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ción de los empresarios las posibilidades de diversas oporiunidades de inversión.

Ojalá que algunas de ellas resulfen en proyectos' específicos en cuya estructuración deberán de ayudar al hombre de empresa

las ins±ifticiones de su país, las corporacio–

nes de inversión y el Banco Centroamerica–

no lTlisrno.

Si escogiéramos al azar algunos de los proyectos que se presentarán aquí y quisié–

ramos estructurarlos esta misma noche, nos encontraríam.os con que sinietizariarnos mu–

chas de las preocupaciones que en sí lleva el proceso industrial centroamericano.

Posiblemente cada uno quisiéramos que

se estableciera esa industria en nuestro país;

es posible que pensáramos, en caso justifica– do, que debería ser indusíria de integración; nos pregunlariamos cómo financiarla, qué clasificación darle, qué tipo de inversión ex– tranjera seria conveniente, dónde y cómo ob– tener la tecnología requerida, cómo formar

á los hombres que la martejen, qué otro in– dustrial en otro país está pensando en poner la misma industria.

Todas estas son incidencias del camino. Para algunas preguntas ya hay respuestas categóricas. A otras se les está, buscando re– solución. Quizá lo peor sería echarse atrás por no ver claro el camino adelante. Al– guien de los más entusiastas y quién sabe si así también de los m.ás realistas, nos re– petiría aquel refrán que dice, Caminante, se hace camino al andar.

Lo interesante en este caSo es que ande– m.os el cam.ino de la m.ano, vinculados to– dos los cen±roan"tericanos en un propósito de resolver los prol;>lem.as con sentido de equi– dad. Recordemos que para que la in±egra–

ción económica sea de veras realidad perma–

nente tiene que haber un sentido de partici– pación activa, por parte de iodos y cada uno de nuestros países en los beneficios de la in– ±egración.

POLITICA DE INDUSTRIALIZACION

VERNON R. STEVES

Plesidente del Banco Gubernamental de Fomento de Puet to Rico

La historia económ.ica de los países que han logrado avanzar en el cam.ino de la in– dustrialización contiene lecciones valiosas. Ouizás la m.ás im.porían±e de todas ellas se refiere a los tipos de política a seguir respec– to a la orientación de la industria a crearse. Es decir, la industria a crearse puede estar orientada al m.ercado dom.éstico, o puede es– ±ar orientada a la exporiación. Si la orien±a– ción es al m.ercado doméstico, al programa industrial generalm.ente se le conoce com.o uno de SUSTlTUCION DE EXPORTACIONES. En cambio, si está orientado hacia el m.erca– do exierno, se habla generalm.en±e de la crea– ción de INDUSTRIAS DE EXPORTACION. No quiero decir con esto que la industrializa– ción de un país no contenga industrias re– presentativas de ambos tipos. Sin em.bargo, para los que hayan esiudiado la historia eco– nómica de los países indusirializados no les sería difícil catalogar los m.ism.os dentro de

una de las dos orientaciones anteriores. Paí–

ses com.o Alemania, Suecia, Holanda y el Ja–

pón se caracterizan por la orientación hacia

la industria de exporlación. En±re éstos se encuentra mi propio país: Puerio Rico. En

CBnlbio, países corno Francia, Italia, España,

en Europa, o México, Brasil y la Argentina, en Lafinoam.érica, son ejem.plos de progra–

mas de industrialización orientados a la sus–

±itución de exporiaciones.

La industrialización mediante sustitu– ción de im.poriaciones depende, obviam.ente, de la existencia de un mercado interno am.· plio donde se puedan acom.odar las indus-

trias m.anufaciureras. Hoy día, cuando la técnica exige cada vez más una escala de producción mayor para un número conside– rable de industrias, el tam.año del m.ercado interno juega un papel de prim.er orden den– tro de este tipo de orieniación industrial.

A la larga, aumentos de salarios sólo son posibles m.ediante una mayor producti– vidad, y esta m.ayor productividad sólo se obtiene si se permite la producción en m.a– yor escala, lo cual a su vez depende del ta– m.año del ·mercado. De ahí que los países pequeños ofrezcan posibilidades muy lim.ita– das para lograr realizar gran progresó en el desarrollo industrial si la orientación es' pri– m.ordialm.ente al mercado dom.éstico.

La experiencia de Puerío Rico al respec– to, ilustra este raciocinio a cabalidad. Para 1940 Puerlo Rico contaba con un Producio Bruto de cerca de $ 300 m.illones e im.poriá– bam.os algo m.ás de $ 100 m.illones al año. Durante toda la década de los años cuarenta se hicieron esfuerzos por establecer plarnas industriales que sustituyeran im.poriaciones. Para fines de la década hubo que reconocer que el program.a industrial era un n;,lativo fracaso, pues el núm.ero de plantas industria– les prom.ovidas sólo sumaba 50, y el em.pleo total en la manufaciura era m.enor que a principios de la década. Fue entonces que se produjo un cambio básico de orientación, donde el programa de industrialización se identificó con la industria de exportación.

Conviene señalar dos datos im.porian±es. Prim.ero, que Puerio Rico no hizo este cam.-

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