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&ervatismo por razones inconfesables Guzmán res– ponde "Nadie mejor que don José Dolores Gámez G sabe que no soy, no puedo ser adorador del dios Exito 101 infortunio y la derrota tienen para mí particular

atractivo, se me ha visto muchos veces entre los poquí–

simos cortesanos de los vencidos y desahuciados, nunCa ",n las antesalas de los poderosos ni en el séquito de los

triunfadores 1J

!

Su historia responde de la veracidad de este rasgo de su carácter

A pesar de ese tinte personajjsta que Gámez da a

la discusión, sigue el asunto histórico siendo materia principal en· los artículos Guzmán se ríe de su can– tendor, diciendo que no hace más que repetir lo que ya dijo Mantúfar en su Reseña Histórica, una historia

que él califica de "divertida", de Itnovelesca e invero– simil"

Gámez, tratando de defender a su maestro Montúfar, no hocé sino admitir que son ciertas las observaciones de Guzmán Gámez se expresa así en su artículo titulado La Verdad Histórica, en la página 98 del Folleto en que reprodujo la polémíca

"Se ha acusado di doctor Montúfar, unas veCes de que ha publicado sólo documentos favorables al Partido Liberal, omitiendo los demás que pudieran per– judicar a ésta, otras, de hacer comentarios apasionadí– sim06 y forzados de actos muy inocentes, con objeto de excoriar a sus contrarios, y casi siempre de no haber es-

crito una historia imparcial, sino más bien un alegato

pro domo sua Nadie, que yo sepa, se ha atrevido a. acusarlo de ficción, ni ha negCldo la autenticidad de las documentos que presenta en lo "Reseña", porque o la vista de todos, en la Biblioteca de Guatemala, pueden ir a compulsarse, a cualquiera hora, los originales co–

piados"

Por de pronto este párrafo justifica la siguiente pintura que Guzmán hace de su contradictor. Con la envidiable propiedad con que en pocas lineas trazaba una etopeya, una prosopografía o describía una situa–

ción, retrata as; a don José DolO/es Gómez

"Mi ex-amigo y ex-correjjgionario político don José Dolores Gámez es un sectario ardiente, apasiona– disimo, y como tal muy propenso a sufrir lamentables

alucinaciones, ve cosas invisibles para cualquiera otro

y sorprende secretos que escaparían al legendario Ar– gos, el de los cien ojos no extraño, pues, que haya leído en mis cartas al doctor Dubarry lo que yo no he

escrito ni pensado escribir"

En efecto, Guzmán no había escrito que Montú– far falsificaba los documentos de la historia, sino lo

historia misma, ahora bien, escribir, como Gámez re~_

fiere que lo hacía Mqntúfar en opinión de los críticos; es escribir la historia inverosímil de que nos habla GUZ" mán, y nada extraño par consiguiente que la Reseña resultara una novela diverti.da . Gámez aplicClba igual sistema en sus obros

71 - Crítica sobre ambos escritores

Encauzada la polémica por tan escabraso sende, ro, Guzmán pone punto final a ella Gámez quiere pasar de la tranquila discusión histórica a la apasioradq polémica personal, pero Guzmán no está dispuesto g divertir al público Con estos altercados c;Ie comadres que redundarían en mengua de su dignidad

y al Redactor de El Diario Nicáragüense que no deje" de publicar el artículo Mea Culpa que aquéllos han juz, godo de tal naturaleza que crelan prestar un verdade, ro servicia a Gámez si el manuscrito no salía a tu~'

Guzmón es cóustico y sarcástico a veces, más nuncq

grosero, ésta es una condición de su carácter, de la que jamós pudo prescindir, y es esto tal vez lo que mós vid~

y gracia da a sus escritos, que siempre hay en ellos iranio, la risa sutil y filosófica de las cosas de la vido; en los actos serios y trágicas de la suya, en las persecu-. ciones, en el destIerro, al borde de la tumba, aparece

su irónica sonrisa .

Para cerrar la discusión públicó su artículo" Mediq siglo atrás Quezaltenango" Este estudio se puede

considerar como parte de la polémica qué sostuvo con Gámez, ya que tiene par objeto explicar ciertos cargos que se hacían a Carrera Es un extenso y ameno tr a , bajo histórico, sereno y de gran interés Ha sido con; siderado .como uno de los mejores que salieron delq pluma de .Gu~mán. .

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Guzmá~1 por el contrario} se porta sereno, Come–

dido y respet~oso en la polémica, No hacen mella en él los saetaZOs d~ su ex-amigo, y aun ruega al Director

Tambíén son dignos de estudio los temperamen– tos de ambos escritores A la legua se ve que Gámez pierde lo~ estribos en la discusión, se impacienta cuan– do le contradicen, se enfurece cuando le tocan con maria profana los personajes que para él son ídolos de la política o de la historia hecha ad hoc paro defensa de ciertos principios y para ganar simpatizadores a cier– ta causa, entonces abandona la discusión serena y sale con pullas de mala ley y de peor gusto Y él, que se llama rebelc;le contra el dogma y predica el libre exa–

men, no puede ver con calmo que otros examinen libre–

mente y con propio criterio las hechos históricas que todavía estó" a discusión y sometidos a una incipíente investigación histárica

La prosa, la corrección y elegancia de ambos es– critores no admite comparación, es indiscutible que

Gu~mán poseía como innatas aquellas cualidades, adornadas siempre de una groda, dé una sal ática que

PoGOS han poseído en. esta tierra y aun en la América Central Míentras que en sus artículos la frase corre /Impida y ag(adable, en su contradictor no encontramos esé encanto del buen decir que se gusta sin atinarse a definir en que consiste