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Abaúnza, que Zelaya le dijo a este que el minisiro americano Mr. Gardner Coolidge viene a intervenir seriamente en la política de Nicaragua; agregó Zela:ya a Gustavo Abaúnza que es dueño de la noiicia que hizo él IZelaya) lo posible por evitarle' al país seme– jante humillación. La mayor parle de las personas con quienes hablo sobre el particular, se manifiestan complacidas por la intervención yanqui en nuestros asuntos caseros. No hay ni asomos de patriotismo. Quince años de oprobiosa dictadura han hecho que los ciudadanos aspiren a mejorar de suerle, aunque sea por medio de los yanquis a los que ya conoce– mos por lo que hicieron con nosotros de 55 a 57.

Corre m.uy válido el rUInor de que fue descubier. ta una conspiración de liberales :masayafas para ma. tal' a Zelaya a su paso por Nindirí, de regreso de Di. riamba; dicen que és±án presos varios individuos, en.' ire otros Juan Gualcho Iconservador) . De cierlo Se

El aufomóvil de Mr. Salomon, y los grandes gas– tos que éste hace en Ja1±eva, son el asunto de todas las conversaciones.

Pancho Osomo, que viene a verme, me asegura que de la redacción de El Diario de Granada -que vive pidiéndome colaboración- salió un artículo que en contra mía, y firmado EL PRINCIPE NEGRO, se pu– blicó hace poco en "La Noticia", periodicucho que na– die lee; agrega Pancho que Carlos A. Bravo fue el en– cargado de llevar ese arlículo al periodiquín de Eli– seo Lacayo F.

Se sabe que llegó ayer a Managua el nuevo mi– nistro americano, suceso que por todas parles se co– menta.

(NOTA: Las fiestas de Agosto en J alteva revistieron ese año

gran esplendidez. El país atravesaba por una aguda crisis económica; pero el delToche de los de arriba da– ba la impresión de que el estado financiero de Nica– ¡'agua era bonancible; y las fiestas patronales eran un sedante para mantener al pueblo entretenido, ofre– ciéndole diversiones aunque estuviera con el estómago vacío, .para alejarlo de pensar en guerrear, mante– niéndolo sumiso. Aquello de los emperadores roma– nos de darle al pueblo Pan y Circo, no tenia cabida durante el reinado de Zelaya, en cuanto a su primera parte de llenar el vientre de sus súbditos).

Los periódicos dicen Iy nadie 10 cree) que Zeiaya padece ahora de malaria, y que por eso no viene a Granada.

Por la farde voy a JaUeva: hay inmensa concu. rrencia presenciando las corridas de foros. Un agen. te de policía por poco mata a un ho:mbre del pueblo a clavazos en la plaza de toros. ¡Qué cobarde es la plebe nicaragüense! Se confenfaba con grüar ,no lo

No parece que haya sido cosa seria 10 de la cons– oiración de Masaya. Se dice que están presos unos seis indios y varios individuos conocidos con el apodo de Pájaros ...

En la calle Atravesada hablé con Octaviano César, quien se :manifiesta contenfísimo por la intervención yanqui en los asunios políticos cen±roa:mericanos.

En el almacén de Gustavo Alberlo Argüello se habla de la intervención americana; estaba allí Don Diego Manuel Chamorro quien. se :manifiesta decidido parlidario de ella.

Por la muerle de un hijo de César Pasos Iun niño de 40 días), no se efectuó hoy la comida Iban– quete} que Mr. Salomon debía dar a sus amigos en Ja1±eva.

El periodiquüo "LA NOTICIA", de ayer, me ame– naza con referir la historia de cómo aconsejaba yo el puñal para deshacernoli¡ de Zelaya cuando me ha– llaba en el desfierro. No me da esto ni frío ni calor, pero. me abs:l:endré de men:l:ar siquiera a semejan:l:e canalla.

Entierro por la :l:arde del cadáver del niñüo de César Pasos. Toda la concurrencia fue en coche has– ±a el cemen:l:erio. Me cuenta Miguel Cuadra cuando íbamos en el mismo asiento del coche, refiriéndose a Joaquín Pasos, que Zelaya le ha dicho a és:l:e que no fiene prevención ninguna contra mí; aunque dice que no soy tan inofensivo como quieren hacérselo creer, pues he propuesto la medida radical de suprimirle.

(NOTA: Don Enrique, para seguirle el humor al General Luis

Mena, con quien simpatizaba por su carácter llano y amigo de la broma, solía decir que él era partidario de que debía usarse con Zelaya el "remedio heroico", aconsejado por el Cabo Luis Mena, en vez de estarle haciendo revoluciones de las que resultaban más muer– tos en lugar de uno sólo. El tiranicidio no está del todo descartado por la Iglesia. Moralistas hay que que lo aceptan en ciertos y determinados casos).

17 años se cumplen hoy del horrible afen:l:ado del Presidente Dr. Roberlo Sacasa con:l:ra 7 ciudada-

Todo el mundo habla del discurso del ministro yanqui en. su recepción, y raro es el que no descubre en ese discurso -lo que causa gran safisfacción– el anuncio de que ya es±amos bajo la ±utela de UNCLE SAM. No hay en Nicaragua ni aso:mos de patriotismo.

Viene de Honduras Carlos Cuadra Pasos. Habla bien dei Presidente Dávila. Cuenta que por lo que MI'. Dodge dijo en Tegucigalpa a Eulogio, se puede tener por cierlo que la intervención yanqui en los asuntos de C. A. es un hecho indiscutible.

Corre la noticia de que ha pasado algo gravísimo entre Zelaya y el :ministro americano, algo que es c.o– :mo la ioma de posesión de Nicaragua por los yan~lS¡

Todos andan con esto jubilosos; sobresale entre los :más alegres Germán Arellano, " Por la noche comemos en el restaurante de An±ón ' Colorado, enJa1±eva{ Don Frutos, Miguel y Carlos Cua– dra, Luis Benard, Eetuardo Castillo y yo.

Cuentan que el ministro americano le dijo a Ze~ , laya que no debía él IZelaya) permanecer en Mana– gua mientras estuviese el Congreso reUnido. por cuantas humillaciones pasan los reyezuelos centro– americanos por conservarse en el trono. .

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