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bienhechora¡ pat~rnalista y familiarmente "'fulanista"'. Quizás en épocas pasadas, conve– niente; hoy, del todo insuficiente. Esto se ha querido "conservar" inconscientemente en frente de nuevos ritmos y formas socio-económicas. Nadie duda de los valores espirituales y humanos que encierran aquellos "tutelajes"; pero también manifiestan "'grandes abis– mos" estacionarios y ofensivos - y más en ciudades pequeñas -,-. Nadie duda de la exquisitez de ese hilo conductor que traspasa las casas granadinas del mejor abolengo, con las tertulias, las ruedas y las pláticas "granadinas ... (Querida Granada azoriniana!!D. Con– mueven esos cuadros granadinos como el album viejo de la familia.

Pero el granadino se ha atrincherado con frecuencia detrás de todas las gamas de la "polÍ'– tica de persecuciones; política de jugarretas, zancadillas, trampas y jugaditas políticas de los "poderes "públicos supremos de la Nación'" --adversos en la mentalidad granadina, casi siempre a la ciudad-o Y el granadind se ha olvidado, mientras tanto, de TRABA– JAR en conjunto por Granada desde el área familiqr, municipal y comunal: Ha preferido dos posturas la de "formar fila" para pedir ... pero desde el sabroso "sesteo" o desde la plática-crítica en la acera particular; y ha preferido "'emigrar" hacia la gran cabeza del pulpo estatal burocrática donde las posibilidades se le daban más fáciles.

No se ha trabajado en cantidad suficiente -,-salvo honrosa excepciones~ para mantener el prestigio familiar y la economía dentro de otros moldes más afines a los tiémpos. Esto ha repercutido en la ciudad. Se ha esperado el maná; no se ha ido a buscarlo por encima de colores políticos y se ha conformado con U na inactividad engañosa, en algunas activida– des fáciles, pero siempre ineficaces y desfasadas hoy en día. Granada tiene que despo– jarse de su piel "trágica y de sufrimiento" y no amontonar en sus manifestaciones el "com-

piejo de persecución." . Se puede solo pergeñar un esbozo:

a) La creación de' una conciencia más activa de trabajo en las "élites" de diversa índole de proyección: intelectual, política, industrial-económico-agrícola.

b) La superación de la creencia muy extendida en organismos públicos y en particulares de que "basta ponerse en fila" y pedir lo que se quiere alcanzar.

c) La lucha sin cuartel contra todo "caciquismo-influencistd' de cualquier color o bandería tan nefasto siempre y tan anacrónico en cualquier Admon. Pública que quiera ser tal. d) El trabajo personal dedicado dentro del área familiar y profesional con las realidades que se tengan: estudios determinados, tftulos, haciendas. En este último capf'tulo; debe ser un estímulo lo que se ha hecho en las tierras de Occidente para poner una fecha, desde, el año 1950. Ya no vale decir que las tierras de Oriente "son pobresl/. Eso es un "burla– dero" para no enfrentarse con el toro.

e) Presentar "realidades" y no "sueños" a los poderes gobernantes de la nación en sus correspondientes organismos. Realidades y no solamente planes y nóminas de personas in– competentes hasta en sus propias cosas. Ni nombres ni apellidos por si solos "bonitos" si van acompañados solamente de ineficacia e incompetencia.

f) Olvidarse para obras comunes de la ciudad de los partidismos históricos; de sacarse los "trapitos sucios" de unos y otros - los más ya difuntos- y en cuyos "'trapos" nadie pue– de decir aquello: "Que tire la primera piedra el que esté limpio de pecado". Que no se haga "slogan" pauperrimo e infantil que una calle pavimentada, o unos tubos de sanea– miento o un pozo de agua se deba a la Admón. de talo cual partido político o a alguno de sus prohombres. Seamos únicamente, en estas obras comunes y públicas, nicaragüenses y granadinos para nuestra ciudad.

g) Planteamiento realista de un "pIan-piloto": Qué tenemos?; qué podemos aportar?; posibilidades realizables mediante inversiones?; Solicitudes de préstamos para obras concre– tas: préstamos agrícolas, préstamos para obras concretas: préstamos para montaje de fá~

bricas de sub-productos agrícolas o facilidades para inversiones de capitales. Planificacio– nes todas estas hechas por técnicos; y no por aficionados a arribistas o deportistas. Más arriba quedan los caminos en esbozo; pero se abrirían los caminos para conseguir las ayudas de esos organismos expuestos en la pregunta del cuestionario. Hoy en día cualquiera de esos organismos citados necesitan realidades, estudios detallados y el aporte necesario

de la misma entidad o ciudad o pueblo que solicita los préstamos necesarios. Intentar que linos 10 den todo hecho"; es absurdo y a fa larga, humillante.

Creo que sí. SerÍ'a una inyección oportu~a de 'confianza" para la ciudad de Granada que tuvo su tradición universitaria superior. Oportuna inyección para las posibilidades económicas de numerosos estudiantes de Granada y alrededor y cercanías que podrían des– plazarse con más facilidad a esta ciudad. La creación de cualquier Escuela Facultativa que estuviera relacionada con las realidades y salidas más afin~s con las necesidades del de– partamento. Lo que menos nos debe preocupar son los títulos pomposos. Y mucho menos

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