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de la importancia que le atribuimos a su conexión con

\0 historiol a sus paisajes y a su acción, no creemos que

en ellos resida el valor fundamental del western No reside en su carácter histórico, que sólo es comprendido por el público estadounidense ¿Acaso imaginan los

niños chilenos, javanenses, italianos o turcos en que el

hombre del oeste está ligado a una etapa importante de lo historia de los Estados Unidos? Sin embargo, sabo– rean estas películas Tampoco reside en sus paisajes Ya vimos algunos c1ósicos del género que prescinden de él Ademós, hay otros paisajes en el globo con

característicos similares; pero que no han creado un

género cinematográfico Tampoco reside en la acción/

pues hoy otros géneros con tanta acci6n como el wes–

tem; y que, sin embargo, no han podido prodigarse tanto ni han tenido tanta aceptación ni tonta capaci– dad de adaptación pora sobrevivir a todos los cambios de gusto películas gansteriles, de espionaje, de gue–

rra, de pi rotas, etc

¿En qué está, entonces la rozón que explique la universal aceptación y la inagotable fecundidad de este género? Es lo que a continuaci6n trataremos de ex–

plicar.

El western y el mito

En lo historio, cuando algo nace, fácilmente da lugar a la epopeya Los albores de los pueblos son los temas preferidos de los bardos épicos ¿Por qué? Porque entonces, cuando todo está por hacer, el heroís–

mo se desata y encuentra más ocasione.'; para manifes–

tarse e imponerse Los hombres grandes tienen oportunidad de grabar su poso, acuñando uno ley, una tradición, una costumbre que no existían y ellos implan– tan

Los pioneros del Oeste tuvieron que construir una sociedad Ahora bien, durante toda faena de cons– trucción histórica uno serie de valores existen en estado

germinol, primitivo El IIbien fl y el "mal ll

,

la ética

entera, son captados en su fuente, en su forma 01 iginal y genésica De esa moral colectivo surge un clima humano en que los relaciones se entablan de acuerdo a cónones que eliminan o afianzan al hombre, lo agran– dan o 10 hocen desaparecer

En esa nuevo percepción de valores, todo es na– turalmente mós primario y puro, mós nítido y simple Por eso el bien y el mol están ton definidos Por eso el hombre enfrenta un dilema hacerse héroe o retirar– se, enfrentar el peligro o perder todo estimación ¿No son acaso estas líneas de fuerzo las que orien– tan la tramo de todas los westerns? Esta concepción ética es como uno corriente subterrónea que domina el género e imprime uno dialéctica perceptible en cada film de vaquero

Pero hoy algo mós Cuando un momento histó-rico inspira leyendas que extraen su fuerza y su rumbo del manantial de la ética es porque se ha penetrado muy hondo en el alma humana Estamos en lo zona de 10 mitico Hasta allí' ha extendido su raigambre el género western Sus héroes, al desplazarse libremente pOr espacios inmensos 01 derrochar coraje en lucha tras lucha, el exponerse a todos los peligros para terminar imponiendo la justicia, aniquilando la maldad y prote– giendo la virtud, estón expresando un mito. El mito

consiste en la irrupción de lo sobrehumano en lo huma–

no, pero su génesis está en el hombre mismo, que pro–

yecta hacia afuera sus ansias más puras y recónditas, que no puede ver concretadas en su propia existencia Aquí estó el secreta del éxito del western, de su popularidad universal, de su vigencia a través de todos los cambios de gusto Esas cow-boys yesos sh!,riffs

que se lonzon sin ocurrírseles torcer el camino que lo

ley del oeste les señala, que son imbatibles en lo lucha y representan el bien, responden a uno verdadera nece– sidad del hambre moderno La vida oculta y monóto– na del siglo XX no le ofrece 01 Ciudadano corriente ocasión de luchar, de imponerse, de ejercitor su vigor físico Par eso el cow-bay o el vaquero se le presentan

como una compensación, como un mito Los niños son

más sensibles al embrujo del mito Por eso ellos son los que más se entusiasman con las películas westerns William Hart, Sronco Sill, Tom Mix fueron los más grandes actores de este género cinematográfico en la época del mudo En la época del sonoro no ha habido ningún gran actor de Hollywood que no haya

protagonizado uno o varios westerns John Wayne,

Gary Cooper, James Stewort, Joel McCrea, Marlon Srando, Glenn Ford, Henty Fonda, Gregory Peck, Kirk Douglas, etc, etc.

El mérito de estos y otros octores -muchos des– conocidos-- es haber ligado valores tan profundas del alma humana a la imagen del hombre del Oeste

Metamorfosis del western

La Diligencia de John Fard, marca un viraje deci– sivo en la historia del western Si el género hubiese seguido como hasta entonces, hoy sólo sería espectácu– lo para niños y adolescentes Sus cabalgatas, tiroteas y peleas suponían al hombre movido por una concep– ción moral, por una estructUra mental prefabricada Tonto es así que los argumentos se hacian cambiando las circunstancias, los personajes y luego automáti– camente funcionaba la móquina Las combinaciones podían ser inagotables, pero lo que 'lo ero inagotable era presenciar el destina de esos hombres, convertidos en instrumentos o marionetas Por ellas posaba la ley del oeste Como una corriente avasalladora sin encontrar

10 menor resistencia Parecían carentes de interiori~

dad El cow-bay podía montar a caballo, desmontar,

sacar su revólver, golpearse con un adversario, etc, co–

mo los héroes de la tragedia griega, llevando sobre su rostro una máscara Na le hacia falta expresarse a través de los cambios de su fisonomía

¿Cómo salió el western de este impasse? ¿Cómo

pudo, sin negarse o sí mismo, esto es, conservando su

movilidad, su recurso o la violencia, su horizonte de

valor.es morales, mostrar uno faceta que satisficiese las

exigencias de un público mós culto?

No podría haber superado el escollo inventando

nuevas oventuras o perfeccionando las técnicos sino

adquiriendo uno dimensión nuevo El western, que manejaba hambres, se dio par fin cuenta que sus hé~

roes eran humanos Desde ese momento, prestó atención a sus luchas internos, captó la que pasaba dentro de ellos en esa vorógine de acción que antes im– pedía auscultar sus latidas de hombres.

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