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mo pueblo conquistado "-Santos, dice D Adrián, hombre escoso, tiene que ser manejado por alguno, pues ogarrémoslo nosotros". El Gral Zavala ofrece o su primo que irá a Managua a decir al Gral. Zelaya "Que los granadinos no conspiran ni tienen armas ocul– tas, y que aquí (en Granado) nadie quiere el Ministerio

de Haciendo ni ningún otro destino; que aspiramos so– lamente a que nos den gorantias, que es un gran error creer que estomas en relaciones Con Vásqyez o tuvi– mos alguno parte en su provocación de Octubre último, y en fin que no hoy para que hacer forzados manifes– taciones de adhesión al Gobierno, acto que no honra a nadie ni sirve poro nada". (1)

Aunque lo guerra con Honduras dio oportunidad 01 pais para conocer qué clase de gobierno haria en lo futuro el Gral Zelaya, fue engañado por éste quien habitualmente disimulaba sus verdaderas intenciones Zelaya, que en realidad gobernaba hasta cierto punto supeditado o los leoneses que le habian ayudado o subir, aprovechaba esto circunstancia notorio para hacer más odiosos a los occidentales en Granado Ero Jefe Político de esto ciudad el general leonés Fernando María Rivas, y los desmanes y abusos que éste cometía, los excusaba el Presidente Zelaya diciendo que no eran órdenes suyos, y que no podía remediarlo mientras no se deshiciese de los leoneses. Mós tarde debía em– plear uno frase gráfico poro significar este forzado re– parto de autoridad con los leoneses. Diría que en Nicaragua había dos Repúblicas. "lo de occidente, cuyo capital ero León, y lo de oriente cuyo capital era Managua". (1)

Apenas se supo que había habido los primeros tiros en lo frontera de Honduras, se descretó un em· préstito de 400 mil pesos, de los cuales 100 mil se de– rramaron en Granado

En lo mismo ciudad fueron reclutados sin excep· ción vorios de los principales jóvenes de su sociedad, se les obligó o llevar diviso rojo y se les alistó en el Ejército (2), pero no poro enviarlos 01 campo de bata– llo, sino poro molestarlos y humillarlos con ejercicios militares Se les obligaba, en efecto, en pleno plazo y en espectáculo público, o fingir asaltos, arrastróndose de barriga por el suelo polvoriento con el fusil al costo· do, como si en realidad fueron avanzando bajo un nu– trido tiroteo 01 ataque de uno trinchero

Estos jóvenes fueron enviados o Managua, y cuan– do se presentaran 01 Gral. Aurelio Estrado, gran amigo del Presidente Zelaya, mostróse extrañado de aquel proceder despótico del Gral. Fernando Moría Rivas, y protestó que el Gral Zelaya mido tenía que ver en aquello abusivo mániobra. Luego les declaró que po– dían quedarse libremente en Managua y hasta les con– cedió permiso poro visitar sus cosas de Granada de vez en ,cuando. Mas, 01 regresar o eso ciudad, se les si– guió ultrajando.

En momentos tan amargos, Zelayo llega al colmo

de su política maquiavélica de atribuir a los occidenta· les todo el rigor que pesa sobre Granada El 12 de Diciembre de 1893, se lee en el Diario Intimo de Guz– mán "Voy a ver a Zavala quien me refiere su larga conferencia con Isidoro López y Luciano Gómez Estos proponeñ una verdadera conspiración contra el leone-

sismo Zavala, a juício mío, les contestó muy bien. Díjoles que mientras Granada se viera trotada como ahora, era inútil pensar en eso Cree Zavala que ya Santos no tiene autoridad ninguna, que todo cuanto malo sucede es lo obra de León, y que hoy, con un go· bierno leonés y una guarnición leonesa en esta ciudad (Granada), estamos todos corriendo serio peligro, que no es fácil que escapen con vida los prisioneros Vijil, Avilés, Chamorro, etc, y que nunca ha sido peor que ahora lo situación " Naturalmente que Zavala re– flejaba la opinión de López y Gámez, agentes de Zela· yo, pues eso era lo que ellos se encargaban de propalar "Cuento un hijo de Vijil -dice el Diario Intimo el 14

de Diciembre de 1893- que en Una de los vapores del Lago de Managua dijo Gómez o lo Ignacio Lejarza que Santos¡ contrariando sus naturales sentimientos, men· tiene en lo córcel a los gri:módinos por complacer a los leoneses" Mientras tanta, el Lcdo, D. Santiago Mo– rales, que había tenida una plática con el Presidente Zelaya, regresaba a Gran()da predicando acercamiento y ofreciendo yo algunas primicias del arreglo. "Han ofrecido también en Palacio -rezo el Diario-- darles de bajo a los jóvenes de esto ciudad a quienes han es– tado mortificando, y nombrar paro Granado autorida– des que den garantias o todos entiende Santiago que debemos besar lo conyunda liberal y unirnos a Santos para sostenerlo cOntra el leonesismo puro que trota de deshacerse de él "-Todo, dice, puede arreglarse con diplomacia". (2)

Pero Guzmón no se dejó engañar, poro él Zelaya fue siempre el autor de aquello saña contra Granado. "Entre otras cosos le dijo Santos o Mara Ión que si ha– bía un desastre para los liberales en la frontera "no echaba menos de cuarenta granadinos o la cholpo".

y al día siguiente, después de haber hablado con D Goyito Abaunza, amigo y empleado de Zeiaya, escribe Guzmán "Zelaya sigue diciendo que si los emigrados sufren un fracaso y Vósquez se viene sobre Nicaragua, los granadinos pagarón el poto, que encerrará o cuan– tos puedo paro rehenes De todo lo que converso can Goyito deduzco que el autor de cuanto molo se hoce es Santos" "Por todo lo que oí Q Lisífnm;o acerca de los presas, acabo de persuadirme de que todos las crueldades de que han sido víctimas, san lo obro exclu– sivo de Santos Zelaya" (3)

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