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trar por la misel icordia, podría haber conmutado la pena, y haberse hecho querer, aunque fuera bre– vemente, por el populacho Peto Walker, congénita–

mente adverso a despliegues emocionales, op1ó por

permanecer indiferente "Aquél que sólo mira el dolor

presente, y no ve en la distancia los dolotes mil veces mayores que una inoportuna misericordia puede Clear,

no está preparado para los deberes de la vida pública",

escribió en justificación propia Con todo, se sintió

profundamente perturbado por "tales ruegos como las

hijas del prisionero hocíon/l y él l/cerró la penosa en~

trevista tan pronto como el sentimiento lo permitió".

Un esfuerzo en favor de Corral por pOlte de Irene Ohoran, fue igualmente infructuoso

La ejecución del general Legitimista, el 8 de No– viembre de 1855, dejó a Walker como el omo indiscu– tible del gobierno de Nicoraguo Pero mechones del cabello del cadáver de Corral y poñuelos empapodos

en su sangre, fueron preservados en muchos hogares

granadinos, simbolos de la venganza futura Donde Walker había sido temido, fue de pronto odiado Un pueblo acostumbrado o la ardiente crueldad de la ira,

no podía esperarse comprendiera la lúcida y fría cruel–

ded de lo razón Si Walker hubiera gritado o los cuatro vientos lo denuncia de Corral y lo hubiera opu– ñaleado personalmente, le hubieran comprendido mejor

y se hubieran sentido más unido a él, pero no podían

perdonarle su desapasionado e inconmovible juicio de que el hombre tenía que morir.

VI

Mientras Corral vivió, los grupos conservadores dominantes en Centro América se habían reservado el juicio sobre el régimen de Rivas, pero con su muerte

llegaron a la conclusión de que Rivas era una simple

figura decorativa poro los Democrático,; 1 El.voluciona–

rios dirigidos por los Americanos Walker hizo dili– gentes esfuerzos para calmar su animosidad Una

carta circular fue enviada a las otras cuatro repúblicas

del istmo, declarando los propósitos pacíficos de Nica– ragua y solicitando su amistad Sólo el pequeño El Salvador teplicó en la misma forma En Guatemala, Honduras y Costa Rica la carta fue ignorada, mientras los periódicos oficiales atacaban despiadadamente al gobierno de Rivas Por entonces, centenares de Legi–

timistas nicaragüenses comenzaron a cruzar la frontera de Costa Rica, buscando asilo y ofreciendo sus servicios en una guerra contra los Americanos¡ y el partido

equivalente en Costa Rica, los Sel viles, exigió que la

nación mobilizara un ejército

Walker se encaró a una nueva decisión atacar,

o esperar ser atacado? El General Jerez, cuya presen– cia en el gabinete había precipitada la crisis de Corral, le urgía tomar la iniciativa La democracia Centro– americana es indivisible, le dijo a Walker, y le esbozó un atrevido plan Reunir a todos los Democráticos del Istmo Mobilízar un gran ejército Democrátíco Enviar tropas, Americanos entre ellas, para restaurar a Cabañas en el poder de Honduras Moverse rápida– mente contra los costarricenses Llevar el gobierno nicaragüense a León Comenzar a luchar Walker estaba tentado pero no convencido Levantar una

fuerza substancial de voluntarios tomaría meses; no te. nía fe en los soldados nicaragüenses reclutados a la

fuerza, sólo. tenía unos pocos centenares de America~

nos detrás de él, y con tan pequeña fuerza, sólo veía

un medio de ganar una guerra simultánea contra Costa Rica, Honduras y los Legitimistas nicaragüenses Ese medio, eta persuadir al gobierno de los Estados Unidos

a cooperar en el envío de voluntarios y provisiones en

buenas cantidades "Dejemos que el enemigo dé el primer golpe", le dijo a Jerez, pues si aparece como el agresor puede enajenarse las simpatías del pueblo nor– teamericano, con el que contaba para la victoria final Estuvo de acuerdo en una concesión Cabañas

fue invitado a venir a Granada a presentar su caso en

persona y fue recibido con todo respeto El era uno

de esos dedicados revolucionarios que, por amor a la

humanidad, estaba listo "a abrazar a la Libertad sobre

un montón de cadáveres ll Pero Walker permaneció

firme frente a la solicitud hondureña, una decisión que

más tarde le aparecería como fantasma a molestarlo

El impetuoso Cabañas y el fiero Jerez se sintieron de,

fraudados Les pareció, como Jerez escribió después,

que Walker no estaba buscando una Victoria demo–

crática, sino el poder personal, y convencidos de esto,

solieron disgustados de Granado y se dirigieron a pro.

tegerse en León .

VValker estaba aprendiendo las verdades amargas del poder que cada decisión significativa del jefe, crea

un nuevo enemigo/ y que cada significativo enemigo impone una nueva decisión, que aunque, a lo mejor, el apoyo crece aritméticamente, la oposición puede crecer

geométricamente A pesar de la confusión de fuerzqs

a su alrededor, el veía la situación más claramente de

lo que lo hacían sus consejeros y críticos Al fin, todq dependla de la ayuda, en hombres y dinero, que le lle– gara de los E,tados Unidos Si tal ayuda era sufi– ciente, él podría estar capacitado para federar las repúblicas del istmo, traerlas bajo "la influencia civili. zadora del pueblo Americano" e introducir las institu–

ciones democráticas De otra manera, la causa de Iq

Democracia en Centro América era una causa perdida.

El gobierno Británico compartía sus puntos de vista Como la prensa de Londres lo expresaba cla–

ramente, la gran cuestión en la Oficina de Negocios

Extranjeros, acerca de la América Central, era que si Walker, además del apoyo popular y del Congreso, te– nía el respaldo del Presidente Pierce Si así era, seríq muy difícil impedir el éxito de Walker Londres ano– taba que el Presidente Pierce había pedido al Congreso un fondo discrecional de tres millones de dólares, parq ser usado en caso de una ruptura con Inglaterra, y de que un proyecto de ley para la construcción de die~

nuevos barcos de guerra estaba siendo apresurado en el Senado Inoportuna intervención Británica en Cen– tro América podía hacer estallar una guerra costosa e indeseable, en un tiempo en que los contribuyentes in– gleses estaban todavio rezongando por los gastos del laberinto de Crimea

Afortunadamente, desde un punto de vista Bri. tánico, el Ministro Americano en Londres, James Bu, chanan, parecía ansioso de apoyar la posición de Inglaterra y usaba su influencia para ese fin Su acti, tud fue particularmente significativo porque ero seguro

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