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85 - El Presidente de Costa Rica quería derrocar

al Presidente de Nicaragua (1892·93)

Al día siguiente, en otra visita, Guzmán trata de persuadir al Presidente Rodríguez de la conveniencia de enviar a Zambrana a Guatemala, pero no lo consi– gue.

Cuando Zambrana supo las vacilaciones del man– datario, dijo a Guzmán

-Estoy dispuesto a irme par mi propia cuenta, sin autorización de nadie, a poner a Reina Barrios al tanto de los proyectos que tiene Rodríguez de apoyar a los emigrados nicaragüenses.

Como consecuencia, don Anselmo escribió una extensa carta al General Zavala, quien estaba emigra– do en Paris, en que le daba contaba de las buenas dis– posiciones del Presidente de Costa Rica para derrocar a Sacasa

El 9 de Enero de 1893 Guzmán, en compañía de Rivas y de Zambrana, visita al Presidente Radriguez,

y advierte que las disposiciones de éste no san tan ha– lagadoras como se las pintaba Zambrana; el gober– nante costarricense permite a Guzmán que digo en Nicaragua que en Costa Rica se cuenta con algo, pero le prohibe que mencione para nada su nombre, además le declara que Zombrona no iría a Guatemala

No pasaron de promesas los ofrecimientos del Presidente costarricense, pero es de suponer que aque– llas conferencias y el ambiente revolucionario que Guz– mán encqntró en su patria cuando regresó a ella, fueron las primeras tentaciones que sintió éste de lan– zarse contro el régimen que tantas amarguras le había hecho apurar y que acabaron por convertir en activida· des levantiscas los resentimientos hostiles del deste– rrado •

86 - Guzmán factor intelectual de la revolución de 1893

Cuando Guzmán dejó. el lecho, se trasladó a Cartago a convalescer. El Dr Rafael Morales y su

esposa doña Rosita Espinach lo alojan en su casa y le colmon de atenciones Emplea lo más del tiempo en leer La Imitación de Cristo, pero a pesar de todo~ no puede posarse sin escribir crítica En un breve suelto que hace publicar, moteja la costumbre de enviar nu–

merosas tarjetas de año nuevo, que en Costa Rica se estilan en demasía.

El 30 de Diciembre de 1892 estó de vuelta en San José, listo a regresar a su patria, pero antes debía en– contrarse can una noticia que influyó en su vida y mar· có poro Nicaragua el principio de una época fatal En casa de los Batrgs, donde va a hospedarse Guzmán, encuentra al Dr: Antonio Zambrana, el cele· brado orador cubano. Retirados ambos a un aposen-to, le dice Zambrana .

-Lo que tengo que comunocarle es _ muy importante Se trata nada menos de hacerlo a Ud .Presidente de Nicaragua El de esta República, dan José Joaquin Rodriguez, 'ofrece apoyar eficazmente una revolución en Nicaragua, sin otra condición que la de colocar a Ud en el poder de aquel país. Yo iré a

Guatemala a conseguir de Reina Barrios que no per– mita que los Ezetas auxilien a Sacasa; y Ud, don Enrique, irá a Granada con fondos que le suministrará el Presidente Rodríguez a mover la opinión

-Todo eso está muy bien -contestó Guzmán-, pero ante todo, cúmpleme advertirle que esto debe po– nerse en conocimiento de don Anselmo H Rivas Zambrana convino en ello, pero Guzmán estaba pesimista En su Diario consigna "Algo me alegra esto, no mucho, porque tengo bíen poéa esperanto de

que se realice".

A fines de Enero de 1893 regresó Guzmán a Ni· carogua por la vio de San Juan del Norte, pues temía que se renovara en la estación de León la penosa esce– na que lo puso en tan grave peligro la noche del 22 de Agosto de 1891

Al hacer escala el Victoria en San Jorge, encuen– tra Guzmán en el muelle a don José Dolores Gámez, quien lo recibe Con un abrazo

Esa misma noche llega a Granada, donde se le

hace una manifestación Se oyeron mueras o Sacaso,

al Gobierno, a los iglesieros Pero pronto observa que, si hay animadversión contra el régimen y deseos de echarlo por tierra, todo se resuelve en charlas y nada en serio se dispone Faltan armonio y organización

Guzmán encuentra justa la frase de don Diego Manuel Chamorra "Hay descontenta, pero no oposición Fóltanos un hombre".

El Dr Francisco Alvarez, cuyo consejo era de mu– cho peso, opinaba por la evolución que aun no juzgaba completa, y decia que la fruta no se encontraba todavía madura para hacerla caer El General Joaquín Za·

~ala, que acababa de regresar de Europa donde habia Ido a purgar su destierro, sólo pensaba en sacar de nue·

vo El Diario Nicaragüense con objeto de preparar el terreno para la próxima elección presidencial.

Pero el ambiente era totalmente opuesto a la <¡d· ministración del Dr Sacasa Uno de tantos días, Zavala comunica a Guzmán que una persona muy de confianza sondeó al General Francisco Gutiérre:z:, Go– bernador Militar de Granada, y que éste había contes– tado

-Tómense el cuartel de Managua y yo les entre– go en el acto el de aqui

Don Salvador Machado informa a Zavala que

"varios amigos del Gobierno conspiran contra él" El Gobierno, por su parte con una conducta, agresiva pero

vacilante, provocaba la revuelta. Se sabe en Granada que rodearon Jo casa de don Federico Solórzano y que quieren expulsarlo a él, a Cárdenas y a otros de Mana– gua y de Granada Entre los de esta última mencio– nan a Zavala, Miguel Gómez, Eduardo Montiel y varios más "Noticia que me pone inquieta -.-escribe Guz– mán en su Diario Intimo-- por aquello de cuando la barba de tu vecino vieres pelar, echa la tuya a remojar,

y porque yo, como dice Paulino Salamanca, me pego en todo portillo".

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