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Al contestarle la enfermera afirmativamente, el Rey se volvió a su cuarto, se vistió de nuevo y llamó a los Mi– nistros a su presencia Les prohibió tomar ninguna decisión, aun la de expedir un salvoconducto, sin sus expresas órdenes

Luis XIV, el rey Sol

Al día siguiente, Monseñor de Rouen, Arzobispo de París, le preguntó "Majestad, yo tengo el honor de presidir la Asamblea del Clero del Reino Su Majestad me habío ordenado que le diera cuenta de todos los asuntos del Estado al Cardenal Pero él ha muerto A quién quiere Su Mojestad le dé cuenta

ahora?1f

l/A moW', contestó el Rey Este jamás dijo /lEI Estado soy yo" I como se ha dado en decÍI perol

desde ese entonces, Luis XIV fue el absoluto Rey de

Francia

En el escudo de armas de Felipe IV, de España, se ve un pozo, y en su leyendcl se lee

JI

Mientras más se le quita, más grande es", Felipe IV perdió el Ro– sillón, la Ce, deña, el Artesonado, y algunas ciudades en los Países Bajos La derrota de Villa Viciosa en 1665, por la que perdió el Portugal, tonto le afectó que murió ese mismo año.

Eí Reino sobre cuyos dominios no se ponia el sol estaba llegando a un triste ocaso y un nuevo sol bri– llaba sobre Europa Ese nuevo sol era Luis XIV, le Roi-Soleil, el Rey Sol

Situación de Europa

Cuál ela la situación de Europa por entonces? Los Hapsburgos de Viena no eran más poderosos que los Hapsburgos de Madrid Los Estados Libres de Italia parecían estar en completa decadencia y el resto de la Península no era más que una colonia de Eurapa Sin los subsidios de Francia, Suecia no podía vivir Rusia estaba entonces en gestación Dinamarca no contaba para nada Polonia era débil, y entonces; como ahora, víctima del apetito lapaz de sus vecinos Ademós de sus propios encantos personales y habilidad política, Luis XIV contaba con hábiles Mi– nistros que le ayudaban a mantener su preronderancia por sobre íos cabezas coronadas de Europa y contaba también con grandes generales que mantenÍ'on las glo– riosas tradiciones de los ejércitos franceses

Los Ministros

Su Secretario de Estado era Hugues de Lionne, quien habío ganado en experiencia trabajando bajo Mazarín Había tomado parte en las negociaciones poro la Paz de Westphalia, había viajado por toda

Europa y conocía de todos las intrigas y secretos de la diplomacia Europea Le Lionne continuó la política exterior de Mazarin y la solidificó.

Su Ministro de Hacienda, Jean Baptiste Colbert hijo de un mercader en lana de Rheims, llegó a se; uno de los más grandes financistas franceses. Al in– traducir nuevos sistemas las rentas de Luis XIV cre– cieron de OCHENTA Y CUATRO MILLONES a CIEN– TO CATORCE MILLONES DE LIBRAS Y los gastos se redujeran de CINCUENTA Y DOS a VEINTE Y TRES MILLONES Colbert impulsó la manufactura nacio– nal Creó las bases de la Marina Francesa con el es– tablecimiento de astilleros Mejoró los medios de

comunicac.ión de Francia

Su Ministro de la Guerra fue, primero, Michael Le Tellier, y después, su hijo Louvois, "una combina– ción de exactitud y arduo trabajo". Ambos crearon y mantuvieron el ejército regular francés.

Lionne, Colbert, y Le Telliers, padre e hijo, fueron los hombres que sirvieron a Luis XIV con incansable determinación para hacer de Francia el más poderoso Estado sobre la faz de la tierra

Cuán arduamente trabajaron, puede resumirse en las famosas palabras del moribundo Colbert "Si hubiera servido a Dios, como he servido a "este hom–

bre Jl ,

podría estar seguro de mi alma!1I

Los generales que llevaran a los victoriosos ejér– citos f,anceses por toda Eurapa y establecieron a Fran– cia como el poder predominante, fueron Henri de la

Tour D'Auvergne, Visconde de Turenne, conocido en la historia como Turenne, y el Gran Candé -Louis 11 de Barbón, Príncipe de Candé.

Después de lo famosa campaña de 1674, cuando Turenne volvía a Saint Germain, después de un viaje que había sido una larga pracesión de triunfos, el Rey avanzó a recibír al gran sO,ldado y en presencia de toda la Corte le saludó con un abrazo y le dijo "Vous avez relevé un Iys de ma couronne!// IIVOS habéis engran– decido el lis de mi corona!" Un espaldarazo real a la grandeza

El Gran Candé, compelido por su ambicioso padre o casarse con la sobrina de Richelieu (1641) logró su mayor influencia por su victoria sobre los Españoles en Rocroi (1643) Apoyó a la Corona en contra de La Fronda hasta que su actitud hacia Mazarín y la Reina le costaron su encarcelamiento (1650-1651) Por un tiempo se unió a los españoles (1653) en su lucha con– tro Francia y mandó los ejércitos españoles hasta su derrota en Dunquerque (1658) Restaurado a su ran– go en Francia (1 659) comandó con repetido éxito los ejércitos franceses hasta que se retiró a Chantilly en 1675 Uno de los g,andes generales franceses, po– seía una extraordinaria habilidad militar que era res–

pal~ada por un juicio sutil y un gran valor, aunque era egolsta y cruel en sus acciones personales

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LA REALIZACION DE LA ELEGANCIA SOCIAL

Un hecho sobresaliente ocurrió durante el reinado de Luis XII I la organización de la clase aristocrática

en una sociedad mundana La rudeza de la Corte de Enrique IV dió lugar a una más refinada y elegante -53-