This is a SEO version of RC_1965_04_N55. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »DROUYN DE LHUY's Ministro de Relaciones Exteriores
EGIPTO
Tengo el honor de informar que Su Alteza, el Pachá de Egipto, ha apro– vechado la prilTtera oporíunidad para expresarrrte la pena con la que ha oído la triste noticia del asesinato del Presidente de los Estados Unidos, su desa– probación del detestable crirrten, y su sirrtpaiía por nuestro pais en la grave pérdida que hemos tenido.
HARLES HALE Cónsul General de E. U.
ESPAÑA
Señor: Los horribles crÍlTtenes cOlTtetidos en las personas del Presidente y el Secretario de Estado de los Estados Unidos han causado una penosa y profunda sensación en la nación Española que está unida a esa gran república por los lazos de una verdadera amistad y una cordial sirrtpaiía.
Aunque desde el prirrter momento que esas tristes nuevas nos llegaron me apresuré a darle a conocer, personalmente, el profundo pesar de Su Majestad, la Reina, mi augusta soberana, y el de su gobierno, en tan inlTtensa desgra– cia; hoy tengo el honor de transmitir a Usted las copias adjuntas de las decla– raciones hechas por el Senado y el Congreso de Diputados, asociándose a la gran pena de esa generosa nación por el. abominable crimen perpetrado sobre la persona de su ilustre y respetado Presidente.
La aflicción que la mueríe de tan eminente estadista ha producido al go– bierno de Su Majeslad está en parte lTtitigada por las bienvenidas nuevas de la vida del Secretario de Estado para relaciones exteriores no eslá, felizmente" en gran peligro, sino que, por el contrario, que hay bien fundadas esperanzas de poder oblener un pronto y completo restablecimiento. Quiera Dios que así sea, para el bien y prosperidad de ese noble país del que Usted es el más digno representante.
Me aprovecho de esta ocasión para renovarle las seguridades de lTti más distinguida c0l1sideración.
EL DUQUE DE VALENCIA Presidente del Consejo de Ministros
FRANCIA
Elevado a la Prirrter Magistratura de la República por el sufragio de su país, Abraham Linco1n exhibió en el ejercicio del poder puesto en sus manos las más substanciales cualidades. En él la firmeza de cará:eter estaba unida a la elevación de principios, y su alma vigorosa nunca ~e amilanó ante las di– ficultades reservadas a su gobierno.
En el momento que el atroz crimen lo separó de la misión que había cumplido con un religioso sentimiento del deber, él estaba convencido de que el triunfo de su política se hallaba definitivamente asegurado. Sus recientes proclalTtas están selladas con los sentimientos de moderación con los que se ins– piraba a proceder resuel±amente a la tarea de reorganizar la Unión y conso– lidar la paz. La suprema satisfacción de realizar esla obra no le fUe concedi– da; pero al repasar esos testirrtonios de su elevada sabiduría, así corno los e– jemplos de buen sentido, de valor, y de patriotismo que él ha dado, la his– toria no dudará en cblocarlo en el rango de ciudadanos que han honrado más a su patria.
Espero que me excuse el dirigirle esía pequeña nota; lTtas Usted, cierialTtente' pensará que es natural que un miembro de la familia Lafayetle desee unirse a los ciudadanos de los Estados Unidos en su duelo. Al tielTtpo del odioso crimen cometido, yo estaba ausente de París y enfermo; así es que me fue imposible unirme a algunos de lTtis conciudadanos en las públicas ex– presiones de dolor por la mueríe del eminente estadista Americano.
Ahora le expreso lTti pesar y le ruego aceptar mi estirrta personal.
OSCAR DE LAFAYETTE
55
This is a SEO version of RC_1965_04_N55. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »