas políti– cas empiezan á desaparecer, además las de– finiciones de liberal y conservador han llega– do á ser fan vagas, tan elásticas, que, á ve–
ces, es el parfido conservador de un país que hace alianza con el partido liberal del afro. En fado caso, cada vez que surge una difi– cul±ad entre dos de las Repúblicas antigua– menfe confederadas, las ofras se apresuran á acreditar comisionados para mediar en el conflicfo.
Esas preocupaciones esfériles, verdade– ras rivalidades de campanario, no podrán
desaparecer sino cuando la separacion de la.s cinco repúblicas de Cenfro América sea del fado complefa, y cuando los vencidos de una no encuenfren en las ofras mas que la hos– pitalidad, pero sin el lTIenOr apoyo político
Ó financiero, ó sino, cuando sean de nuevo
confederadas.
Esfa palabra de "confederacion" ha frai– do á Cenfro América, desde la Independen– cia, males incalculables: es el pre±exio bajo el cual se esconden fodas las infrigas que hemos referido. Se debería renunciar, por el momenfo, á la realizacion de selTIejanfe sueño. Ni los enemigos, ni los parfidarios de la federacion pueden fener razono Sus enemigos olvidan que la union hace la fuer– za y que en 1856 para arrojar de Nicaragua á los filibusteros americanos, han sido nece–
sarios los esfuerzos combinados de las cinco
repúblicas. Sus parfidarios olvidan que un Gobierno federal, para manfener el órden en semejante exiension de ferritorio, necesita de facilidades de comunicacion y muchas ofras
ventajas económicas que Centro América es–
fá fodavía muy lejos de poseer. Unión sin Gobierno Cenlral es ofra ilusion funesfa: la union efecfiva es deseable, pero debe exisfir en los corazones antes que en los decrefos, y es preciso confesar que se concibe difícilmen– fe la union armónica de naciones, gue esfán ellas mismas divididas cada una en dos ó mas partidos (1).
f'ederacion pues es en efecfo la solucion verdadera de la cuestion, pero la federacion lenfa, la que se hará por sí sola, con el tiem– po y l~s ferrocarriles: imponerla por la fuer– za, sena una empresa fafal, y pensar en ob– fenerla a?fualmenfe por frafados, s'i'rfa expo– n.er esfa ldea, buena en sí, a naufragar para slempre en una :lempesfad civil. J;-:n Cenfro América se olvida demasiado frecuenfemen_ fe esie principio fundamenfal en economía política, que, para esfablecer una mejora so– cial con buen éxito, un esiado debe, anfes de fado, MERECER los beneficios que resuIfaran para sí del es±ableci:m:ienfo de dicha mejora. En general, ser digno de un bien es encon_ frarse muy cerca de recibir esie bien, y Ben– ±ham no ha hecho mas que dar ofra forma á esfa misma idea, cuando escribió aquella fra– Se célebre: "Nunca tienen los pueblos afro gobierno que el que merecen". QUe cada República de Cenfro América, pues, aumenfe el número de sus habitanfes por la inmigra–
cian, que mejore su hacienda y sus caminos,
que se dedique mas al irabajo y menos á la política, y la federacion llegará un dia á pre– senfarse como una mejora de fácil realiza–
cian. Mientras fauIo, dice con mucha razon
el Sr. Felipe Malina (2), nada se opone á la
(1) Léase: SQUIER: Compendio de la Historia de Centro Amélica (traducida al español pOI un Canbo Amelidmo, (SI.
Alvfuado), dé Hondmas} -Comayagua, 1856. - .
(2) Bosquejo de la República de Costa Rica. - New Y61k,
1851.
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