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goográfica y al carácter em.prendedor y aven– turero de sus habitantes, lo cual la convirti6 en centro' del comercio exterior e interior de Nicaragua, y en una parte de su exisiencia, también lo fué de las airas Repúblicas Cen– troamericanas.

Pero es en ese momento, precisamente, que recibe el prinler golpe a su economía, y este fué asestado a su comercio exterior. Se abre al comercio mundial a comienzos de es– te siglo el Canal de Panamá, y sus facilida– des de tránsito son muy superiores, en todo sentido, a las que ofrece el Río San Juan y el Lago de Nicaragua; las cuales .no han me– jorado un ápice durante un larguísimo perío– do de cuatrocientos años. Resu1±a más fácil

y más barato, desde todo punto de vista, el Unportar y exportar mercaderías y productos, por el nuevo Canal, que por la antigua Ruta del Tránsito. La puerta de salida" que era Granada, 'para Europa y Norte América, ya no tiene razón de ser, y nuestros puertos del Pacífico; dan también su servicio al A±1ántico, cosa que aIltes solamente Granada lo hacía. A pe;3ar de este golpe a su cpmercio exte– rior, aún controla Granada. el comercio inte– rior. Los grandes establecimientos y los grandes: capitales permanecen en la ciudad por las. facilidades de transporte interno que ofrece todavía. Y es enionces cuando recibe el segundo y defini±ivo golpe, a su preponde– rancia eáonómica. Por ese fenómeno natu~

ral a todos los pa;íses latinoamericanos, la Ca– pital comenzó a crecer en una forma despro– porcionq.da al resto del País. El número de sus habilanies y su capacidad de consumo aumentaba continuamente, mientras el resto de la República permanecía estático o había disminuido. Las vías de comunicación mo– dernas 'tanto aéreas como de carreteras asfal– tadas, aptas para el servicio dtIrante todo el año, es,±aban sustituyendo paulatinamente a las vías acuáticas, y todo este sistema nuevo de transporte se desarrollaba y crecía tenien– do como centro a la Capital. Y así llegó el momento en que el principal y mejor centro de com.unicaciones fué Managua y no Grana– da. Y los comerciantes y capitalistas grana– dinos que vieron sus venias y utilidades mer– madas -por el nuevo fenómeno, comenzaron a trasladarse a la Capital, lo cual originó un éxodo, ,continuo de granadinos hacia Mana– gua, durante un período de aproxinladamen– fe veinte y cinco años. El que ienía dinero se iba; porque en la Capital había mayores oportunidades de aumentarlo que en Grana– da; y el que no 10 tenía, porque solamente en

~anél:gua habían suficientes fuenies de traba–

)0. En este proceso de absorción por parte de l~ capital, del resio del país, la que más

sUfri~ }ué Granada, debido a que la fuente de

s~ prosperidad era el comercio, el cual había sldo ddnrinado definitivamente por Mana–

gu~. En cambio, el resto del país, cuya pros– pendad y bienestar descansaba básicam'ente

en la agricultura y la ganadería, no sufrié

ianio con ese impacto, ya que sus m~radores

se aferraron a la tierra que era su verdadero capital, y no fueron atraídos hacia la Capital, en la escala que lo fué Granada.

Es curioso observar, cómo en este proce– so de absorción económica de Granada por parte de Managua., los conquistados, a la pos– tre, están resu1±ando conquistadores. En efecto, está a la vista y cualquiera se puede dar cuenta de ello, de la preponderancia que en todos los ramos de la economía capi±alina, tienen los granadinos. En los más variados aspectos de las finanzas de la ciudad Capital están representados los granadinos. Ellos están en la banca, la industria, el comercio, la construcción, el periodismo, la radiodifu– sión, y en fin, en todas aquellas muestras de la actividad humana, tendientes a engrande– cer la economía de un país.

Vista la situación económica actual de Granada, solo queda por preguntar cuál ha de ser su conducta para el futuro. Por un sencillo proceso de eliminación es posible lle– gar a una respuesta correcta y seguramente alentadora. No se puede pensar én el corner– cio, como fuente principal de su economía, por las razones qué sobradamente se han ex– presado anterionnente. La agricu1±ura de siembra tem.poral, corno arroz, algod6n, etc.,

tampoco puede llegar a ser factor decisivo en su economía, debido a la poca extensión de tierras propias para esa clase de culfivos. En cam.bio habrá que intensificar al máximo la siembra de café .en la zona del Mombacho, que en los úl±Í1nos años ha probado ser la más estable en producción, y de calidad muy buena.

Eliminadas eSÍas fuentes de producción, le queda a Granada, la industria y el turismo. Lógicamente, al estar el Occidente del país dedicado con gran éxito a la agricu1±ura, le cabe a: Granada el entregarse a la Industria. Para esto cuenta con las venfajas de su cer– canía a la Capital con la que está cOInunica'" da con una espléndida carretera, con la baja inversión inicial en terrenos, mano de obra eficiente, menores Í11.1.puestos y todas las co– modidades de una ciudad moderna, tales co– rno un buen Hospital, moderno Hotel, Cuerpo de Bomberos, Hendas surtidas, diversiones,

etc..

En cuanto al turismo debe de llegar a ser en el futuro, la principal fuente de ingre– sos para la ciudad, ya que cuenta para ello con su propia personalidad tan arractiva pa– ra los forasteros. y con' ese don inigualable otorgado p6r la Naturaleza, representado en su Lago y en sus maravillosas· Isletas. Esa corriente de turismo debé de ser estimulada partiendo primero del elemento' nacional, o turismo interno, continuar con 'nuestra más cercana vecina, Costa Rica, luego" el resto de los países centroamericanos, pará tratar de terminar finalmen±e al conseguir el turismo

americano e internacional.

HORACIO GUZMAN BENARD

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