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misma limpieza que en la casa todo aquí indica que esta finca es propiedad de D Vicente Quadra, el hom– bre más formal de Nicaragua A las seis de la tarde volvimos a Las Mercedes

"No recuerdo que haya ocurrido nada de particu– lar en los días 12 y 13 yo leo periádicos franceses, y mis compañeros la Historia del Consulado y el Imperio

del que hay un ejemplar en la pequeña biblioteca de la hacienda De vez en cuando pasa por Las Merce– des, yendo para Nandaime o volviendo de allí', un hijo de M Gavinet, administrador del Valle Menier, quien

trae siempre noticias más o menos verosímiles acerca

de la guerra, casi todas desfavorables al Gobierno "Tipo curioso en la hacienda de los Chamorros es Chacán, el administrador Parece un hombre de más

de sesenta años, y, según dice, apenas tiene cincuenta,

es chancera como pocos y muy honrado, econámico y farmalote, manifiéstase cachista a outrance y sus pa– trones están por extremo satisfechos de él Sin ser muy feo, parece grotesto a causa de tener uno de los ojos extraordinariamente torcido

"El domingo 14, poco después de haberme levan– tado y hallándome solo en el corredor que mira a Non– daime, ví llegar a un individuo a caballo con divisa roja en el sombrero era el oficial Francisco Berroterán, quien, así que me saludó, me dijo que iba a prendernos y llevarnos a Nandaime de orden del Comandante Chá–

vez

"'Impresión muy desagradable me hizo esto Por de pronto entendí: que el oficial llegaba solo, pero luego noté que todo la cosa de la haciendo estaba rodeado por soldados, que entraron enseguida a la sala y a nuestro cuarto de dormir para hacer el más minucioso registro hasta nuestras alforjas de vaqueta fueron examinadas can la mayor escrupulosidad Nos quita– ron las pistolas quiso resistirse a entregar la suya Alejandro Zavala, pero intervengo a fin de evitar un lance desagradable, y cede él sin dificultad el Berro– terán había dado ya orden a los soldados de preparar sus fusiles Este oficial, que según dice es granadino yo quien recuerdo haber visto antes, tiene cara de bri– bón y traza de sinvergüenza es para mí muy antipá–

tico

"Como a las 8 a m salimos de Las Mercedes

antes de montar puse un parte a Gámez (Managua) en el que le digo que me llevan preso de orden del Gober– nador de Granada, y que se sirva decirme si esto obe– dece a instrucciones del Gobierno

"Poco después de mi llegada a Las Mercedes

recibí una carta que Goyito Abaunza me dirigió a Gra– 'nodo en la cual me decía (confidencialmente) que no me moviese de mi casa sin pedirle permiso para ello al Gobernador Fernando Rivas

/lEn Nandoime nos tuvieron presos en la casuca

miserable que llaman allí el Cuartel Al saber que en– seguida saldríamos para Granada, pedimos al C,,-man– dante Chávez que nos hiciese salir en la tarde para no soportar tanto sol fue inútil nuestro ruego Dijo

Dioclesianó que "para que no tuviésemos que venir es–

coltados vendría él mismo acompañándonos 1f

,

y en

efecto así lo hizo

"A la 1 p m llegamos a Granada, donde se nos dio alojamiento en una pieza del Cuartel Principal

Zavala llegó luego a visitarnos para decirnos que estobo trabajando parque nos pusiesen en libertad, y así ero en verdad

"A eso de las 5 y media de la tarde entró el Gober– nador Rivas a nuestra prisión para hacernos saber que quedábamos libres, pero que tenían;lOS que firmar antes un papel que nos leyá era una notificación de que no podríamos salir de esta ciudad sin su permiso, el que se dignaría él concedernos si a bien lo tenía, y si lo solicitábamos por escrito, expresando el lugar adonde queríamos ir, la dirección por donde haríamos el viaje

y la fecha en que regresaríamos aínda maís, se reser– vaba el Gobernador el derecho de exigirnos, para otorgarnos el solicitada permiso, que hiciésemos un depósito de 200 a 500 pesos en la Administración de Rentas o dejásemos fiador abonado por la cantidad que él (Rivas) fijase, como gorantía de nuestro regreso en el plazo consignado en el permiso. Alegué yo que me hallaba en posesión de un pasaporte firmada por el mismo Gral Zelaya en el que se me autorizaba para salir de Nicaragua cuando quisiera y por donde me pareciera mejor No tengo que ver con eso, me dijo el Gobernador, en seguida, con una melosidad repug– nante, cuando ya hube firmado la notificación consabi– da, agregó --Siento lo que a Uds léS pasa, pero crean

que yo no hago más qUé obedecer órdenes superiorés

Así creo que eS

I

aunque aparento creer otra cosa lt

,

"Entre las varias visitas que tuve en mi cosa des– pués que solí, de la prisión, fue una de ellas Isidr!) Ur– techo, por quien supe que las tropos nicaragüenses que ocupaban Yuscarán al mando de Herradora, habían sido completamente derrotados, perdiendo la artillería, los bagajes y hasta unos $ 3,000.00 que acaba", d,e recibir de Monagua

"El lunes 15 de Enero mé sentía yo muy tranquilo, persuadido de que no volverÍ'an a rnolestarn;e, pues Gámez daba a entender en un telegrama qLl'1 me diri– gió el día anterior qUé en Managua ignoraban lo que a mí me había posado No fue poca mi Sorpresa cuando, a eso de las 11 a m , hollándome en el baño, llama la Bela a la puerta, y con voz de susto, me <;lice "Acaba pronto, aquí está Fruto, ya llevaron presos a Zavala y Diego Manuel" Me vestí apresuradamente, y resuelto a no dejarme prender, gané la puerta de mi cosa, donde me encontré con Agustín Bolaños, y acompañado de éste, tomé por la Calle Real con direc– ción a Occidente Llevábamos pensado ocultarnos en la casa de Agustí'n Alfaro, en el Palenque, pero al pa– sar frente a Noguera se me ocurrió que nos escpndié– semos allí Noguera, sea porque mi suerte le inspirase interés o porque sintiera mucho miedo, me dijo que no era su casa lugar seguro y que fuéramos a la del Padre Cabistán que en frente de la suya queda Aprovecha– mos un momento en que la calle estaba casi desierta y cruzamos a paso acelerado Recibiónos muy bien el Padre Cabistán, quien nos puso en un cuarto entera– mente desocupado con puelta a la Calle Real Goma teníamos miedo y al través de las rendijas de las ven– tanillas Se veía la calle y los que por ella pasaban, cu– brimos la puerta con una bandera naéional heÓla de

sándalo que el Padre nos llevó Apenas almorzamos pan y queso que de mi casa nos enviaron en una Ser-

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