Page 8 - lista_historica_magistrados

ron batalla de ocho siglos sobre tierra espa– ñola, procedían de una misma fuenfe filosó– fica, pero corrían separadas hacia ideales muy diferentes. Tenían corno fuente común la filosofía griega a partir de Plafón y Aris– ±óteles; pero al desenvolver sus propios desti– nos, la una, Inodificada por la influencia del cristianismo, levantó COInO su meta la ciudad de Dios, de San Agustín, en donde deben iIn– perar el espíritu y la caridad.

La aira corría sobre el cauce frazada por un caudillo' genial, MahoIna, que le dio cohe– sión religiosa, pero la lanzó hacia el ideal de la ciudad tiránica, de Alfarabí, en donde iIn– peran la carne y el placer.

Consecuencia natural de tan hondo ania– gonisIno fue una ±errib1e pelea. Los choques violentos, la batalla sangrienta; sin embargo, en la larga brega de ocho siglos, las dos cul– ±Uras se rozan y no pueden menos que influir– se rnufuaInen±e.

En la Granada española terminó esa lu– cha. Los Reyes Cafólicos, Fernando e Isabel, que habían logrado unificar a los reinos de León y de Castilla, pusieron fin al dominio :musulmán, quitándoles Granada, su úl±irno refugio, en costosa acción de guerra.

En la ciudad de Granada grandes alaridos dan: unos llaInan a Mahoma, ofros a la Trinidad. Por un cabo entran cruces, de otros sale el Alcorán; donde antes oían cuernos, campanas oyen sonar.

Así terminó la tarea de la compacfación de España bajo una sola autoridad. Pero de– bían proseguir los Reyes Católicos su política para lograr definifivarn.enie la unidad nacio– nal y religiosa. El aliento aniInador de foda la campaña había sido la fé cristiana. Una raza acostumbrada a pelear por fanios siglos, no podía quedarse quieta, al verse cons±i±uí– da en poderosa nación. España vuelve los ojos a todos los horizontes buscando la esfre– lla de su ideal para seguirla.

Ocurre entonces una de esas coinciden– cias decisivas en la historia. Aparece CriStó– bal Colón con su proyecto de navegante iluso. Esas coincidencias suelen ser preparativos providenciales para los grandes aconfeci– :mientos del mundo.

En el matrimonio de los Reyes Cafólicos hay divergencia de criierio respecto a la nue– va dirección que deben dar a sus operaciones. Fernando quiere la expansión sobre Europa, siempre con estandarte católico. Isabel, sien– ±e más que piensa que tras la mar ignota eS– ±á el destino im.perial de España, y mira con simpatía los proyectos de Colón, de aparien– cia revesada. Descubierla An1érica por una resolución fOInacla en Granada cuando toda– vía humeaban los cañones y patrullaban los