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« Previous Page Table of Contents Next Page »Debido a esta negativa fue por lo que León perdió el derecho de ser la sede arzobispal, y su iglesia catedral, el rango de ser la Catedral Metropolitana de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua, como en rigor le correspondía, porque al entenderse el Señor Cagliero con el gobierno de Díaz, puso éste por condición que el Arzobispado de– bía quedar en Managua.
Revelaciones íntimas - Se escoje a los Candidatos a ocupar
las Sedes
Me refería don Pedro Rafael Cuadra que un día de
ta~tos en que se daban los últimos lineamientos al pro– yecto de la creación de nuevas diócesis ,el Señor Cagliero, tomándolo a él y a don Diego Manuel de cada una de sus manos, los llevó a la capilla que se había improvisado en la casa que le servía de alojamiento, y que una vez pos– trados ante el Santísimo Sacramento, e invocado las luces del Espíritu Santo, les mandó sentarse, ocupando asiento él en medio de ellos, y comenzó a hablarles de los can– didatos que debían ocupar las sillas episcopales por crear– se. El Padre José A. Lezcano figuraba en primer término para Arzobispo, y en ello convinieron todos; parece que al Señor Carrillo y Salazar lo indicó el mismo Señor Lez– cano, cuando fue consul.tado. Habían sido compañeros el uno como Rector y el otro como Prefecto y Maestro de Estudios en el Seminario de León. Faltaba el tercer mi. trado destinado a venir a Granada, y el Señor Cagliero les dijo: "Para Granada tengo una perla en la persona del Padre José Piñol, de Guatemala".
Al oír don Diego Manuel el apellido Piñol, ya cono– cido por haberlQ llevado el Obispo Bernardo Piñol y Aycinena, de procedencia guatemalteca, y perteneciente al conservatismo "chapín", mostróse ,omplacido, y dándo– se una palmad,,! en la pierna derecha, exclamó: "Acepta– do; basta con que Su Excelencia lo proponga". -y eufó– ricos, radiantes de alegría y gozo espiritual, abandonaron el recinto sagrado.
El señor Piñol viene ·a Granada No le asienta el clima, y regresa a Guatemala seis meses después
El Señor Piñal acababa de ser escogido primer Obispo de Granada. Su elección por la Santa Sede se produjo en el mes de Diciembre de ese mismo año de 1913. La Bula de erección de la Provincia Eclesiástica lleva fecha 2 de dieho mes y año y en ella misma se da– ban a conocer los dignatarios destinados a regir las distin– tas diócesis. El Señor Piñal, hizo viaje de Guatemala a Costa Rica para recibir su consagración episcopal de ma– nos del Señor Cagliero, que había establecido su residen– cia en San José. El Señor Piñal hizo su entrada a Granada el 24 de Abril de 1914 entre palmas y vítores, y en medio de un calor sofocante precursor de un aguacero formida– ble que se desató sobre la ciudad, poco después de su llegada.
Su permanencia en Granada fue de pocos meses, pues pasó dos largas temporadas, una de ella!; en El Diriá, en busca de un clima más benigno, y la otra, más larga, en Rivas, donde fue huésped de la familia Maliaño. En ambas localidades recibió ofertas de proporcionarle casá
y mesa si trasladaba su residencia a esos lugares. . l
d I D · " I Os e Ina evantaron una casa cural de dos pisos para él. y las señor·itas Maliaños le ofrecieron donar la quint'
lIama~a Guad~lupe. si acc¡ptaba pedir a la Santa Sede e~
cambiO de reSidenCia, trasladando a Rivas la ciudad sed de la diócesis. e Pero ninguna de estas propuestas, por halagadoras qué ellas fueran, como la de la familia Maliaño que eran dueñas de una inmensa fortuna, despertaron interés al– guno en el Señor Piñol que ya tenía resuelto su regreso a Guatemala definitivamente haciendo dimisión del Obis– pado a su cargo.
Cuándo formó este propósito y el por qué de su Resolución
Pero antes examinemos cuál era su estado de ánimo que le hacía. mantenerse a~caído, ~esanimado y displi. cente. He dicho que el Senor Caghero al llegar a GUa– temala conoció al Padre Piñal y puso en él sus ojos para proponerlo como Arzobispo lo que no pudo lograr; pero algo al respecto debe haber llegado a oídos del preconi– zado para darse cuenta de que había sido postulado ¡para el cargo. Cuando supo su elección para Obispo de Gra– nada, aceptó la nominación en la creencia de que aquel puesto era una manera de elevarlo a la plenitud sacerdo– tal, para que estuviera ya consagrado mientras duraba la viudedad o el interregno de la Arquidiócesis guatemal– teca.
Pocos días antes de su viaje a Rivas, los miembros que componíamos la Junta de Beneficencia -lo que hoy se llama de Asistencia Social- que éramos los doctores Evaristo Ca raza Morales, Nicasio Rosales, Manuel Ubago
~todos ya difuntos- y el autor de estas memorias, hici– mos una visita al Señor Piñol para presentarle nuestros respetos y ·ponernos a sus órdenes. Durante fa audien· cia, recayó la conversación sobre el futuro pastor de la grey católica guatemalteca, y el Señor Piñal nos mostr6 un telegrama que acababa de recibir y tenía en sus ma– nos cuando nosotros llegamos, en el que se le participaba el nombramiento hecho por la Santa Sede Ipara Arzobispo de Guatemala recaído en Frai Raimundo Riveiro y Jacin– to, sacerdote exclaustrado de la Orden de Santo Domingo. Sus aspiraciones se habían visto truncadas y no pen– só más que en regresar a Guatemala a trabajar por la caída de Estrada Cabrera que tan mala partida le había jugado, y a conquistar lo que según él tenía ya por segu– ro, y le pertenecía por la voluntad unánime del pueblo católico guatemalteco: el palio arzobispal sobre sus hom– bros.
El Señor Piñal salió de Granada en el mes de Sep· tiembre del mismo año en que había venido de 1914,
diciendo que iba a ,predicar a León en la fiesta de Merce· des, llevando ya escrita en sus valijas la Carta Pastoral de Despedida al retirarse del gobierno y administración de la diócesis que en el sosiego y quietud, durante su es' tancia en Rivas, había redactado con sumo cuidado, usan' do en cada frase, en cada período de su escrito, de reticencias como ésta, por ejemplo:
"Hago votos al Dador de todo Bien, que os conceda un pastor como lo merecéis y lo necesitáis". A nadie se esca!pa, por poca penetración que se tenga, lo que quiso decir en tan cor·tas palabras.
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