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« Previous Page Table of Contents Next Page »Entre los tlobajos premiados en el concurso
01–
gonizodo por la Academia de Geografía e Historia de
Nicaragua para conmemorar el Trigésimo Aniversario
de su fundación se encuentra el Ensayo del Dr Emi– lio AlvOlez Lejarza titulado "El Liberalismo en los 30
Años/l que tiene un exfraordinario interés, siempre ac–
tual y constituye un ensayo de filosofía de la historia
Co~o es del conocimiento general se llama periodo de los 30 años a la serie de gobiernos conservadores que gobernaron al pais durante ese lapso de tiempo des– pués de la desastrosa Guerra Nacional en que el país quedó pi ácticamente desvastado y desorganizado y
esos gobiernos lograron l€construirlo y mganizar el sis–
tema Republicano en forma e·fectiva de manera que dUlonte esa época mlestla patria fué llamada La Suiza Centloameticana En el trabajo del Dr AlvOlez Le–
iclrza no sé por qué razón¡ se omite los nombi es de
~ario~ de los Gobernantes que forman pOI te no sola
Clonológicamente sino también políticOlnente del pe–
ríodo, como el GenelOl Tomás Mortínez, héroe de Jo guerra nacional, don Evaristo Carozo y el Dr Roberto Sacasa, el último de los gobernantes consel vadores de
esa época
Es de tal interés el ensayo del Dr Alvarez Lejarza y tiene tal repe,cusión como ensayo de filosofía de la
historial según he dicho, que melece un comentario
El ensayista sostiene como tesis fundamental de su trabajo que aquellos ilustres Gobelnantes en el afán
de remozar las ideas conservadoras, como una nece–
sidad de la época, enderezOlon a su Partido hacia el
Liberalisrno, sin qU€lerlo El autor trata de explicar
la causa de esta desviación ideológica, según la juzqa,
a la fCllta de cultura religiosa, ya que, dice, el naci– miento de esos caballeros y su desarrollo intelectual
coincide con las fatales consecuencias de fas perse– cu::::iones del Presidente Francisco Morazán contra la
Iglesia Católica
Pero ese fenómeno indudable de cierta tendencia hacia el liberalismo de la época ¿tienen en realidad una explicación tan simplista?
Si se penetra más a fondo en la materia, esa ten–
dencia de los patricios de los 30 años, tiene, a mi jui–
cio, causas de tipo histórico de mayor trascendencia
que la mera actitud personal de carácte, religioso
El libelalismo, en efecto, se había impuesto de modo pel manente en esa época y habia que adaptarse a esa realidad Plecisamente, al confrontarse con ella, los hombres de los 30 años, lejos de desviarse del con–
servotismo se ajustaron al verdadero sentido conser– vador de la política, porque el conservatisrno no es,
como el liberalismo, una 'construcción cerrada de Upo ,deológico y estrictamente doctrinal, sino un sistema
que, basado en pi íncipios de carácter general e in– mutables, tiene un poder de adaptación a las circuns–
tancias contingentes, a las condiciones existentes, im–
puestas por la realidad de cada momento histórico
Esta concepción del conservatismo fue definida
con bastante plecisión por el autor de este comentario
en un ensayo de te
01 ización política que fue publicada can el titulo "Lo Fundam.ental del Conservatismo y la Razón de Ser del Partido Conservador", hace algu–
nos años, en ocasión de una encuesta formulada so– bl e esa cuestión por el entonces joven Di! ector de "La
Prensa", Dr Pedro Joaquín ChamOlro Cmdenal
°A su mismo fundamento en los primeros prin–
cipios, dije en aquel ensayo, que surgen de la profun– da realidad de la naturaleza humana, creada por Dios
como parte integtante y con sujeción al orden divino, se debe que el conservatismo no sea una doctrina con–
creta enunciada en dogmas precisos y en fórmulas sis–
tematizadas Es más bien una dialéctica deducida de
principios generales <;le carácter universal y eterno De
ahí su fOllnidable realismo y su glan poder de adap–
tación a las circunstancias vivientes que le permiten recoger, depurar, valorizar, pOla luego asimilarlas al
acel va común de la civilización a todos aquellos va~
lores que demuestren su utilidad para servir al bien del hombre y contribuir al progreso institucional y mo– ral de la sociedad"
y luego agregué l/A Id cmenda, precisamente,
de una dogmática cerrada y rígida, que es la caracte–
rística esencial del liberalismo¡ debe el conservatismo
Stl agilidad pOlo la solución de los problemas contin– gentes que la realidad de la vida, no siempre lógica,
ordenada y recta, sino llena más bien de sinuosidades,
plantea constantemente al gobierno de los pueblos"
l/pero Poi sentido realista del conselvatismo, con– tinué exponiendo, está a sarvo de un pragmatismo sin consecuencia dialéctica, por su enlace con 105 primeros
pI incipios de la philosophia perennis en la que la dia–
léctica consetvadola hinca plo{undamente su raíz y a
la que debe su unidad interna, su solidez conceptual
y lo consistencia de sus esencias permanentes, phjlo~
sophia pe18nnis de la que dice Mm itain que es "anti–
moderna confla los errores del tiempo presente y ultra moderna para todas las verdades contenidas en los
tiempos venideros"
"No siendo el conservalismo como queda demos–
trado, seguí diciendo, un cuerpo de doctrina sistema– tizada, como es el libelalismo, viene a ser, en defini–
tiva, lo que en filosofia escolástica se llama una PRU– DENCIA POLlTICA que el filósofo argentino, Julio Menvielle define como envolviendo dos caracteres
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