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villeta, con una criada de Noguera llamada Margarita' nos sentíamos muy inquietos A eso de la 1 p m nos dijo el Podre que Camilo Mejío nos llamaba del tej~do

de su caso En el acto se nos ocurrió la ideo de pasar– nos, por medio de una gran escala de albañil que en casa del Padre había, a lo caso de Me jía, pero éste nos dijo que era mejor que fuéramos a la de don Nico– lás Quintín Ubogo donde todo estaba listo para reci– birnos Así' lo hicimos, en efecto, y yo pasé de lo casa del Padre Cabistán a la de Ubago can menos dificultad de lo que temía. Se nos recibió perfectamente bien y nos ocultaron en un cuartito contiguo a lo solo, donde duerme Antonio Barberena, hijo de doña Pastora La dueño de lo cosa y su hija Luisa Emilio en persona nos sirven lo comida en aquel escondite Se nos preparan buenos tijeras paro dormir en otro cuarto que está sepdrado del que ocupamos por el pasadizo de ingreso "El 16 sobemos par papelitos de la Bela, por Ca– milo Mejía y por otros conductos que nicaragüenses y hondureños se boten nuevamente en Choluteco y que han sido presas aquí muchas personas, entre las cuales D Vicente Quadro, o quienes se exigen fuertes sumas de dinero.

"Volvimos temprono de lo moñona al cuartito de Antonio, o fin de evitar que sirvientes y niños de la coso se enteren de nuestra presencia, pero llega como a las 11 a.m una escolta o buscar a Camilo Me– jío, cuando se hallaba de visita en nuestro escondite, y o registrar su casa, y el miedo nos hace salir para aproximarnos o la escala por donde, en caso apurado, debemos salvarnos ganando el solar del Padre Cobis– tán No hubo de ello necesidad, pues la escolto que buscaba o Mejío, después de minucioso registro, se re– tiró ya nos habían visto las criados y niñas, y fue inneces,ario que volviésemos al cuartucho de Antonio "Siguen llegando noticias acerco de lo reñida batallo empeñado en Choluteco y concebimos grandes esperanzas de que Vásquez triunfe en este encuentro y suene lo hora de nuestro redención.

"El 17 tuvimos un buen susto Empezóbomos a almorzar, y apenas había tomado yo uno sopo de ostros, cuando llamaron o lo puerto Fue doña Posto– ra o ver quién llamaba acompañado de un niño como de 12 años que debía volver corriendo o decirnos si había algún peligro llega ésto apresurado y nos grito

"L,a autoridad, la autoridad!" Sin esperar otra coso me lancé o lo escalo, subí' rápidamente 01 tejado y me disponía yo o pasar o lo coso del Podre Juan, cuando Agustín y don Nicolás llegan o decirme que me vuelvo, que no hoy tal autoridad, y que quien llamaba a la puerta era Manuelita Argüella Arce que quiso dar una broma a doña Postora no fue poco pesado lo que me dio a mí. tan asustado estaba que no pude volver o la mesa.

"El 18 de lo moñona se confirman las noticias alarmantes; nuestro ansiedad es indecible, aseguran que yo se están escapando los iglesieros Todo el cas– tillo de nuestras ilusiones se ,viene al suelo o las 12, hora en que oímos los' cañonazos y repiques que anun– cian la victoria de los liberales en Chaluteca

"Como lo Bela había recibido partes de Gámez y Goyito Abounza en los que le dicen que se me ha exi– mido de lo contribución de $ 500 00 que :'Ios iglesie-

ros me habían impuesto" y que puedo salir sin temor ' de mi escondite, y aconseja el segundo que me traslade o Mosoyo donde estaré tranquilo, resuelvo irme o mi casa tan luego como entre lo noche No fue esto po– sible, tonto porque los cuatro liberales de aquí sacaron una música paro celebrar su triunfo, como porque un tal Rocha, vecino de don Nicoiás, se recoge tarde y no ' se quito de lo puert(] hasta que dispone irse o acostar luvimos que esperar, Agustín Bolaños y yo, que el . Rocha cerrase su casa, que fue como o las 11 p m paro irnos a la mía, donde acabé de saber cuán espantoso terror peso sobre Granado

"Pasé en mi casa, o puerta cerrada, todo el dí'o 19, Y dispuse trasladarme al siguiente o Masaya, poro lo cual debía solicitar permiso del Gobernador Militar Rivas lo hice así, ofreciendo volver el 30 y presentando como fiador de mi regreso o Adolfo Benord.

"Supe por Foustino que el Dr Alvorez se halla oculto en Jalteva, y que a mi me buscó una guardia el 16 a lo uno de lo tarde, registrando hasta los armarios Los principales señores de Granado han huido de sus casos para ponerse o cubierto de atropellos y para no morir de hambre, pues Fernando Rivas (Chucha) los rodeo de soldados y no las deja comer Se han pre- '. senciodo escenos odiosos. la familia de Eduardo Mon– tiel, sobre todo, ha sido blanco del más sañudo encarnizamiento Se cuenta que ha sufrido mucho también la familia de Salvador Lacayo Casi todos los, presos han salido después de haber pagado uno parte de la enorme multa que a cada una de ellos le impu–

sieron

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por vasquisto ll A Zavalo, Miguel Gómez,

Cayetano Ibargüen, Diego Manuel y Alejandro Cha– marra los llevaron desde el 15 en lo noche para Mana– gua, donde se supone van a servir de rehenes ¡Qué triste situación la del conservatismo nicaragüense, y particularmente la de los granadinos!

"El 20 de Enero a las tres p m salgo para Masaya, adonde llego sin novedad a las cuatro En– contréme en el tren con Eloy Alfara, quien me saluda dándome un abrazo Preséntame Alfara a un co– lombiano llamado Uribe, liberal rojo y doctor, por su– puesta, con quien converso durante todo el camino. La amabilidad de Alfaro conmigo me parece buena señal respecto de la disposición de la gente de Palacio "El primero con quien me encuentro en Masoya es Mariona Zelayo a las cinco llego Goyito Abounza de Managua, por quien sé que Santos Zelaya está dis– puesto a apretar muy recio a los conservadores "Me instalan bien en casa de Goyito arréglanme tan decentemente como es posible el mismo cuarto en que estuvo viviendo mi padre en Septiembre de 1890, cuando los fuertes temblores de Granada

"Que'da este cuarto frente a la casa que ocupa un Liéenciado en Medicina llamado Jasé A Baca, cumplida tipo del leonés pur sang, diputado a la Asamblea Cons– tituyente, y, claro está, liberal En la noche del 20, como a eso de lds 7 y media, me hace Goyito entrar a la Prefectura, que está en la casa que fue de doña Josefa Abaunzo, había allí tertulia de liberales, Ale– jandro Abaunza, Francisco Zúniga, Tico Alegría y otros. 'preséntanme al Prefecto Sr Wasmer, leonés pu– ro, que me pareció hombre de bojos sentimientos, de

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