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ciones del organismo, ésto es educar, esío es instruir. He aquí la mejor creación del hombre. \',

j; . , Honremos, glorifiquemos l~: '. i?s±~c­

Clan. Es±e es el verbo de la, clvihzaclon del presenfe siglo, siglo de pro~resc:», siglo de portentos, siglo de !llZ que ,l1um.l?a las entrañas del planeda, las profundIdades del infiniío, las cim.as de la conciencia hu– mana y aun las oscuras.' páginas del fufu– ro por la lógica infle:xible de los hechos.

Protejamos la instrucción. Aquí está el s~creto CJ:e nuestra grande~a. Es pobre, me:p.ospreciado el pueblo que no es ins– truido:: por la' instrucción aprovecha el hombre los infinitos fesoros que naturale– za abriga en su seno, haciéndose así inde– pendiente y respetable. El pueblo es pa– cífico, laborioso y libre cuando es ins±rui– do:: las masas ignorantes son instru:rnenfo de las pasiones disociadoras, repugnan el frabajo y viven en la esclavifud de su mi–

seria.

Protejamos la instrucción, mas no só– lo con palabras pronunciadas en discur– sos de, ocasión para darles tal vt§z el a±a– vía de la novedad, o escritas en periódi– cos para caufivarnós quizás las simpatías del lector. Protejámqsla con los hechos difundiéndola en él pu~blo.

Así cumple esíe 'deber la Jun,±a de .Pa– dres de familia de Leóri fundando el INS– TITUTO DE OCCIÚEftTE V así c::reo 10 cum– pliréis vosotros fados,

¡

ha dejando un mo– mento de cul±ivar· don eniusiasIno este plantel que más ±arªé·'. os dará las hermo–

sas flores de la cienciá y la virtud. , '

Señores fundaddtes del INSTITUTO OE OCCIDENTE: os cc)nsi<;ieró justamente safisfechos. Habéis cum.plido el deber del padre y el deber del, c:iudadano. Doble pués ha de ser vue~tr.'b'i regocijo. Habéis practicado una buena. obra que os ha he– cho acreedores a la gratitud de esía ciu– dad en particular y del país en general. Os doy mis plácemes.

Mas, al felicitaros, perm.itidme deci– ros ;que aún no ta ±enninado vuestra la– bor.' Habéis fundado; pero esio no basta. Es preciso mantener en pie el edificio mo– ral de las esperanzas de un pueblo. Es±a es quizás, la parte más difícil de la noble tarsa que habéis acometido; pero, por la mism.a razón, más grande será el mérito de vuesfros esfuerzos. Bien lo sabéis, pe– sa ~obre vosotros una gran responsabili– dad. El Gobierno, el' público, el país en– tero, todos aguardan de vosotros la per– severancia en la ejecución del bien. Tan– tas esperan,zas quedarían defraudadas si

ant~ las dificu1±ades que es natural ha– lléis en vuestro camino, retrocedieseis, si desmayaseis no pudiendo dominar con frente serena el viento de las contrarieda-

des que la preocupación y la ig~orancia

soplan siempre)PP.ra apagar la luz de los conocimientos humanos. Pero tan triste

suposiciónof~rtde' a vuestro pafÍ"iofismo. No hay que dudarlo. Vosof:ros estaréis siem.pre a lél alfura de vuestros. ~eberes.

Señores Profesores: por venir aquí a difundir los beneficios de la civilización habéis cruzado los :mares, dejado el suelo que os vio nacer, vuestro hogar, vuestros amigos, todo ese conjunto de caras afec– ciones que suavizan las penalidades de la vida. Venís resignados a sufrir ,los ri– gores de un cliIna ardiente y las incomo– didades y privaciones de pu~~los nuevos

y pequeños. Tantos sacrificios cons±itu– yen para nosotros una deuda de gratitud. Mañana em.pezaréis vuestra.s pep.osas ±a– reas, con ese culto fervoroso de la ense– ñanza que fonna el carácter del verdade– ro .maes±ro. Hay, bien sabéis; en esta ca– rrera rnuchas espinas y abrojos. Es tan difícil la educación de la juventud! Los obstáculos son todavía mayores aquí don– de deben combatirse hábitos y' preocupa– ciones inveteradas. Pero confiarnos en que vueA±ra pacieníe diligencia sabrá ven– cerlos fodos, no extinguiéndose jamás en vuestros pechos el fuego sagrac:lo del en– ±usiasmo. En fados los caminos de la vi– da hay escollos. En el 9,e las buenas obras, son innurnerables~ Sálvarlos: he aqtlÍ el mérito. Más allá está la recom- ",pensa.. Si:: en la conciencia, en la safis–

f~cción del deber CUInplido y en las ben– diciones de una posteridad agradecida.

'Jóvenes: sois muy félices.Tenéis un es1,f.1blecirniento de instrucción de que no– sófros' carecimos. Gozad de este fesoro que,:¡se os brinda con tan buena voluntad. De hoy rnás, nada puede excusaros de no ser mejores que nosotros. Esfá en vues– tras manos la felicidad. No la dejéis es– capar. A la edad vuestra fado se desea: riquezas, honores, placeres y gloria. Acer– caos, pues, a recibir los conocimientos que hacen del hombre un verdadero semi-Dios de la tierra. Venid, abrid el libro, estu– diad, pensad. El tie:mpo vuela. Aprove– chadlo. Seguid el camino que os fracen vuestros dignos profes.ore,s. Han venido de lejanas tierras, para instruirlos y hace– ros buenos. Estos son vuestros verdade– ros anligos, éstos los padres de vuestra vi– da moral. Seguidlos: van a daros pose– sión del porvenir.

Señores: está encendida una antor– cha de la civilización. El Gobierno espe– ·ra que nunca la dejaréis apagarse".

(Gaceta Oficial N9. 10 del Sábado 12 de Marzo de 1881). -286-