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4 Considero de suma importancia la creacción de una o de algunas Escuelas Facultativas en esta ciudad para fomentar las ansias de estudios de muchos jóvenes que, por falta de recursos, no han podido continuar sus estudios que quedaron truncos con el cierre de nuestra Universidad. Es indiferente que dichas Escuelas Facultativas sean una Sucursal de la Universidad Nacional Autónoma o de la Universidad Católica Centroamericana. Grana– da, por tradición, ha sido culta y se ha preocupado siempre por el desarrollo y cultivo del intelecto y no puede quedar al margen de cultura debido al cierre de su más alta Casa de Estudios. Modernamente se acostumbra que las Universidades tienen una Casa Matriz en Id capitai o en otras ciudades importantes y algunas Escuelas o Facultades en otras ciu– dades no menos importantes.

DR.. CARLOS ALBERTO JARQUIN

Presidente de la Corte de Apelaciones de Granada

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Dos son los factores básicos de tal declinación: a) el éxodo de las familias granadinas, que fueron con sus capitales a levantar su tienda a Managua, desangrándose la economía de esta ciudad; y b) el abandono de las riquezas de nuestro lago, por la no existencia de los medios de transporte, que facilite el comercio con los puertos de Chontales, Río San Juan

y Rivas.

Granada, puede levantarse de tal postración, cuando sus hombres de buena voluntad con– tinúen el ritmo de su industrialización; que capitales particulares imiten la actitud de los que hasta hoy han levantado la economí'a; que el Gobierno o instituciones autónomas fomenten la navegación en el lago, con unidades seguras, cómodas y rápidas y que el desenvolvimien– to o desarrollo del turismo, sean 4pa realidad, ya que Granada

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por su posición topográ– fica es veta inagotable en este aspecto.

La indicación, no más adecuada, como Ud. formula sino única, que yo estimo como bási– ca, es que el Gobierno debe de dar o prestar su aporte económico a esta ciudad, por cual– quier medio a su alcance, para el progreso, que es la manifestación material de todo de– sarrollo, a fin de conseguir el dinero suficiente para pavimentar toda la ciudad, inclusive la terminación de la carretera I\landaime-Granada, remodelación de sus parques l cremato–

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Hospital para niño, abundancia de agua y en fin dotarla de todo lo necesario para su embellecimiento y desarrollo.

Creo que desde el punto de vista cultural, Granada sufrió terrible impacto al cerrar el Go– bierno sus dos escuelas Facultativas, dejándola totalmente adormecida, cegando a la juven– tud con espíritu de superación la fuente de sus conocimientos l que importa de parte del Gobierno, crear sino las mismas otras nuevas, que vengan en algo a reparar aquél daño.

C,ARLOS F. CABALLERO, S. J.

Profesor del Colegio Centro América

Han existido unos motivos o causas -más o menos actualizadas, hoy- extrínsecas y otros motivos o causas intrínsecas a la misma ciudad. Entre las extrínsecas: son las consecuen– cias, que arrancan desde atrás, de las guerras civiles partidistas y Jlfulanistas Jl que desin– tegraron en gran parte determinadas economí'as particulares -centradas en familias pró– ceres que jugaron la carta política. Cierto I'ostracismo" político-económico Ilalternante",

ligado más con el pasado, pero que ha mellado subjetivamente lIlas fuerzas vivas l ' crean– do todo un Ilcomplejo persecutorio Jl

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de ahí Jo fraseología tan oída y tan repetida para ser enteramente verdadera

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de Mesta sufrida ciudad de Granada ... ".

También una eXicesiva centralización burocrática inclinada sensiblemente hacia la capital Managua (fenómeno propiamente moderno) que crea I/socialmentel/ el fenómeno o mons– truo del Ilpulpol/; una cabeza enorme y unas extremidades desproporcionadas al común observador. De esta manera se rompe el equilibrio socio-político-económico que debía existir en las Ilciudades-epígonos" poro evitar la congestión o el amontonamiento de los servicios públicos en la capital de la República. La consecuencia de la l/dependencia" es a la larga deprimente para una sana autonomía y deseos de superación local.

Las intrÍínsecas: caen perpendicularmente en la misma idiosincracia de la ciudad granadina: La ensoñación histórica, colonial -en elsentido más noble de esta palabra- aristocráti– ca, encarnada en determinadas familias señeras que tuvieron y tienen, quizás, una acción

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