Page 70 - RC_1965_04_N55

This is a SEO version of RC_1965_04_N55. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

Lincoln ~stoba d~s~sp~rado Estamos al bord~ de la destrucción, dijo a un amigo Pa-rece que el Todopoderoso está cOlltra nosotros y apenas puedo ver un rayo de esperanza

I

LOS GENERALES

En Enero de 1863 se aceptó la dimisión de Burnside, las disputas del general con otros altos jefes hicieron inevitable su separación del mando

Fue reemplezado por el guapo Joseph Hooker, un alegre jefe de caballería, alerta y con– fiado, desbordante de entusiasmo y tan animoso como un muchacho Lincoln le citó en su des– pacho y le entregó esta carta

"General le he colocado a la cabeza del ejército del Potomac Naturalmente lo he hecho por razones que me han parecido suficientes Pero creo preferible poner en su cono– cimiento que hay en usted algunas cosas respecto de las cuales no estoy completamente satisfe– cho Me parece que es usted un soldado valiente y competente, lo cual, naturalmente, me gusto También me parece que no mezcla la política con su profesión, en lo cual está acertado Tiene confianza en usted mismo, lo cual es una cualidad valioso, aunque no indispensable Es ambi– cioso, lo cual, dentro de unos límites razonables, hace más bien que mal. "

"Pero he sabido, de fuente digna de crédito, que usted dijo recientemente que tanto el ejército como el Gobierno necesitaban un dictador Naturalmente, le he dado el mando no por esto, sino a pesar de esto Sólo aquellos generales que obtienen éxitos pueden tener madera de dictadores Lo que yo le pido ahora es un éxito militar y correré el peligro de la dictadura El Gobierno le apoyará hasta el máximo de su capacidad, que es ni más ni menos lo que ha hecho y hará con todos los coniandantes "

"Y ahora, cuidado con las temeridades Cuidado con las temeridades, pero, con energía y atenta vigilia, vaya adelante y denos victorias"

Como Lee avanzaba, la mejor estrategia era seguirle y atacarle cuando el lugar y el tiem– po fueran favorables . Lincoln observó el error del plan de Lee y escribió a Hooker Si la cabeza del ejército de Lee está en Martinsburg y su cola en el camino entre Fredericksburg y Chancellor-ville, el animal debe ser muy delgado en alguna parte ¿No podría usted partirlo?

Pero la corducta de Hooker se parecía cada día más a la de McClellan Siempre pedía más armas y aqa.t~cimientos Con los nervios de punta, disputó con el General Halleck y ame– naZó can dimitir Lif'icoll'l hllbo de escoger entre Halleck y Hóoker y escogió a Halleck El 78 pe Junio, cuandó)a batalla estaba perfilándose, Hooker fue relevado del mando y en su lug$lr ~I Presidente norliJbró al General George Meode, llamado la gran tortuga voraz, un hom– br'l metódico, de temperamento irascible, estirado y solemne, sin humor ni imaginación, pero muy dotado para la táctica militar

Bajo el mando de Meade, en los tres primeros días de Julio, se libró el mayor encuentro de la guerra civil en la pequeña población de Gettysburg, en Pennsylvania Fue una gran de– rrota para el Sur y el cambio de suerte para el Norte Los confederados se retiraron dejando millares de sus mejores hombres sobre el campo de batalla

El 4 de Julio, al día siguiente de Gettysburg, llegó la noticia de que el General Grant habia tomado Vicksburg El Mississippí quedaba abierto Lincoln dijo esperanzado Ahora, si el Ge– neral Meade puede completar su obra, tan gloriosamente realizada hasta el momento, con la destrucción total o sustancial del ejército de Lee, la rebelión habrá terminado

Pero cuando el Presidente leyó en la felicitación de Meade a sus tropas que el ejército de la Unión debe expulsar de nuestro suelo todos los vestigios de la presencia del invasor, sus es– peranzas se derrumbaron iExpulsar al invasar de nuestro suelo! i Dios mío! ¿Es esto todo? ¿Es que nuestros generales nunca podrán quitarse esa idea de la cabeza? Todo el país es nues– tro suelo.

Meade debía ir detrás de Lee y destruirle antes que éste cruzara ei Potomac Cuando Meade se quedó quieto, Lincoln observó que el general estorá dispuesto a reñir una magnífica batalla cuando no haya enemigo con quien luchar Sucedió como lo predijo Lee se escapó. Los tuvimos ~n nuestro puño. Sólo con haber apr~tado la mano hubieran sido nu~stros

El General Halleck comunicó a Meade el disgusto d~1 Presidente y, en respu~sta, Meade

32

1863

Page 70 - RC_1965_04_N55

This is a SEO version of RC_1965_04_N55. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »