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fícil prueba que estamos atravesando nos iluminará, honrosa o deshonrosamente, hasta la últi– ma generación Decimos que estamos a favor de la Unión El mundo no olvidará que hemos dicho esto Sabemos cómo salvar la Unión El mundo sabe que nosotros sabemos cómo sal– varla Nosotros -siempre nosotros, los que estomas aquí- ostentamos el poder y cargamos con la responsabilidad Al dar la libertad al esclavo, aseguramos la libertad de los libres tan honroso es lo que damos como lo que defendemos mezquinamente la última y mejor esperanza de la tierra Otros medios pueden triunfar, pero este no puede fracasar El camino es llano, pacífico, generoso, justo un camino que, si lo seguimos, el mundo aplaudirá para siempre y Dios nos bendecirá para siempre

Esta es una fotografía contloversial. Unos sostienen que es una de Lincoln en su viaje a Gcttysburg Otros sostienen que no es Lincoln el homble con el somblClO

de copa alta. De todas maneras la foto es de la época.

LA PROCLAMA

El día de Año Nuevo de 1863, se hizo pública la proclamacíón definitiva, dando la libertad a las esclavos de los Estados rebeldes Debe tenerse en cuenta que la ley de emancipación con– cedía la libertad solamente a ios esclavos de las zonas donde el Gobierna nacional no tenía aún autoridad No obstante -dice el profesor Nevins-, fue un acto inmortal en pro de la libertad humana. No sólo cambió los objetivos de la guerra, sino que los elevó al máximo nivel In– fundiendo al conflicto un nueva significado moral, intensificó ese elemento de pasión e inspira– ción que vibra en tantas manifestaciones de Lincaln El pensamiento liberal de Inglaterra y de -todo el mundo se puso, gracias a esta ley, al lado de la Unión.

Lincoln escribió una carta a su amigo James C Cankling destinada a ser leída en un mitin del partido de la Unión Nacional Llamada su última arenga electoral, hacía un llamamiento a las dudosos e intentaba convencer a los disconformes acerca de la rectitud con que había obra– do la. Administración

"Ahí tenemos a los que están disconformes conmigo Quisiera decirles a esas deseáis la paz y nie censuráis porque no la tenemos ¿Pera cómo podemos lograrla? Sólo hay tres cami· nos concebibles Primero, suprimir la rebelión por la fuerza de las armas Esto es lo que estay intentando hacer. ¿Os parece bien? Si es así estamos de acuerdo Si no os parece bien, un segundo camino es el de renunciar a la Unión Yo estoy contra esto ¿Os parece bien a vos· otros? Si es así decidlo llanamente Si na sois partidarios de la fuerza ni de la disolución, en– tonces solamente resta buscar algún compromiso imaginable No creo que ningún compromiso referente al mantenimiento de la Unión sea ahora posible. Toda cuanto s~ conduce a la opinión diametralmente opuesta"

y después de afirmar que ningún compromiso escrito, con el que los directores del ejérci– to de Lee no estén de acuerdo podría ser eficaz, el Presidente llegó al punto vital "Pero, para

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