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"Deseando el ,Gobierno·.; fundar en aquel!a c;:iudad un Colegio formal de ins– ±rucción prim.aria e intermediaria, servi– do por Profesores extranjeros de recono– cida competencia, requirió para ello la cooperación de los padres. de familia, quie– nes :~n su m.ayor parle, se la prestaron' con la mejor voluntad. · .

·'~·Este .pensamienfo, sin eInbargo, cu– ya realización entrañaba inxnediaiamérite un bien para aquel importante vecindario,' tuvo desde los primeros Inomen±os una oposición sorda que poco a poco fUe aCen– tuándose hasta declararse completamente el dia de la inauguración del Insfifuto, Cón m.ofivo de unas cuantas' palabras del dis– curso. de uno ,de los señores Profesores.

y a páJ:i;ir de esía fecha, los trabajos en contra· del Plantel, ,se hicieron públ~ca y privadamente,. r~±irándo1e 'su prd~édción

los padr.es de familia :que parecían suje-' ios a la influencia de los J esuifas.

"Los temores que estos padres habían logrado infundir en una gran parte del ve– cindario de León, sobre la tendencia y los resuliados que el Insfituio daría en puntos a la enseñanza religiosa, fueron aprove– chados por un círculo político que se ha– llaba basfante satisfecho con el orden de cosas exis±en±e; y de aquí corno intereses de un género ian disfinto, vinieron a mez– clarse en este asunto, dándole un jira des– graciaCJo para el país, por sus lamentables consecuencias.

. . '.'fstos hechos marc~ron una prc:funda dl.VIS10n en aquella socledad, co1ocandose frenfe a frente los que sosienían el Cole– gio Y' los que lo combatían. Las masas mi– serablemente engañadas con la itnpostura de que, el Instituio iba a ser un foco de impiedad y de corrupción, se manifesta– ban, irri.fa~os confra los pa±riotl;ts que no haclan.' mas que sustentar una indispu±a~

ble nt.ejora para aquel pueblo, y asum.ien": do la cUésfión, ~l doble carácter de político y religioso, la l~:l"nquilidad pública Sé ha..: lIó seriamente co. 't1.prornefida.

"A la noticia de la concentración de los, PP. Jesuitas de Ma±agalpa a Granada, Lean se conmueve, se levanta una aSona– da, se ataca a la fuerza pública, se prefen.,; de incendiar el edificio del Colegio blanco ya de los odios populares, y hasta Se ame"': naza la vída .de importan±és ciudadanos.

"El Gobierno con la prontitud que le fue posible, hiZo m.archar fuerzas de esta capital en auxilio de las de León, y coIni– sionó al Señor Minis±ro de la Gobernación, Lic. don Viven±e Navas, P&ra que, pasari– do a aquel deparfamenfo revestido con las

faculfades del Ejecutivo, díctase' todas laS medidas conducentes al resfablecimiento del órden y de la tranquilidad pública.

"Tan deplorables acontecimientos, se-

guidos de otros de igual nafura~eza éI?- la. .ciudad de Masaya, plantearon InmedIa±a

y seriamente la cuestiónrelaiíva á_!a éX–

pulsióJ;l de los PP..

< de la Companla de Jesús.

"Sus numerosos amigos se desataron en provocaciones, insultos y amenazas contra el Gobierno. Los mis:mos padres lejos de procurar contribuir al res±ableci– miento de ~a tranquilidad, COlllO se lo ~e­

luandaban sp. posición y su carácte!; leJps de guardar siquierél un prudenfe sllenclo, hacían en s1.ls escrifos y predicaciones, alarde de su poder y de sus prestigios, co:n– tribuyendo eficazmente al mantenimient<? de la rebelión y al Inás lalllenfable desc<?,– nocimien±o de los fueros de la autoridad. ':;, . "A' juicio del "Gobierno el interés )?lÍ–

hlico,' el progreso del país y sobre fado, s~

propia digniclaq, nO le dejaban otro cam.l– no qüe el' que tomó decretando la expul– sión de los RR. PP. J esuifas.

"Debo declarar aquí con toda la fran– q1,1eza debida, que esa providencia fl.le dic– tada contrariando las opiniones y los sen– timientos de xnuchas personas respetables, en su :roa.. yor parte del par±iQo político en cuyas filas fengo yo m.i puesto como sim– ple ciudadano. A juicio de ellos, era una bandera puesfa en manos de los trastQrna– dores para cont.prom.eter fácilmenie en 10

futuro la tranquilidad de los pueblos. Pe– ro el Gobierno tenía una convicción "cqn:.– 1raria, apoyado en los datos de' fodo géne– ro que había venido reuniendo, y así cre– yó de su deber usar de la facultad que le concede el Ar±. 55 de la Cbnstifución.

"Terminada la insurrección indígena de Matagalpa por el som.efimiento de los rebeldes; y restablecida la tranquilidad en León y en Masaya, el Gobierno decreIó una arnnisfía amplia e incondicio:p.al para fa– dos los culpables, pensando com.o era na– tural, que ella, debida:mente apreciada volviese al país su anterior estado de quie– tud y bienestar.

"Desgraciadamen±e no sucedió así. A principios del Ines de Agosto, los indígenas de Ma±agalpa vuelven a rebelarse come– fiendo los crímenes más atroces, cuya sola relación os causaría indecible horror, y un mes después se alza también en el depar– iam.ento de León, el estandarte de la anar-quía. .

"Ya sabéis, Honorables Representan– fes cómo este injustificable movimiento re– volucionario fue inmediatam.ente sofocado y CÓlllO la' segunda rebelión de los indios de Matág~lp?-, que ha exigido una ruda cam.pañéi, puede darse también por termi– nada. Sabéis cómo en todas partes las armas del Gobierno escarmentaron seve– ramente a los rebeldes, cuál ha sido el no– ble comportamiento. de nuestros militares,

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