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_Por miedo de lavala -dijo una vez a Guz– mán- no se ha hecho nada todavía

La inquietud de los conspiradores aumenta es claro que el Gobierno sospecha algo, pera no contra Gutiérrez, pues en lugar de remover a éste, envía cien soldados a reforzar la plaza de Granada

-¿Hemos fracasado? -pregunta D Pablo Hur– tado al Gral Montiel al ver entrar estos soldados _Al contrdrio -contesta éste- tenemos cien rifles más que nos manda el Dr Sacasa (1)

Pero bien, pronto la seguridad da nuevos alientos a los conspiradores "En la noche -consigna Guz– mán en su Diario el 17 de Abril- recibo una carta de Isidra por la que me persuado de que el Gobierno está a buenas noches, sin saber más que lo que le lIevá José Jerez Voy inmediatamente a mostrar esta carta al Dr Alvarez, lavala y Eduardo los dos últimos me aseguran que todo está mejor, y que pranto haremos la cosa sin contar para nada con Avilés, que sólo quiere

cavuriana" Es decir¡ entenderse con Sacaso

Una noche de esas, Guzmán tuvo un sueño que,

visto después de los acontecimientos y sus consecuen– cias, puede estímarse alegórico Dice así'

l/Tuve anoche un sueño que me pareció revelador

Desatábase en el mar y en la tierra la más furiosa tem– pestdd, el Atlántico pasó por encima del Lago de Nicaragua Una ola inmensa, como de cincuenta va– ras de altura, vióse venir de la parte norte de Granada Yo estaba en el Fuertecito con toda mi familia y otras personas que no quisieron huir sálo yo corrí y me sal– vé la ola pasó arrastrc¡ndo cuanto encontrá en su camino Cuando volví a ver, ya no había Fuertecito ni restos de él ni de las personas que alli se hallaban

Antójaseme que este sueño es una revelación"

y cómo que lo fue! La ola del sueño pasó sobre todo Nicaragua arrasando cuanto encontró en su cami–

no Instituciones, libertades, honorabilidad adminis– trativa, moralidad pública y privada, todo iba a ser arrasado por la ola roja de la revolución liberal que na– cerro como hija menor y espúrea de aquella que se estaba fraguando en Granada j para reconquistar las libertades perdidas!

Pero continuemos exponiendo los hechos

El 22 de Abril no había aun seguridad de dar el golpe, pues Gutiérrez; que había ido a Managua a pre– sentar su renuncia en un momento de lealtad, no pudo ver al Presidente y pareda echar pie atrás Hubo que seducirlo de nuevo Por otra parte, la decisión de Montíel es dar el golpe en todo el mes de Abril él solo si los demás rehusaban acompañarlo, y la determina– ción, cada vez más manifiesta, del Mayor General del Ejército, Gral Isídro Urtecho, de cambiar a Gutiérrez por el Gral. Samuel Talavera, contribuyeran a que los conspiradores resolvieran apresurarse se fijá el sábado 29 para la ocupación del cuartel

. Pero aún debía surgir el último contratiempo. El

27 lavala participa a Guzmón que el Presidente pro– visional de la revolución sería el Lcdo D Santiago Morales Esta noticia sulfura a Guzmán, y protesta que no se meterá en nada lavala lo calma, prome– tiéndole que Moralán (así apodaban al Licenciado) no

(1) Memorias de D. Pablo Hurtado, inéditas.

sería el Presidente y que no se hablaría a nadíe más del asunto

Ese dí'a el Gral Agustín Benard mostró al Gral

lava la una orden de Gutiérrez para que se dirigiese por la noche a Nandaíme y reclutara sin excepción una trapa que el propio Benard debía mandar. Gutiérrez daba el primer paso no podía ya echarse atrás Pera he aquí que el movimiento, que había venido atrasándose, esta vez se adelanta a su fecha Los conspiradores temen que se descubra el plan, y deciden operar un día antes del fijado, en la noche del 28 de Abril de 1893

Veamos a qué obedecía esta resolución de ade– lantar el suceso

Montiel opinaba que se operara inmediatamente El plan estaba en peligro de Managua escribia un "migo que había que apresurarse, pues el secreto an– daba ya en boca de todo el mundo Además se corría Cl'mo un hecho que el Gral Gutií'rrez había dicho en Ml1nagua

-Es cierto que hay una conspiración en Granada y yo estoy comprometido en ella vengo a que me ad– mitan la renuncia o a que me dejen preso aquí- (1)

Sin embargo, a Gutiérrez se le ordenó regresar a Granada, pera los conjurados ya no dudaran que se le sustituiría por otra, sobre todo, sabiendo que en ello estaba empeñado el Gral Isidro Urtecho

Sostenía lava la, por el contrario, que no debía alterarse el plan, y como Montiel no lograra conven– cerlo, alternáranse palabras muy agrias, acabando Montiel por exclamar exasperado

-Caraja! Esta noche nos jodemos todos! Esto indicaba que el golpe se daría sucediese lo que sucediese lavala se retiró disgustado con Mon– tiel Guzmán comprende que esto puede hacer fra–

casar la conspiración; corre a casa de Zavalo, calmo

su resentimiento con MOhtiel y logra persuadirlo de que esa misma noche se dé el grito de guerra. Oigamos como relata el mismo Guzmán en su

Diario Intimo aquellos angustiosos al par que memora– bles sucesos

"28 de Abril de 1893 A las dos y media p m , cuando acababa de escribir una carta para Gámez, viene Mariano lelaya a decirme que se ha dispuesto que tomemos el cuartel esta noche, porque sería oven· turarnos a perder este bien combinado plan si nos es– peramos para el sábado Agregó D. Mariano que entre lava la y Eduardo ha habido hace un momento serio disgusto, porque el primero quiere que no se altere en nada el plan convenido, y Eduardo dijo furioso, en casa y en presencia de lavala. Caraja! Esta noche nos jodemos todos! Y salió sin despedirse En el ac– to me voy con D Mariano a casa de Eduardo poro ver de reconciliarlo con lavo la Hallo a Eduardo en una pieza del alto con Pancho y varios más Me cuenta lo que pasó con lava la y me demuestra que no hay modo de aplazar el golpe sin exponernos a un fracaso. Digo que vby a tratar de convencer a lava la de que no po– demos perder tiempo, y al salir yo me llama Eduardo para recomendarme que en su nombre le pida a lavala lo excuse por sus expresiones duras de hace poco A

(1) Memorias de D. Pablo Hurtado, inédita9',

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